"La bella y la bestia": revisa nuestra crítica de la película
"La bella y la bestia": revisa nuestra crítica de la película
Sebastián Pimentel

Con el riesgo de sonar pomposo, prefiero empezar este comentario diciendo que la mejor versión de “La bella y la bestia” no proviene de Hollywood, sino de Francia, el país del que es originario el cuento popularizado por Jean-Marie LePrince de Beaumont. La película a la que me refiero la dirigió Jean Cocteau –quien también escribió el guion— en 1946. Obra maestra que bien deberían ver los fans de la historia, aunque puedan decepcionarse ante esas imágenes de cruda poesía y espíritu desgarrador en blanco y negro del autor de “Orfeo”.

Pues bien, que mencionemos el genio de Cocteau no significa que la nueva versión de Disney de “La bella y la bestia”, basada a su vez en su clásico animado de 1991, no sea una buena película. De hecho, no solo es buena, sino incluso mejor, en muchos aspectos, a la versión animada que tanto furor causó en su ya lejano estreno de más de veinticinco años atrás.

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La mezcla entre animación digital y actores de carne y hueso pocas veces se ha consolidado tan bien como en este caso. Un acierto inicial es, por supuesto, el reparto. Emma Watson, como Bella, es un personaje moderno, fresco, y complejo en su búsqueda de independencia y libertad. Intelectual, y aburrida de su pequeño pueblo, todos estos rasgos son acentuados en el perfil de un personaje que termina siendo algo borroso, tradicional y simplón en la versión original.

(En video: El tráiler del filme)

Todo el proceso de conocimiento entre la doncella y el monstruo solitario —personificado por Dan Stevens— condenado a serlo en su siniestro castillo, está también mejor desarrollado. A eso contribuyen los aportes al guion de Condon, Stephen Chbosky y Evan Spiliotopoulos. Ellos incorporan, además de nuevos temas musicales —provenientes de la versión teatral de Broadway de 1994—, unos flashbacks que cuentan algo del pasado de ambos protagonistas. Todo ello compenetra más a la pareja, que además no duda en intercambiar algunos secretos literarios en la gran biblioteca de la enorme estancia gótica.

“La bella y la bestia” es una fábula universal, ya ganada por una metáfora esencial —la belleza más allá de las apariencias—, pero que, como no podía ser de otra manera, en la versión de Hollywood está llena de música y humor. De hecho, según propias declaraciones, Bill Condon ha planteado el filme como un musical al mejor estilo de Vincente Minnelli —uno de los grandes maestros del género—. De allí el colorido exuberante, cálido y envolvente, que juega bien con unas cámaras siempre en movimiento.

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Se ha acusado a Condon de incorporar a un personaje gay: Le Fou (Josh Gad), como comparsa ambigua del villano Gastón (Luke Evans). Sin embargo, lejos de jugar a lo grotesco, hacen una interesante dupla cómica que combina machismo y feminidad. Gastón es un mejor villano que en la versión animada, mientras que Le Fou, en medio de su tono ligero, es más intrigante y autónomo.

Condon no solo se inspira en Minnelli. La tradición de coreografías y florituras visuales de Busby Berkeley anima la mejor secuencia del filme; aquella en la que los magníficos Lumière (Ewan McGregor), el candelabro, y Dindón (Ian McKellen), el reloj, sirven la cena para Bella. “La bella y la bestia” pudo ser más romántica y dramática, es verdad. Pero sus virtudes como musical entretenido y emotivo, así como de extremo cuidado en cada aspecto técnico y artístico, es contundente. La mejor tradición de Hollywood en una versión moderna y sin poca audacia.

FICHA TÉCNICA

Título original: “Beauty and the Beast”

Género: Romance, fantasía, musical.

País: EEUU, 2017

Director: Bill Condon

Actores: Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans, Josh Gad.

Calificación: 3.5 estrellas de 5.

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