La Virgen María sostiene en sus brazos el cadáver de su hijo, tras ser descendido de la cruz. Esculpida de un solo bloque de mármol blanco de Carrara, en "La Piedad" Miguel Ángel nos ofrece la mixtura de las dimensiones humana y divina: la cabeza y el brazo del Cristo se inclinan hacia la derecha, exánime; mientras que el rostro juvenil de María exalta su eterna virginidad. Ambos comparten una belleza serena, ausente de dolor y sufrimiento.
Pero hay en el centro del pecho de la virgen una inscripción que sorprende a los más curiosos: "Michel Agelus Bonarotus Florent Facieba" (Miguel Ángel Buonarroti, florentino, lo hizo). ¿Por qué un escultor como Miguel Ángel, conocido por jamás firmar sus obras, anotó en ella, en lugar tan obvio, las señas de su autoría?
La respuesta la dio Giorgio Vasari (1511-1574), arquitecto, pintor y uno de los primeros historiadores de arte. En su libro "Las vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos" (1550), Vasari cuenta que al terminar la obra, Miguel Ángel, con entonces 24 años, quiso saber qué opinaba el público. Para ello, se deslizó anónimamente entre los curiosos que merodeaban la basílica de San Pedro. Y se quedó ingratamente sorprendido tras oír que el público atribuía su magnífica obra a otros escultores. "Tal fue el enfado de Miguel Ángel, que por la noche se coló en el templo provisto de un martillo y un buril y a la luz de las velas esculpió (su firma) en el pecho de la virgen", anota el historiador.
Por cierto, más de una vez se ha dudado del rigor de las historias de Vasari, autor que siempre mostró su gusto por fabular. Sin embargo, está claro que tras la firma del artista, el orgullo es tan fuerte como su fervor religioso.
OBRA Y SÍMBOLO
Lo que tampoco deja lugar a dudas es el compromiso de supermercados Wong en su empeño por restaurar el calco de "La Piedad", realizado a partir de la obra original y el más importante del conjunto escultórico que la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes tiene a la vista en los patios de su histórico local. Junto con otras diez piezas, 'La Piedad' se encuentra en peligro, pues su exposición a la intemperie ha dañado su estructura metálica y comprometido su masa de yeso.
Con su importante apoyo económico, supermercados Wong se sumó a este plan de conservación. "Es un orgullo para nosotros formar parte del plan de conservación de las esculturas de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú. En Wong constantemente buscamos que nuestras acciones agreguen valor en la sociedad. Es por ello que estamos comprometidos con la promoción del arte y de la cultura. Así surge el mecenazgo a la escuela con la restauración del calco ‘La Piedad’, réplica exacta de la escultura de Miguel Ángel", señala Mario Campodónico, gerente general de Cencosud Perú, división supermercados.
SEPA MÁS
Plan de recuperación
Con la restauración de la réplica de 'La Piedad', apoyados por supermercados Wong, se inicia en Bellas Artes un ciclo dedicado a la recuperación de su patrimonio con ayuda del sector privado. En dos años se espera haber puesto en valor las 10 piezas en peor estado.
La inversión
Se calcula en S/30 mil la inversión que demandará intervenir cada una de las diez piezas a restaurar.