Esta es la tercera edición que se lleva a cabo de "Trompos: arte y posibilidad infinita". Aunque estuvo planificada para el 2019 la enfermedad de Fernando Rivas Pinto, creador de los trompos que se intervienen y la pandemia postergaron durante tres años esta exposición solidaria organizada por la Asociación Cultural Puckllay que es dirigida por Anabelí Pajuelo (en la foto).
Esta es la tercera edición que se lleva a cabo de "Trompos: arte y posibilidad infinita". Aunque estuvo planificada para el 2019 la enfermedad de Fernando Rivas Pinto, creador de los trompos que se intervienen y la pandemia postergaron durante tres años esta exposición solidaria organizada por la Asociación Cultural Puckllay que es dirigida por Anabelí Pajuelo (en la foto).
Diana Mery Quiroz Galvan

Un taller de teatro y danza en los arenales de Carabayllo fue el origen de un loable proyecto que desde hace 18 años promueve el acceso a la cultura como un derecho al que toda persona tiene. Allí, en el kilómetro 34.5 de la Panamericana Norte, la Asociación Cultural Puckllay puso las primeras piedras que poco a poco han ido haciendo realidad el sueño de su fundadora, la actriz Anabelí Pajuelo: construir una escuela de que pueda darle a los niños y adolescentes de la zona la posibilidad de formarse y transformar sus vidas. “La idea no es necesariamente que todos sean artistas sino mejores personas, que puedan contribuir a la construcción de una sociedad más justa, democrática, accesible y equitativa”, precisa la también dramaturga y mascarera. La escuela de Arte Puckllay, principal proyecto de la asociación, empezó a edificarse entre 2012 y 2013, pero hasta el momento solo tiene habilitado el 40% de sus instalaciones debido a la falta de presupuesto. Sin perder el espíritu lúdico que los caracteriza los miembros de Puckllay -vocablo quechua que significa juego- han creado diversas estrategias de autosostenibilidad para hacerle frente a las carencias económicas que los limitan. Una de ellas es la expo-subasta “Trompos, arte y posibilidad infinita”, cuya tercera edición contará con la participación de 21 artistas. Cada uno de ellos ha intervenido un trompo de 16 centímetros hecho en madera de huayruro para, según su disciplina y técnica, crear una pieza única al que dotarán de un nuevo significado como parte de su propia experiencia y testimonio. La exhibición se inaugura este 7 de julio en el Centro Cultural Brasil-Perú (CCBP).

"Interior" de Marcelo Wong y "Juntos" de Luz Letts, uno de las dos piezas de la artista plástica q se subastará. (FOTO: Gonzalo Santa Cruz)
"Interior" de Marcelo Wong y "Juntos" de Luz Letts, uno de las dos piezas de la artista plástica q se subastará. (FOTO: Gonzalo Santa Cruz)

Desde los inicios de la asociación el trompo ha sido su símbolo, pues el juego es la principal estrategia de acercamiento, comunicación e intercambio con los participantes. La iniciativa de intervenir estos pequeños objetos nació en el 2014 dentro del taller K’ulluchahuan (o maderita en quechua), el cual consiste en la creación de juguetes y objetos utilitarios con madera reciclada. El taller ganador del Premio Nacional Ambiental fue impulsado por el maestro Fernando Rivas Pinto, fallecido en el 2020 y a quien está dedicada esta edición.

"No hacemos asistencialismo, se trata de trabajar de la mano con la comunidad y las familias para entender que el arte tiene un rol de construcción en nuestra sociedad. Esto es lo que defendemos".

Anabelí Pajuelo/Actriz y directora de la Asociación Cultural Puckllay

Lo recaudado de “Trompos” ayudará a la formación escolar, cultural y humana de estudiantes entre cinco y 16 años. Los cursos de teatro música, circo, danza, artes plásticas, además de talleres de prensa, entre otros que se imparten durante una década han logrado sacar adelante a cuatro promociones. La quinta aún en formación presentará una muestra de interpretación de las réplicas de instrumentos prehispánicos, los cuales también se elaboran dentro de la escuela.

