Shahidul Alam: fotoperiodismo hecho arte
Shahidul Alam: fotoperiodismo hecho arte
Redacción EC

“Bah, soy fotógrafo, no hay problema”. Shahidul Alam trata de convencer a sus interlocutores de que la traicionera escalera, de empinado fierro oxidado, que conduce a la azotea del otrora edificio de seguros de la Lima señorial de los años 40, no es problema para él. La integridad es lo que mejor ha sabido cuidar a lo largo de los 59 años en que ha transitado las realidades más dramáticas de ese mundo desprovisto de parabienes. “Si quieres que lo defina, lo mío es una fotografía sobre la condición humana, y desde esa perspectiva podría decir que me enfoco en la justicia social, porque me gustaría vivir en un mundo diferente, en un mundo mejor del que conocemos”, declama.

Procedente de la mejor clase media bengalí, Shahidul tuvo una educación privilegiada. Estudió para ser profesor de química y obtuvo un doctorado en Filosofía en la Universidad de Londres.

GENTE DE LENTE
Sin embargo, lo que le ha dado fama y prestigio en la casi totalidad de museos y salas del primer orbe es la fotografía. Expresión en la que se ha dado de bruces con una realidad desgarradora, pero que en el fondo desliza un haz de esperanza para la humanidad. “El periodismo es un oficio de gente que decide sacrificar su comodidad para hacer cómoda la incomodidad de otros. Es una paradoja, pero no encuentro otro sentido a esa búsqueda incesante que hay por la denuncia. Es en realidad un acto de amor, de compasión, de solidaridad”.

Curiosamente, cuando se le pregunta por sus influencias en el lente, a Shahidul no se le viene a la mente el nombre de algún fotógrafo en particular. Por el contrario, habla de los partidos socialistas de los trabajadores, de las demandas de los desfavorecidos, hasta del moviendo Solidaridad de Polonia, como los actores políticos y éticos que influenciaron la dirección de su cámara. “Hay otras cosas que te motivan, a veces el racismo, las desigualdades que permanecen pese a que todos estamos buscando abolir esas diferencias”.

Es su primera vez en el Perú, mas no su primer contacto con la patria chola. Ya antes, el crítico Jorge Villacorta se ha responsabilizado de la curaduría de algunas de sus fotos. Y su presencia en la bienal no ha podido apelar a otra persona que no sea este peruano y a otro notable local como José Carlos Mariátegui.

Sin embargo, algo sabe de la realidad mexicana, y alguna vez puso los pies en Bolivia. “Que son realidades parecidas a la del Perú”, dice.

SOMOS LIBRES
El Perú, para Shahidul, es una oportunidad. La independencia bengalí, cuenta a su manera, recién lleva 43 años y es toda una novedad. Un proceso histórico del cual pocos se pueden jactar y con el cual muchos deberían trabajar.

“Ustedes están a punto de cumplir los 200 años de independencia. En cambio, para nosotros es un proceso muy reciente. Me causa curiosidad esa diferencia, cuán internalizada está esa noción de patria, de emancipación, de libertad. Esta etapa para la vida de los países genera muchas luchas, muchas tensiones, porque compromete retos y desafíos como la búsqueda de una identidad, la relevancia de nuestro lenguaje, de nuestra nación".

EL DATO
Lugar: Casa Rímac. Jr. Junín 323, Lima.
Horario: De martes a domingo de 10 a.m. a 8 p.m., hasta el 18 de mayo.
Ingreso libre.

Contenido sugerido

Contenido GEC