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Dos términos definen claramente a Carlos Bernasconi y su vasta trayectoria: artista múltiple. No hay línea de las artes plásticas que este hombre de 98 años recién cumplidos haya dejado sin explorar. En más de siete décadas su talento y dominio técnico ha abarcado desde la pintura y el grabado de medallas pasando por la xilografía, la escultura, la cerámica y hasta la orfebrería. La oportunidad para conocer y reconocer su obra fundamental y más reciente llega con “La libertad del arte”, muestra que se inaugura hoy en la Sala Luis Miró Quesada Garland de Miraflores.
"Siendo tan versátil, ¿cómo le gustaría ser recordado?, le preguntamos. Con la afable humildad que lo caracteriza, Bernasconi responde: “simplemente como un artista”.
Por las mañanas la rutina de Bernasconi no ha cambiado durante décadas. Despierta prácticamente al amanecer y desde las 6.30 a.m. hasta el mediodía se refugia en el segundo piso de una casona antigua de la calle Bellavista, donde también funciona -en el primer piso- el teatro que dirige su esposa Lucía Ururita junto a sus hijas Sandra y Cécica. Allí en los años setenta fundó junto a Félix Oliva y César Ruiz La Rosa el emblemático Billar-T, taller de cerámica y joyería que introdujo en Lima la difusión de las artesanías contemporáneas. Las ocho cuadras que separan ese espacio artístico de su hogar las recorre, algunas veces a pie o en auto, pero siempre atento a la dinámica de la gente, a las calles y mercados por los que transita.
“Esa curiosidad y movimiento -dice- ha quedado marcada sobre todo en mis trabajos en xilografía y en mis esculturas”. Sobre la primera es necesario precisar que Bernasconi fue, allá por los años cincuenta, el primero en introducir el color en la madera en Perú. “Hice el primer grabado en xilografía usando tres colores. Por entonces se utilizaba una plancha para cada color, así que tuve que estudiar cómo se podría grabar en una plancha todos juntos”, recuerda. De sus grabados en madera son imprescindibles las series “Los espantapájaros” y “Los arrieros”. Dentro del arte del modelado se distingue por la creación de piezas en cobre esmaltado. Figuras pequeñas como caballos, jinetes y siluetas femeninas son también parte de la exposición.
Siendo tan versátil, ¿cómo le gustaría ser recordado?, le preguntamos. Con la afable humildad que lo caracteriza, el también escritor responde: “simplemente como un artista”. Luego, como dudando del importante legado que nos ha regalado, agrega “quizás por las cosas originales que he hecho. En el Perú el arte máximo es la pintura. Recién en las últimas décadas la escultura y el grabado han comenzado con fuerza. El grabado, por ejemplo, aquí no tiene mercado. En la época en la que yo empecé no había ni siquiera una galería en Lima, ahora los artistas tiene más posibilidades, pero también más competitividad”, acota. Son precisamente esas limitaciones culturales del país y del mercado del arte a las que se enfrentó que hacen de Bernasconi un pionero, un adelantado a la época que desde hoy celebramos.
Lugar: sala Luis Miró Quesada Garland. Dirección: Av. José Larco 770, Miraflores. Horario: se inaugura hoy, a las 7 p.m. Puede visitarse de lunes a domingo, de 10 a.m. a 9 p.m. Ingreso: libre.
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