Juan Carlos Fangacio Arakaki

Hay una fotografía muy conocida que se ha vuelto casi un meme. De un lado del sofá aparece sentado ; del otro, Mick Jagger. Y en medio de ambos la cantante y actriz británica Marianne Faithfull, muy coqueta y sonriente conversándole al francés y dándole la espalda a un aparentemente aburrido Mick. “Cuando eres el líder de los Rolling Stones, pero el otro es Alain Delon”, dice la frase que acompaña la muy elocuente imagen.

Puede parecer una escena superficial o descontextualizada, pero sintetiza bien lo que fue el ícono que acaba de fallecer en París, a los 88 años. El epítome del atractivo varonil, el rostro más bello del cine durante décadas, el galán capaz de cautivar a cuanta belleza le pasara por el frente. Delon fue un actor soberbio, sí, pero no necesariamente fueron sus dotes interpretativos los que lo definieron. Fue su ‘sex appeal’, su magnetismo dionisíaco, lo que lo encumbró en lo más alto de una generación de estrellas resplandecientes.

Camino a la gloria

Nacido en la capital francesa, en 1935, Delon fue parte de una familia de clase alta, pero esta se desintegraría más pronto que tarde. Sus padres se separaron y él pasó a vivir con una tutela adoptiva, luego alternándose entre la casa paterna y la materna, hasta terminar en un internado donde forjó una personalidad arisca y rebelde. A los 17 años hizo el servicio militar en la Marina de su país e incluso llegó a pelear en la Guerra de Indochina (hoy Vietnam).

El cine, sin embargo, lo estaba esperando. De vuelta en Francia, empezó a moverse con desenfado en varios círculos artísticos, haciendo gala de sus evidentes encantos, y las oportunidades le llegarían con relativa facilidad. No necesitó estudiar actuación: había nacido con el rostro perfecto como para acaparar un primer plano.

Fue en esos primeros años que conoció a su colega y amigo Jean-Paul Belmondo (una de las estrellas fetiche de Jean-Luc Godard). Con el correr de las décadas, las comparaciones y contrastes entre ellos sirvieron para trazar a dos estereotipos actorales: si Belmondo era la personalidad irreverente, Delon era el galán clásico; si Belmondo tenía el tabique torcido y la mandíbula algo desencajada, Delon ostentaba facciones como cinceladas por los dioses. Ninguno era necesariamente mejor que el otro, solo dos lados de una misma moneda en el cine francés.

Y así fueron llegando sus mejores papeles: el de “Purple Noon”; los de “Rocco y sus hermanos” y “El gatopardo”, ambos bajo las órdenes de Luchino Visconti; “El eclipse”, de Michelangelo Antonioni, junto con la deslumbrante Monica Vitti; la notable “Le samouraï” de Jean-Pierre Melville y “El otro señor Klein” de Joseph Losey; o en la más conocida cinta de su paso por Hollywood, “Mando perdido”, al lado de Anthony Quinn y Claudia Cardinale.

Con el correr de las décadas, Delon fue haciendo menos papeles. No es que perdiera impacto, pero su inamovible talante quedó sellado a fuego gracias a su obra de los 60 y 70. En 1984, curiosamente, estrenó la única película que le permitiría ganar un Premio César como mejor actor: “Nuestra historia”, dirigida por Bertrand Blier. Sin contar los premios honoríficos a su trayectoria que vendrían después, ese fue uno de los pocos reconocimientos importantes que recibió en el pico de su actividad.

Leyenda de otro tiempo

Así como fue adorado como actor, Alain Delon también fue severamente cuestionado como persona. Y por varias razones. Una de ellas, por ejemplo, fue la paternidad nunca reconocida de Ari Boulogne, el hijo que tuvo con la cantante, actriz y modelo alemana Nico. El niño fue buena parte de su vida criado por su abuela –la madre de Delon–, y hasta su adultez buscó el reconocimiento del actor, pero este siempre lo negó. Ari murió en mayo del 2023, por una sobredosis de heroína.

Delon fue muy criticado también por su simpatía con el Frente Nacional, partido de ultraderecha francés, así como por sus habituales y actitudes machistas y homofóbicas (a pesar de que en algún momento se ventilaron sus supuestas relaciones con otros hombres). En el 2019, cuando el Festival de Cine de Cannes decidió concederle la Palma de Oro por su carrera, diversos movimientos feministas se mostraron en contra.

En ese sentido, el diario francés “Libération” ha descrito a Delon como un “símbolo de una masculinidad sombría”, que hasta sus últimos años generó controversia. En cierto momento, Delon decidió vender casi todo su patrimonio (unos US$275 millones, según cifras difundidas por diversos medios) para evitar que sus hijos peleen por la herencia. También fueron polémicas sus declaraciones a favor de la eutanasia y de su eventual aplicación, que motivó una fuerte discrepancia entre sus herederos.

Tras varios años de enfermedad y aislamiento, Delon murió el último 18 de agosto. “Alain Fabien, Anouchka, Anthony y (su perro) Loubo están profundamente tristes de anunciar el fallecimiento de su padre”, reza el comunicado difundido por la familia del célebre actor. Una figura titánica, contradictoria, pero muy propia de su tiempo. Uno de los hijos más representativos del estrellato típico del siglo XX.

El actor francés Alain Delon posa durante un photocall antes de recibir la Palma de Oro Honoraria en la 72ª edición del Festival de Cine de Cannes, en el sur de Francia, el 19 de mayo de 2019 (Foto: CHRISTOPHE SIMON / AFP)
El actor francés Alain Delon posa durante un photocall antes de recibir la Palma de Oro Honoraria en la 72ª edición del Festival de Cine de Cannes, en el sur de Francia, el 19 de mayo de 2019 (Foto: CHRISTOPHE SIMON / AFP)
/ CHRISTOPHE SIMON
Una estrella en Lima

En el verano de 1965, la temperatura en Lima subió aún más por unos pocos días debido a la visita de Alain Delon. El astro francés aterrizó en nuestro país para promocionar dos películas que había estrenado en 1964, “L’Insoumis” de Alain Cavalier y “The Yellow Rolls-Royce” de Anthony Asquith.


En todo momento estuvo acompañado por su esposa Nathalie Delon (con quien se había casado solo un año antes y de la que se divorciaría cuatro años después). Vestido de impecable terno, Delon atrajo flashes, firmó autógrafos y respondió preguntas en una conferencia de prensa en la que estuvo al lado del gran Pepe Ludmir.


También pasó por los sets de Panamericana Televisión, donde lo acompañaron Ludmir, y los recordados Humberto Martínez Morosini y Norma Belgrano.