Disney/Fox: ¿Cuál es el riesgo de la estandarización de las franquicias?

En los 70, desplegaron sus talentos magníficos realizadores como Martin Scorsese, Francis Ford Coppola o Peter Bogdanovich con un cine visceral, cuestionador, nostálgico o rebosante de sapiencia cinéfila. Esa década también fue decisiva para que George Lucas o Steven Spielberg apostaran visionariamente por el espectáculo. Lo que siguió no fue culpa de Lucas o Spiel-berg, sino de sus imitadores: la estandarización y la infantilización de Hollywood comenzaban a agudizarse. Y mucha agua ha corrido bajo el puente hasta llegar al panorama actual, en el que el espectáculo está copado por los superhéroes o por sagas como "Star Wars" que no se cansan de citarse a sí mismas. Las franquicias están por todos lados.

Ahora una buena cantidad de ellas se reunirán bajo una misma marca: ayer se anunció que Walt Disney cerró un acuerdo con Twenty-First Century Fox para adquirir sus estudios de cine y de televisión por US$ 52.400 millones. Así, Disney se convierte en el dueño de los derechos de ficciones como "X-Men", "Los 4 Fantásticos", "Avatar" o "Los Simpson". En los años anteriores, Disney ya había adquirido empresas del rubro audiovisual como Pixar, Marvel y Lucasfilm.

—El riesgo de la estandarización—
Este tipo de acaparamiento se presta a la sospecha: ¿el incremento de franquicias corporativas supervisadas por la misma empresa le restará espacio a las ficciones con un sello personal o de autor? ¿El negocio y la taquilla lo son todo? ¿Las fórmulas se seguirán reciclando ad infinitum? (el cineasta Alejandro González Iñárritu sugirió que la omnipresencia de los superhéroes era un "genocidio cultural"). Todo dependerá de la pericia y el poder de convencimiento de los valerosos y tercos creativos para seducir a los que toman decisiones y llegar a ese feliz punto medio que concilia el negocio con las propuestas renovadoras y las emociones. No todo está perdido: el excelente filme animado "Coco" –que aún sigue en la cartelera– es un ejemplo de cómo la creatividad y la originalidad pueden empatizar con el gran público.

Asimismo, estas movidas empresariales de la marca del ratón Mickey apuntan hacia otro objetivo: está previsto que hacia fines del 2019 Disney lanzará su propio servicio de streaming para competir con Netflix, Amazon y otras plataformas de este rubro. La era digital ha cambiado por completo las reglas del juego y la lucha en el mercado será despiadada.