Dicen que para componer, solía silbar el sonido de las palabras de sus versos. Así encontraba la entonación perfecta para ellas. Chabuca Granda era muy rigurosa con su música y una de sus grandes inspiraciones fue Lima, ciudad a la que llegó cuando apenas tenía tres años. No sorprende entonces que sea aquí y no en Apurímac, donde nació, que un proyecto tan significativo como un museo en su honor se esté gestando. El objetivo inicial apuntaba a hacer realidad este sueño en el 2020, año del centenario del nacimiento de la cantautora. Sin embargo, como en tantos otros casos, la pandemia obligó a postergar los planes. La anhelada Casa Chabuca, como ha sido denominada la ambiciosa iniciativa, no solo albergará centenares de objetos que pertenecieron a la autora de “Bello durmiente” sino que habilitará diversos espacios que le permitan convertirse en punto de encuentro cultural en Lima. La idea de crear un museo empezó a tomar forma en el 2019, durante una reunión entre el presidente del directorio de la Sociedad de Beneficencia de Lima (SBL), Guillermo Ackermann, y la presidenta de la Asociación Cultural Chabuca Granda, Teresa Fuller Granda. El convenio entre las instituciones que lideran sentó las bases de esta iniciativa. Por un lado, la SBL cedió el lugar en el que se instalará el futuro museo. La asociación, por su parte, se ha comprometido en proveer todo el patrimonio material e inmaterial que representa el legado de Chabuca.
El lugar elegido
La Quinta de la Riva, ubicada en el Jr. Ica 422 (Cercado de Lima), es una construcción republicana de dos plantas. Al interior, pequeños departamentos se distribuyen alrededor de un patio principal. Hasta hace unos años funcionaba como albergue para personas de la tercera edad, pero poco a poco los escasos huéspedes fueron trasladados al Hogar Canevaro. La propiedad abarca un área total de más de 3 mil metros cuadrados y pronto se convertirá en la Casa Chabuca. Sobre las razones de la elección, Ackermann señala que “la casona se engarza dentro del Plan Maestro de Recuperación del Centro Histórico de Lima, muy cerca al Teatro Municipal, el teatro de la Asociación de Artistas Aficionados, a la Casa Fernandini -donde funciona uno de los núcleos de Sinfonía por el Perú- y de la Asociación Entre Nous. La idea es que toda esta zona se convierta en una gran alameda o boulevard de la cultura”.
Precisa, además, que el proyecto tiene tres componentes: el lado artístico cultural, el social y la ciudad en sí misma. “No solo queremos resaltar la obra de nuestra gran compositora y su patrimonio, buena parte de lo que se recaude en esta casa-museo va a servir para el sostenimiento de nuestro programas sociales como el Puericultorio, el Hogar Canevaro, la Casa de Todos, entre otros”. Con respecto al tercer factor, el presidente del directorio de la SBL hace hincapié en la puesta en valor de la urbe. “La recuperación que estamos impulsando va a originar un altísimo movimiento turístico. Recordemos que Chabuca es un patrimonio del Perú para el mundo y que en muchos lugares se le ha rendido tributo con plazas y alamedas que llevan su nombre”.
Legado invaluable
El patrimonio de Chabuca que estará expuesto es rico y variado. La cama en la que descansaba, el escritorio y la silla en los que componía, son algunas de las piezas más personales de la compositora. Vestidos y sombreros, mantas, lapiceros, colecciones y discos también son parte del material que se exhibirá. Mención aparte merecen las grabaciones y manuscritos inéditos. Como dice Ackermann “el material que existe es muchísimo, pocas veces veremos un caso de patrimonio tan bien conservado y novedoso. Son cientos, más de mil, incluso, los que tendremos”. La conservación de todo este legado es producto del silencioso pero meticuloso trabajo que Teresa Fuller ha realizado durante décadas. “Ha preservado de forma impresionante el patrimonio de su madre. Si Chabuca merecía hace rato un museo, Teresa Fuller también. Este museo es para Chabuca, pero también para Teresa”, sostiene emocionado.
¿Cómo lograr que este proyecto resulte atractivo para las nuevas generaciones? La revisión de museos internacionales ha determinado que este debe convertirse en un museo vivo. Provisto de un mecanismo tecnológico y audiovisual importantísimo, la casona implementará espacios para talleres, exposiciones temporales y auditorios para conferencias.
Los espacios de comercio y solaz tampoco serán ajenos al recinto. Un café, un restaurante y amplias áreas de jardines son parte del plan de habilitación de la casona. “Estamos creando un espacio vivo. No queremos que sea algo estático sino que se convierta en un lugar de encuentro para los ciudadanos y de enseñanza cultural. La recurrente presencia de la naturaleza, de las flores, en las canciones de Chabuca hacen que las áreas verdes sean infaltables en este museo. Estamos trabajando arquitectónica y visualmente estos aspectos”, afirma Ackermann.
Aunque aún es prematuro hablar del presupuesto que se necesita para este proyecto, es evidente que el apoyo de las instituciones privadas y de la ciudadanía en general será vital. Por el momento, ya se han sumado muchos artistas cercanos a la obra de Chabuca como Juan Diego Flórez, Gian Marco, Julie Freundt, Denise Dibós, Mabela Martínez, Lucho Quequezana, entre otros, pero el esfuerzo que se necesita es aún mayor. Ackermann señala que “ya se está conversando con empresarios y corporaciones. En su época, Chabuca fue imagen de instituciones financieras, marcas de gaseosas y más productos y servicios. Esperamos contar la participación de todos ellos. Vamos a hacer grandes campañas de recaudación porque se necesita reunir fondos para implementar esta casa a la altura de los que nos estamos imaginando”.
Para finalizar, asegura que el anuncio de la apertura de Casa Chabuca, programada para el próximo 3 de setiembre -cumpleaños de la compositora-, cobra relevancia en el actual contexto histórico que vive el país. “Si hay un personaje que nos une gracias a su obra artística es Chabuca, es un elemento unitivo y reconciliador de nuestra identidad como peruanos. A través de su arte y música, Chabuca logró mostrar que somos muy diversos, pero que podemos ser una gran nación si estamos unidos. Ella nos recuerda que tenemos que trabajar para lograr esa unidad. Ese es su gran mensaje”.
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