Miguel Aguirre, el artista que acumulaba imágenes

ENRIQUE PLANAS

Han pasado ya quince años de la inauguración de su segunda individual, presentada en la galería Miró Quesada Garland en Miraflores. En ella, el artista Miguel Aguirre recurrió al archivo familiar para realizar dos series que inauguraron en nuestro país una reflexión sobre la creación de huellas de una falsa realidad: en la primera, titulada “Luna de miel”, Aguirre incluye gracias al Photoshop su propia imagen en las fotografías del viaje que sus padres, tras su boda, realizaron por diferentes ciudades de Sudamérica. 
 
En la segunda, “El buen Fausto”, vuelve a hurgar en el viejo álbum para recopilar retratos de grupo, desde el matrimonio de sus padres hasta el nacimiento del hijo de una prima hermana, e incluir en ellos, quirúrgicamente, un personaje inquietante. Un hombre que, como el Fausto de Goethe, aparece exactamente igual, con un terno sin arrugas, sin envejecer a lo largo de 27 años de historia familiar.  Manipulando aquellas entrañables instantáneas, el artista ofrecía una lúcida reflexión sobre el paso del tiempo o su mismo origen biológico.
 
RECOPILAR IMÁGENES
Presentada dentro de la II Bienal de Fotografía de Lima, “(Mal) Archivo: Miguel Aguirre” es una excelente oportunidad para que el artista recupere estos trabajos pioneros. “Si bien mi trabajo pictórico es muy importante para mí, tenía ganas de decir que también desarrollé este tipo de aventuras”, explica el artista radicado en Barcelona hace más de una década.  
 
En efecto, esta exposición deja claro cómo el acopio de imágenes, no solo de su álbum familiar sino de todo cuanto pase por sus ojos, es la base de su propio trabajo en pintura. Por ello, además de las series ya comentadas y otras piezas realizadas en el Perú y en España, Aguirre despliega 500 de las miles de imágenes de su archivo privado de artista acumulado en los últimos 10 años. 
 
Interiores, fotogramas de películas, escenas de violencia, abstracciones geométricas, fotografía histórica, rostros de estrellas de cine transformados por la cirugía. Muchas de  estas han terminado como pinturas.
 
QUÉ HACER CON LA FOTOGRAFÍA
Pionero en la reflexión sobre la fotografía posmoderna, la muestra de Miguel Aguirre resulta muy oportuna en un momento en que la bienal, que dispara sus últimas cargas, abrió la polémica en varios frentes, animando a muchos a preguntarse qué podemos entender hoy por fotografía. “Yo estoy del lado de quienes conciben la fotografía como una práctica muy amplia y compleja, y que lamentablemente provocará disgustos”, explica el artista visual.
 
“Esta Bienal de Fotografía, dirigida por Jorge Villacorta y Carlo Trivelli, ha incidido mucho en la práctica ‘posfotográfica’, teniendo a Joan Fontcuberta como gran pope no solo desde la praxis, sino desde la teoría. La fotografía no es ya ponerse detrás de una cámara, sino repensar la imagen, su búsqueda, su selección, la manipulación de narrativas diferentes a las originales”, alerta Aguirre.

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Lugar: Galería Icpna de Miraflores.
Dirección: Av. Angamos Oeste 160.
Temproada: Del 17 de junio al 13 de julio.
Ingreso: Libre.