Unos faroles que parecen alumbrar un camino esperanzador. Una serie de fotografías que grafican el miedo acorralado como un virus bajo el lente de laboratorio. Una composición sonora que acompaña imágenes de una bioinstalación que semeja una red de comunicación en lo más profundo del bosque. Son tres proyectos artísticos planteados por artistas peruanas invitadas a la XIV Bienal de La Habana, que arrancó en noviembre pasado e inicia su mes de despedida.
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Desarrollada por primera vez a lo largo de seis meses y organizada en tres bloques, la bienal acoge en su tercera y última etapa un poco de arte contemporáneo peruano. Así, tras la primera fase titulada “Preambulo” y la segunda llamada “La Habana de la Bienal”, hace una semana se inauguró la tercera: “Regreso al porvenir”, experiencia en la que participan Patssy Higuchi, Sonia Cunliffe y Fibra Colectivo, integrado por Gianine Tabja, Lucía Monge y Gabriela Flores del Pozo.
Mujer nueva
En uno de los salones del Palacio de Lombillo, junto a la Catedral de San Cristóbal en La Habana Vieja, la artista visual Sonia Cunliffe presenta “La encrucijada del hombre nuevo. Una utopía vista en el tiempo”, proyecto compuesto por una instalación de 30 faroles y un video. “Los faroles chinos iluminados y suspendidos en el aire formando la isla de Cuba representan el proyecto alfabetizador que se dio en ese país hace 60 años para conseguir la utopía de formar al hombre nuevo”, explica Cunliffe, quien une el recuerdo del ideal guevariano al tema de la utopía en su obra “porque cuando el mundo se vuelca en la desesperanza y por ende en la desmemoria, volver a recorrer caminos que descansan en la historia de ciertos lugares, hayan sido o no exitosos, te devuelve la capacidad humana de soñar y conmoverte”, añade.
Así, para Cunliffe, “el hombre nuevo” en su obra son las mujeres: “La visibilidad de sus acciones como médicas, enfermeras, científicas y sostenedoras de sus hogares, no deja dudas de que son ellas el núcleo de la sostenibilidad del planeta. Y aquellas mujeres que siendo casi unas niñas fueron a alfabetizar en Cuba a todas partes, son las madres, las abuelas de las que hoy crean vacunas y ponen cada día su vida en riesgo, para salvar a otras hijas y nietas que mañana seguramente harán lo mismo de ser necesario, en un ejercicio de legado y memoria que esta obra busca transmitir”.
Sobre el video que forma parte de la instalación, la artista explica que en él se superponen los relatos de tres mujeres: la cineasta cubana Sara Gómez, la alfabetizadora de la época Migdalia Calvo, y el de la propia artista. “Relocalizamos el papel de las mujeres como cuencas inagotables de memoria, experiencia y emotividad”, señala, indicando que es posible ver esta producción en sus redes sociales y también en las de la Bienal de La Habana y de Terapia Fotográfica.
Miedo en serie
Bajo la curaduría de Jorge Villacorta, Patssy Higuchi presenta “Aprendizaje del miedo”, proyecto que forma parte de la muestra colectiva montada en Estación Cultural Línea y 18, y que está conformado por cuatro series de fotografías, creadas durante el confinamiento por la pandemia del COVID-19.
“El miedo es un sentimiento complejo y difícil de definir, se ubica hasta en nuestra memoria y utiliza lo que habita dentro de nosotros, pero además lleva en su marca un profundo deseo de conocimiento”, detalla Higuchi, quien añade que concibió imágenes “que me permitieran pensar, aislar, nombrar, intentar delimitar y darle aspecto a aquello que me generaban los miedos en ese momento”. Así, la artista indaga sobre el dolor y la tristeza derivadas del miedo, en una serie de imágenes que dan la idea de fotogramas aislados, donde, a decir de Villacorta, “es la cercanía entre los elementos, sus transparencias y sus opacidades, a veces superpuestos, otras escamoteados y difíciles de discernir, lo que genera en la mente un tren de asociaciones que da origen a una narrativa tenue, sugerente, endeble, frágil, pero propia”.
Hongos comunicantes
En la Fototeca de Cuba, como parte de la exposición “Horizontes inestables”, el colectivo femenino Fibra presenta “Desbosque 8°07′16.6″S 74°52′46.6″O”, una instalación compuesta por tres fotografías en gran formato acompañadas de una composición sonora que el artista Brian House interpreta en base a data sobre deforestación en Ucayali, específicamente en la zona de las coordinadas que son parte del título de este proyecto.
Las imágenes muestran esculturas co-creadas con hongos Ostra (Pleurotus ostreatus), pues sobre la base de estructuras en forma de artefactos de comunicación, las setas actúan y crecen hasta cubrirlas, como ocurre en los bosques. “Nuestra propuesta toma como punto de partida a las redes de comunicación e intercambio que se forman entre las raíces de las plantas y los hongos”, detallan las integrantes del colectivo, Gianine Tabja, Lucía Monge y Gabriela Flores del Pozo, quienes comparten así un mensaje de alerta sobre la tala indiscriminada en la Amazonía.
Gianine Tabja, de manera individual, también presenta en la Bienal de La Habana un videoperformance realizado en 2018 en Glasgow, Escocia, bajo el título “Al futuro se llega de espaldas”: “La performance consistió en cruzar el río Clyde, en dirección al sur de la ciudad. Cargaba una pieza de cerámica a modo de armadura frente a mí y caminé de espaldas mientras caía arena de la pieza, dejando un rastro en el tiempo. Caminaba hacia el futuro”, detalla la artista, haciendo referencia a los aymaras y la idea de que el pasado es lo conocido y el futuro aquello que los ojos no pueden ver, por lo que se coloca detrás.
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