Director y figura destacada, Aldo Miyashiro estrenó su segunda película. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Director y figura destacada, Aldo Miyashiro estrenó su segunda película. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Juan Diego Rodríguez

Para dirigir "Once machos", Aldo Miyashiro tuvo como referencias a "Escape a la victoria" (donde Sylvester Stallone y Pelé compartieron pantalla), "Metegol" de Campanella y "El Chanfle" de Chespirito. "Las películas deportivas tienen parámetros, así que no hay mucho que inventar", dice Miyashiro sobre la cinta que se estrenó ayer y en la que narra la historia de un grupo de amigos de barrio que apuestan todas sus pertenencias a que ganarán un partido de fútbol.

¿Cuáles fueron tus referentes para hacer "Once machos?
"Escape a la victoria" [en donde Sylvester Stallone y Pelé comparten pantalla], que la debo haber visto más de 25 veces. Siempre la reviso y me emociono cada vez que la veo. También he visto "Metegol" de Campanela, la española "El penal más largo del mundo", la venezolana "Broders" y "El chanfle", aunque de hecho hay un montón de otras referencias.

¿Hay planos o escenas en particular que hayas tomado de ellas?
No, creo que las películas deportivas tienen parámetros, por lo que no hay mucho que inventar. Solo hay que crear un clima de verosimilitud para que el público pueda comprarse la historia. De hecho, hicimos un preestreno y los niños vieron la película como si fuera un partido de Perú: gritaban los goles y en un momento se pusieron a llorar. Fue muy bacán.

La verosimilitud se contrapone con lo que el cine nacional ha mostrado últimamente. Podríamos hablar de la caricaturización que se vio en "Gemelos sin cura" o "Cebiche de tiburón"...
De hecho que en "Once machos" hay personajes más exagerados que otros. El que yo personifico es un profesor de colegio que todos los días sale corriendo para entrenar con el equipo del barrio; Pietro [Sibille] es un padre soltero que tiene un restaurante y cuya pasión es el equipo; hay unos muchachos que hacen malabares y van pintados a jugar... El universo es de 30 personajes, unos más extremos que otros, pero creo que la identificación va a ser muy rápida y los que la vean van a decir 'yo soy así', 'él es así'. Se verán problemas familiares, pero sin irme al extremo como otras veces. 

¿Qué es lo que esperas lograr con "Onche machos"?
Que la gente se divierta. Mis hijos siempre me reclaman que no pueden ver mi trabajo, así que decidí hacer algo al respecto. La idea nació, me parece, en el cumpleaños de Haysen [Percovich] y nos dimos cuenta que queríamos hacer algo con todos los amigos. El problema era que somos como 20 patas, pero el fútbol fue la solución.

¿A qué se debe que prefieras tener rostros conocidos en tus películas?
En realidad, es porque esos rostros conocidos son mis amigos. Con "Onche Machos" quise hacer una películas con mis patas y si te das cuenta se repiten como 8 de ellos desde "Misterio", que con el tiempo se hicieron conocidos. También hay nuevos amigos como Daniel Peredo o Cristian Rivero, a quien conocí en "Atacada".

¿Yaco Eskenazi?
Ya había interactuado con él en varios lugares y es un tipazo que rompe con todos los prejuicios, que yo nunca he tenido, de los chicos 'reality'. Además, acaba de terminar el taller de Roberto Ángeles y está buscando una oportunidad. Tenía una ventaja sobre varios: ha jugado fútbol profesional. Para hacer una película como ésta ese es un requisito importante porque hay que grabar y repetir muchas veces.

"Atacada" también tuvo muchos rostros conocidos.
Los rostros conocidos eran de periodistas que salían dos minutos y que a mí me servían como un golpe de verdad. Siempre he pensado que cuando los actores hacen de periodistas sale mal, por eso decidí que los periodistas de verdad hagan de periodistas.

¿Y Beto Ortiz?
Cuando lo llamé para que sea parte de "Atacada" me dijo "sí, pero qué lindo sería actuar". Y justo tenía un doctor y una doctora con unos cuántos textos y los reté, a él y a Milagros Leiva, a hacerlo. Entiendo por donde va tu pregunta, pero llamar a personas conocidas no te asegura nada en cuanto a taquilla.

¿Cómo tomaste los comentarios de la crítica sobre "Atacada"?
A ver... La crítica fue durísima, pero eso también me alegró porque mostraba cierto interés. Yo las leí y parecía que fuera mi sexta película y sobre un tema bastante complicado con el que logré, creo, una campaña importante. Las críticas las leo todas, incluso las más duras, y lo máximo que pueden lograr es malograr mi la tarde, pero al día siguiente voy a seguir trabajando. No voy a parar por un mal comentario. El ideal sería hacer una película que sea vista por muchos y que tenga buenas críticas. Es complicado conseguir eso, ojala en algún momento se dé.

Parte del elenco de "Once machos".
Parte del elenco de "Once machos".

¿Qué preferirías tener: taquilla o buenas críticas?
Una película que la gente recuerde. Que la gente hable de ella, que en las reuniones alguien diga que se río o conmovió con algunas escenas...

Eso es taquilla, asistencia.
Sí, puede ser. Con "Atacada" logramos un estándar increíble. En promedio, los dramas en el Perú llevan 15 mil espectadores. Hay excepciones como los 80 de "Magallanes", 60 de "El elefante desaparecido" o los 40 de "La última tarde" o "El Evangelio de la carne". Nosotros llevamos 120 mil y lo hicimos de la forma más honesta posible. Antes de esa película nunca había recibido tanta cantidad de abrazos. Ni con el teatro. Eso es bonito y espero que alguien le haya movido algo o le haya hecho pensar.

Las críticas también vinieron por ese lado y afirmaron que te preocupaste más por crear una agenda que por narrar bien una historia. Algunos, incluso, cuestionaron si lo que habías hecho podría considerarse una película. En ese sentido, ¿qué es para ti una película?
Es una historia contada con imágenes. Yo soy alguien que va a aprendiendo a manejar un avión sin haber ido a la escuela. Estoy aprendiendo. Creo que "Atacada" fue una historia que se contó de manera especial que a muchos críticos les molestó y salieron a de manera furibunda, pero igual te digo, a pesar de todo, esa reacción gremial era emocionante. Me he encontrado con varios críticos en la calle y los he saludado. No pasa nada. No hay algo que alguien pueda escribir que me pueda detener.

Contenido sugerido

Contenido GEC