Van Gogh en Perú. Uno de los máximos exponentes del postimpresionismo llega a nuestro país a través de una exposición inmersiva de sus obras más reconocidas. Vincent Van Gogh, el recordado pintor neerlandés tuvo una vida complicada y murió sin gozar del reconocimiento social.
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Nacido en Zundert (Países Bajos) el 30 de marzo de 1853, Vincent Willem fue hijo de un pastor protestante. Sufrió debido a que fue considerado como el ´reemplazo´ de un hermano que nació muerto justo el mismo día, pero en 1852 y llevaba su mismo nombre.
Van Gogh fue un niño solitario, y por ello no asistía con regularidad a la escuela; lo cual provocó que la abandonara con tan solo 15 años. Con el pasar del tiempo, el pintor forjó un carácter difícil y una personalidad inestable, etapa que él mismo describió como “triste, fría y estéril”.
Inicios de su profesión
Vincent encontró su pasión por la pintura mientras trabajaba como aprendiz en Goupil & Co., una compañía internacional de comercio de arte de La Haya donde su tío era socio. Ahí se convirtió en seguidor de artistas como el holandés Rembrandt y el francés Millet.
Posteriormente fue enviado a Londres, donde sufrió su primer rechazo amoroso por parte de Úrsula Loger, hija de los dueños de la pensión donde se alojaba. Esta crisis ocasionó también su despido de la compañía.
Van Gogh tentó su suerte, pero no logró ser admitido en la Facultad de Teología protestante de Ámsterdam. Por ello, decidió ingresar a la escuela evangélica y fue enviado a una misión a Borinage (Bélgica). Durante ese tiempo se avocó al cuidado de los mineros, hecho que inspiró su posterior obra “Los campesinos comiendo patatas”.
Para 1880, Vincent decidió empezar su carrera como pintor. Sus trabajos sobre el lienzo proyectaron su personalidad; además de darle ese toque de realismo a partir de la vida cotidiana de las personas de bajos recursos. Una de sus obras más recordadas de sus inicios es “El tejedor”.
Al trasladarse a París (Francia) junto a su hermano Theo, Vincent experimentó con el neoimpresionismo gracias a su amistad con su compañero Paul Signac. Lucia Slater, pintora peruana y docente en la PUPC, dijo a El Comercio que la obra de Vincent responde a su pasión por plasmar sus vivencias.
“Se vuelca en una desesperación por tratar de plasmar toda su interioridad en sus paisajes, las figuras, su entorno y lo vuelca a hacer una pintura muy rápida, muy cargada y su textura define mucho de eso, más que todo de su sentir espiritual (…) La pintura de sus zapatos y su dormitorio tiene la misma carga de sus paisajes; entonces, los retratos, el trazo, las pinceladas son muy intensas”, resaltó.
Su traslado a Arles
Vincent llegó a la ciudad de Arles (Francia) en 1887, donde consolidó gran parte de sus obras: autorretratos, paisajes y pinturas con flores como “Los girasoles” o “La terraza de café en la Place du Forum”.
Este cambio de locación implicó dejar atrás a su hermano Theo, quien fue su mayor apoyo. Slater enfatizó que “la presencia de uno de sus hermanos fue realmente un soporte determinante en su pintura. Fue el único que le compró un cuadro en toda su vida”.
Dentro de esta época, donde primaban los colores azul y amarillo, es que nació su obra “El dormitorio del artista en Arlés”. En una carta a su hermano, Vincent afirmó que “esta vez se trata únicamente de mi habitación; sólo que aquí el color ha de serlo todo, y su simplificación, que da una mayor grandiosidad a las cosas, pretende evocar el descanso o el sueño en general. En una palabra, al mirar el cuadro debería reposar la mente, o más bien la imaginación”.
A la misma ciudad llegó su compañero y amigo Paul Gauguin, y vivieron juntos durante una época. Pero, según el registro, no llevaron muy bien la convivencia.
Perdió la oreja
Uno de los episodios más recordados de la vida de Van Gogh es tal vez el día en que se cortó la oreja. Era diciembre de 1888 y existen varias versiones alrededor de este suceso. Una de ellas es que, tras una fuerte discusión con Gauguin donde lo llegó a atacar con una navaja de afeitar, Van Gogh se arrepintió y se cortó el lóbulo de la oreja. Tras ello, se lo entregó a su compañero, pero este lo tildó de loco y se acabó la convivencia.
Otra de las versiones dice que el entonces treintañero se cortó la oreja, llegó hasta la puerta de un burdel y se lo entregó en un paquete a una de las chicas. De ahí que Van Gogh fuera encontrado en su cama durante la mañana de la víspera de Navidad, con varios trapos ensangrentados que envolvían su cabeza. La Policía pensó que había fallecido, pero no fue así.