Es importante mencionar que la mayoría de los profesores de Puckllay son egresados de sus promociones. Esto, como dice Pajuelo, es una muestra de que sí es posible “defender los sueños y salir adelante a pesar del techo limitado de nuestra propia realidad. No hacemos asistencialismo, se trata de trabajar de la mano con la comunidad y las familias para entender que el arte tiene un rol de construcción en nuestra sociedad. Esto es lo que defendemos”.

Los artistas opinan sobre su participación en “Trompos”
Aldo Shiroma y Diana Aguilar con sus respectivos trompos intervenidos como muestra de su compromiso con la democratización del arte y la ayuda social.
Aldo Shiroma y Diana Aguilar con sus respectivos trompos intervenidos como muestra de su compromiso con la democratización del arte y la ayuda social.

Aldo Shiroma: Siempre quise aprender a hacer bailar un trompo. Aprendí muchos otros juegos de infancia y sin embargo nunca tuve esa destreza y así desafiar a otros. Me llamaba la atención no sólo la capacidad aerodinámica y centrífuga del objeto. También la naturalidad de sus materiales. Mismos materiales que más tarde aprendería a transformar en la facultad de Arte. Por eso cuando llegó a mi la convocatoria a participar a través de la invitación de Anabelí Pajuelo, no lo dude ni un minuto. La causa es de las mejores: el aprendizaje lúdico, apoyar a la comunidad de Lomas de Carabayllo y fortalecer el crecimiento integral de niños y adolescentes como nuevos gestores de cambios en la sociedad.

Diana Aguilar: Considero que esta exhibición es una puerta para que los más de 100 niños de las lomas de Carabayllo que asisten al año, puedan tener acceso a una educación artística como la que todos los niños merecen: aprender a través del arte a mejorar su autoestima, su comunicación, divertirse y ¿porqué no?, tener una herramienta para valerse en el futuro. Si cada uno de nosotros apoyáramos iniciativas como la que promueve Puckllay, el Perú sería un lugar mejor, más sano y con más posibilidades para todos.

Luz Letts: Apoyar una escuela de arte es abrir las puertas a la creatividad y despertar los sentidos. Si, como en este caso, los alumnos son niños, la imaginación despierta un interés por el entorno, una curiosidad creativa que propicia ideas y vínculos con la vida cotidiana. Ese juego de niños salta a todas las áreas del desarrollo y empieza a dar frutos en la vida laboral que se escoja. El arte no solo sirve para colgar cuadros en un museo o dedicarse a la bohemia como muchas veces se le estereotipa. El arte, así como la mecánica del trompo, es un continuo juego que nos mantiene atentos y curiosos frente a nuestra existencia.

Joseph Firbas: Está exposición nos permite ver propuestas de artistas contemporáneos que han utilizado de manera creativa el soporte de un trompo. El trompo es el símbolo de Puckllay y nos permite lúdicamente crear y apoyar un proyecto maravilloso que generará cómo una bola de nieve más arte y más creación. Felicito a Anabelí Pajuelo, directora de Puckllay, por este emprendimiento desinteresado.

Morfi Jiménez y Joseph Firbas, también son parte de esta iniciativa.
Morfi Jiménez y Joseph Firbas, también son parte de esta iniciativa.

Morfi Jiménez: Tomé como punto de partida el principio básico del acceso a la educación y al arte como derechos fundamentales para todos los niños, representados por este domo-trompo protector, pero no visto de una manera paternalista sino por lo contrario como alegoría del arte y la educación como formadores de seres humanos más fuertes, más capaces y menos vulnerables.

Más información
"Trompo: arte y posibilidad infinita"

Lugar: en la Galería Tarsila do Amaral del Centro Cultural Brasil-Perú. Dirección: Calle General Borgoño 1156, Miraflores. Fecha: se inaugura el 7 de julio a las 6:30 p.m. y va hasta el 16 de julio. La subasta se realizará mediante la plataforma www.32auctions.com/trompos2022.

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