Artistas de la fotografía documental repasan 30 años de identidad nacional en muestra “El ojo cholo”, del Monumental Callao. (Foto: Fidel Carrillo)
Artistas de la fotografía documental repasan 30 años de identidad nacional en muestra “El ojo cholo”, del Monumental Callao. (Foto: Fidel Carrillo)
Czar Gutiérrez

A diferencia del , esa instantánea de la realidad frecuentemente urgida por el cierre de edición, la fotografía documental subraya el ensayo como una herramienta narrativa de laboriosa concepción. Es un ejercicio esencialmente contemplativo, claro. El ojo detiene su marcha y se posa suavemente sobre la realidad variable. Investigación estética, registro informativo e interés en perpetuar un momento específico de la historia se integran en una sorprendente mecánica cuyo resultado final deberá contener la cuota justa de realidad.


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"Los 17 artistas de esta muestra están entregados a documentar puntos de encuentro entre la realidad fotografiada y la de su autor. Así desarrollan una serie de imágenes que van en franco camino hacia lo sensorial y lo evocativo. Hacia aquel punto donde todos los seres humanos somos iguales, gentes que expresan sus sueños a través de sus actos", dice Cecilia Larrabure, curadora y fotógrafa que, después de estudiar detenidamente la obra de sus colegas, los seleccionó para "El ojo cholo. Ensayos fotográficos documentales peruanos contemporáneos 1989-2018", muestra principal de la cuarta edición del Festival Internacional de Fotografía Foto Monumental 2019.

Fotografía de la serie "El Frontón, demasiado pronto / demasiado tarde", de Gladys Alvarado.
Fotografía de la serie "El Frontón, demasiado pronto / demasiado tarde", de Gladys Alvarado.

—Heridas de guerra—
El viaje empieza en el extrarradio de la gran urbe y bajo el lente de uno de sus mejores retratistas, el desaparecido Daniel Pajuelo. Esto es, enfrentarse cara a cara con el detritus y otras variables de una Lima tan marginal como en los años 90, cuando el fotógrafo de El Agustino disparaba sin piedad. Que es más o menos lo que ocurre en "Los nuevos limeños", la serie de Fidel Carrillo acerca de la inmigración provinciana.

Paco Chuquiure reflexiona sobre ese 55% de la población que no tiene dónde vivir, y Jaime Rázuri recorre la ciudad cazando instantáneas que desaparecen en segundos. Todas las capitales posibles están aquí. La que con guitarras y tambores fagocita furiosamente las alcantarillas subterráneas, más bien, caerá sobre el lente de Raúl García, un artista que es capaz de encontrar belleza en el pogo y otras modalidades de lo visceral.

Hablando de eso, en "Acho, altar de arena", el artista Javier Silva documenta algunas temporadas en el coso monumental, su arquitectura, la tensión consustancial a la fiesta brava y el subsiguiente derrame de sangre. Costumbrista también será "Mangas, la comparsa del inca y el capitán", donde Jorge Deustua documenta una tradición de los habitantes de ese poblado ancashino al recrear la captura y muerte de Atahualpa. En cambio, montañas de fe serán las que mueva Sebastián Castañeda en Perú, Cuba y Haití: "Cautivos" viaja entre el trance, la penitencia, el fanatismo y la devoción.

Peregrino del Señor Cautivo de Ayabaca, de la serie "Cautivos", con la que Sebastián Castañeda ganó el Premio a la Excelencia POYI (Photographer of the Year) en 2014.
Peregrino del Señor Cautivo de Ayabaca, de la serie "Cautivos", con la que Sebastián Castañeda ganó el Premio a la Excelencia POYI (Photographer of the Year) en 2014.

Y como no podía ser de otra manera, las huellas del terror se harán sentir en "El dolor del retorno", serie de Miguel Mejía sobre la búsqueda, rescate y restitución de los restos óseos de quienes fueron asesinados en esa época.

Si Franz Krajnik fotografía el Nuevo Uchuraccay, pueblo marcado por la tragedia de los recordados ocho periodistas, la serie "En nombre de los ausentes" de Nancy Chappell recreará las audiencias públicas del 2002 que alimentaron el informe de la Comisión de la Verdad, y Gladys Alvarado trabajará sobre las ruinas de la otrora isla penal en "El Frontón, demasiado pronto / demasiado tarde". Luego, la misma Larrabure desvelará a decenas de niños huérfanos de la violencia.

—Escenas de casa—
Si Omar Lucas documenta a las 26 mil personas que se infectan de TBC al año en el Perú, Liz Tasa reabre la herida de las esterilizaciones forzadas durante el fujimorato en "Kápar", del quechua ‘castrar’. A manera de balance feliz y desde las antípodas, Yayo López aborda la belleza étnica, cultural y religiosa de la mujer peruana y Herman Schwarz documenta la embriagadora existencia del pintor expresionista Víctor Humareda entre 1980 y 1984. Y así, entre el placer y el dolor, 185 fotografías componen el corpus de "El ojo cholo", especie de película muda que atraviesa tres décadas descorriendo el velo de pluralidades, devenires y complejidades del Perú y sus habitantes, en un bloque compacto de narrativas signadas por una aguda mirada hacia el interior. ¿El resultado? Algunos escenarios posibles –del horror a la pureza salvaje– en la historia reciente de una nación que no cesa de sorprender a sus mismos actores.

MÁS INFORMACIÓN
Lugar
: Monumental Callao.
Dirección: Calle Constitución 250, Callao.
Horario: lunes a domingo de 11 a.m. a 6 p.m.
Ingreso: libre.

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