Pero, ¿por qué tomó esa decisión? No hay una respuesta clara. Lo único cierto dentro de esta historia es que Vincent perdió parte de su oreja, hecho que fue plasmado en su obra “Autorretrato con la oreja cortada y pipa” de 1889, donde se le ve con la oreja vendada y fumando una pipa con expresión melancólica.
En mayo de 1889, y tras la visita de su hermano Theo en Arles, el pintor decidió ingresar al hospital psiquiátrico de Saint-Rémy-de-Provence, donde estuvo internado por un año.
Súbita muerte
Se conoció Van Gogh, durante sus últimos meses de vida, pintó alrededor de quinientas obras. Durante 1889 sufrió varias crisis emocionales que lo llevaron a tener arrebatos de desesperación -según el crítico de arte Robert Hughes-.
Esto desencadenó una profunda depresión que acabó con su vida el 29 de julio de 1890. Según las versiones oficiales, el 27 de julio, Vincent Van Gogh se encontraba en un paseo por el campo cuando sacó un revólver y se disparó en el pecho. Esto no lo mató de inmediato, y llegó hasta su hogar –la pensión Ravoux- donde murió a los dos días, en los brazos de su hermano Theo, el único familiar incondicional que tuvo en su vida.
“Yo arriesgué mi vida por mi obra, y mi razón destruida a medias”, es lo que decía la última carta que dejó Van Gogh.
¿Por qué continúa vigente?
A pesar del tiempo transcurrido, el trabajo realizado por el pintor, que involucra más de 30 autorretratos entre 1886 y 1889, ha logrado continuar vigente a través de los años. ¿A qué se debe tal reconocimiento? Para la pintora peruana Lucia Slater, es una cuestión de significado detrás de las obras.
“Hay una fuerza interna en las paletas que se eligen y lo que se dice al final, la forma de expresar y representar una idea, un tema de composición, es tan intenso que te contrasta y te conmueve. No solamente la obra digitalmente como ahora (…) La experiencia que yo he tenido de ver la obra presencialmente en un museo en Londres es fuertísimo. Como pintora, te provoca tocar, sentir. Sentir la textura te hace pintar con él. Es como atrapar y robarte su energía del cuadro para entender por qué haces esto”, recalcó.
Por su parte, el crítico de arte, Gustavo Buntinx, considera que el hecho de que la obra de Van Gogh sea auténtica es uno de los factores que lo mantienen vigente; a pesar de sus intentos por ´domesticarla´. “Cuando uno enfrenta un verdadero cuadro de Van Gogh, el golpe sensible se mantiene ahí vigente, radiante. La otra razón por la que mantenemos nuestro interés es por la impresionante historia de vida que la acompaña y nos ayuda a entender (su obra)”, dijo a este Diario.
Agregó que es necesario entender la circunstancia de psicosis por la que atravesó el artista, para poder apreciar su trabajo. “No olvidemos que Van Gogh era una persona con serios desarreglos psicológicos que logró una gran obra, pero esa gran obra no fue lograda debido a su delirio, sino gracias al combate con que él lo enfrenta. No todas las personas con problemas mentales logran cambiar para siempre la historia del arte. Había algo singular y específico en la experiencia de Van Gogh y eso es lo que hace mantener su lugar inaccesible en la historia del arte, a pesar de todos los esfuerzos por convertirlo en una anécdota retórica más bien comercial”, puntualizó el crítico de arte.
Gustavo Buntinx resalta que el desafío radical que Van Gogh impone es “atrevernos a pensar en un arte de necesidad interior; es decir, un arte que no responde a una necesidad de fama y fortuna o a un disciplinado sentido de hacer carrera, sino de una entrega y compromiso a la pulsión objetiva”, finalizó.
Llegada a Lima
Las obras de Vincent Van Gogh se exponen en diferentes ciudades del mundo y en marzo de este año llegarán por primera vez a nuestro país. “Beyond Van Gogh, The Immersive Experiencie” llega a Lima desde el primero de mazo.
La exposición inmersiva y multisensorial incluye la proyección de las obras de arte más importantes del pintor, tales como “La Noche Estrellada”, “Los Girasoles” y “El Trigal con Cuervos”. Esta se llevará a cabo en la Sede Legado de la Videna (San Luis) y la venta de entradas se realiza a través de la web de Teleticket.
“Usando sus sueños, sus pensamientos y sus palabras para impulsar la experiencia como una narrativa, nos movemos a lo largo de paredes envueltas en proyecciones envueltas en luz, color y formas que se arremolinan, bailan y reenfocan en flores, cafés y paisajes”, precisaron los productores del evento.
Cabe recordar que la muestra ha sido elaborada por el director creativo Mathieu St-Arnaud y su equipo de Normal Studio de Montreal. St-Arnaud ha trabajado como diseñador del Cirque Du Soleil y para megaestrellas como Justin Timberlake, The Killers y Linkin Park.
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