La víspera de los X Premios Platino estuvo dedicada a la entrega de los galardones del público, en donde no hubo mayores sorpresas: como mejor película fue premiada “Argentina, 1985″ y su protagonista, Ricardo Darín, se quedó con el trofeo de mejor actor. La mejor actriz de cine fue Laia Costa de la española “Cinco lobitos”; y en el rubro de las series, triunfaron “Noticia de un secuestro”, Natalia Oreiro por su papel en “Santa Evita” y Guillermo Francella por “El encargado”.
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La ceremonia, sobria y rápida, también sirvió para que el actor puertorriqueño Benicio del Toro –premio de honor de esta edición de los Platino– respondiera a la prensa. Rememoró algunas de sus primeras películas, como “Huevos de oro” (1993) de Bigas Luna.
“Yo recuerdo que al viejo mío [a su padre] le encantaba esa película. Y cuando uno empieza como actor, normalmente la familia no está de acuerdo con eso. La familia no suele estar contenta… Ser actor era como una cosa rara. Ahora es un poco distinto [risas]”.
“Yo empecé mi carrera y me pidieron que me cambie de nombre, entre otras cosas –contó Del Toro–. En Hollywood, la mayoría de los cuentos y de las historias no están diseñadas para las minorías. Pero yo también tenía amigos latinoamericanos y me preguntaban si no me molestaba que me encasillaran como latino”.
Del Toro recordó también su trabajo junto a grandes cineastas, y destacó en particular el nombre del estadounidense Oliver Stone. “Es un cineasta al que yo admiraba mucho. Y luego, cuando me tocó trabajar con él, empecé a admirarlo aún más”, dijo, al tiempo que destacaba su valentía para hacer un cine muy político dentro de una industria como la de Hollywood.
Consultado sobre cómo podría hacer la industria iberoamericana por seguir ganando espacios en el panorama cinematográfico mundial, Del Toro puso como ejemplo lo que viene ocurriendo recientemente en México –con los cineastas Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón como las figuras más visibles–, y señaló que más cineastas latinoamericanos deberían de aprovechar la riqueza cultural de la región.
En particular sobre el cine puertorriqueño, señaló que “sube y baja” y que “hay talento”, pero curiosamente destacó otra industria, la del reguetón, con representantes como Daddy Yankee, Don Omar, Nicky Jam y los más recientes casos de Bad Bunny o Rauw Alejandro. “Esa música ha llegado a todas partes del mundo. Creo que en algún momento a lo mejor se hace algo así en el cine. Pero por ahora es el reguetón”, concluyó.
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