Desde su creación en 2017, el Festival de Artes Escénicas de Lima (FAE Lima) ha dedicado sus esfuerzos en capacitar y exhibir las obras más destacadas del sector, además de traer al Perú espectáculos internacionales de alta calidad. Según datos que maneja el propio festival, en estas seis primeras ediciones se han presentado más de 100 obras nacionales y extranjeras y se han superado las 40 actividades, entre talleres y mesas de diálogo. Este año, sin embargo, la reconocida plataforma artística dará un giro en su enfoque para poner énfasis en la formación de todos los agentes escénicos y el desarrollo de prometedores proyectos. El detalle de este proceso de transformación es ampliado por Marco Muhletaler, vocero del FAE Lima. La gran sorpresa es que este año la sección de programación no se llevará a cabo.
"Creemos que hemos contribuido a mover las obras porque estas se comentan mucho en plataformas y llaman la atención de los programadores del mundo. Así, de pronto, el Perú se convierte en una plaza interesante de teatro".
Marco Muhletaler / vocero del FAE LIma Sobre uno de los logros del festival a lo largo estos siete primeros años.
—El FAE es uno de los eventos culturales más esperados del año. ¿Cuáles son las novedades de la próxima edición?
Pondremos mucho interés en nuestro teatro. Pero todavía estamos un poco lejos para saber el contenido porque este año nos estamos preparando para la formación e incubación de algunos proyectos que el FAE presentará en el 2024.
—Entonces, ¿no habrá presentaciones escénicas este 2023?
Es correcto, estamos en una etapa de reformulación. Estamos haciendo una apuesta nueva, probando una nueva forma de hacer el festival. Por ahora es ensayo-error, así que no le cerramos la puerta a otros cambios. Pero lo que tenemos claro es que será un festival que le dará espacio importante al teatro nacional, contará con un espacio work in progress de proyectos que hemos incubado y con un componente internacional fuerte. El objetivo es ayudar a los grupos a la internacionalización e itinerancia. Creemos que el festival así como ha cumplido una misión importante de exhibición, es en estos tiempos de transición que tiene que apostar por formar cada vez más al sector.
—¿Cuándo se inicia este cambio de rumbo?
En el año 2020 empezamos un proceso de estudio de la mano de Cultura 360, que es una organización que hace estudios de mercados y de públicos. Se hizo un diagnóstico de tanto las audiencias del festival como de las ofertas que este tenía. A partir de ahí empezamos a preguntarnos qué es lo que el festival debía fortalecer en los próximos años, además de la exhibición de obras nacionales e internacionales y el intercambio de experiencias que ya se venía dando.
—¿A qué conclusiones llegaron luego de este proceso?
Que uno de los puntos determinantes era la formación. Esto llega después de la pandemia. Evidentemente después de dos años la producción llega modificada por las nuevas tecnologías, en otros casos limitada y con nuevas formas de narrar. Concluimos en que el festival debía tener tres puntos de apoyo. El festival como espacio de formación del sector, no solo en lo artístico sino también en la dramaturgia, producción, gestión y diseño de proyectos, esta primera sección se llama FAE Forma. La segunda es FAE Presenta, relacionado puntualmente a la exhibición de obras. La tercera es FAE Incuba, un programa en el que se trabaja de manera personalizada con cuatro grupos de teatro a lo largo de todo un año, para ayudarlos a darle forma a un proyecto del que ya tienen la idea general.
—¿Cómo se dará esta selección de proyectos?
Hay una convocatoria cuyas bases hemos lanzado hace poco, en el Día del Teatro. Pedimos algunos sustentos del proyecto y luego habrá un comité de selección. Participaremos nosotros como jurado para elegir a los grupos donde veamos que hay una oportunidad para desarrollar una obra en la próxima edición, es decir en marzo del 2024.
—¿Cuál es el logro que más destaca del FAE Lima?
A pesar de que somos un festival pequeño a comparación de otros, como Santiago a Mil, nosotros siempre hemos privilegiado mucho la calidad, así como el contacto entre agentes, artistas y programadores. Hemos llamado la atención internacional porque hay una presencia escénica peruana muy limitada en el exterior. Históricamente hay solo un par de grupos que ha logrado posicionarse y mantenerse fuera del país como Yuyachkani, que ha logrado hacer mucho. Las obras que se han exhibido en el festival y han tenido oportunidad de viajar a otros festivales han sido muy bien recibidas afuera.
—¿Cuáles son esas obras que han logrado dar el salto hacia el extranjero gracias al impulso del FAE?
Son varias en esto siete años. Se me viene a la memoria “Mucho Ruido por nada”, que ha viajado muchísimo, y “Hamlet”, la obra que tiene actores con habilidades diferentes y hace poco se ha paseado por Brasil. Estas son algunas de las emblemáticas. También tuvimos una gran frustración debido a la pandemia por dos obras que no pudieron viajar a otros festivales. Una de ellas fue “Astronauta”. A pesar de que no tenemos una larga experiencia en vinculación con agentes internacionales hemos trabajado mucho en este aspecto en los últimos años. Aunque las invitaciones al exterior no necesariamente están vinculados al festival creemos que hemos contribuido a mover las obras porque estas se comentan mucho en plataformas, llamando la atención de los programadores del mundo y de pronto el Perú se convierte en una plaza interesante de teatro.
—¿Respecto a la aceptación del público, realmente tenemos uno consolidado para festivales como el FAE o estamos aún en etapa de formación?
El público de teatro ha crecido en los últimos años, pero no al ritmo de las producciones que han ido en aumento. Creo que en líneas generales es el mismo público que ha ido girando de un espectáculo a otro. Nosotros y otros organismos hacemos un esfuerzo enorme por tratar de atraer gente al teatro, liderado por el GTN y su magnífico programa de formación de públicos desde hace años. Pero es verdad que los festivales atraen a otros públicos que no necesariamente van al teatro permanentemente sino que son motivados por estas nuevas propuestas enmarcadas en obras de calidad. Nosotros hemos crecido con el tiempo y siempre hemos tenido un público muy variado y obras que han convocado a muchísima gente. Creo que hay que distinguir al público habitual con el que se acerca al festival. Tampoco hay que perder de vista que no tenemos ni un año de haber abierto los espacios completamente. Yo soy muy optimista y creo que estamos poco a poco recuperando la confianza del público.
¿Tienes un proyecto teatral en desarrollo? Aquí las bases para postular al FAE Lima Incuba 2023, programa que busca apoyar la creación y producción de artistas escénicos.