En la próxima aventura de Disney, “Jungle Cruise”, el español es mucho más que una anécdota: El venezolano Edgar Ramírez encabeza un trío de villanos completado por Quim Gutiérrez y Dani Rovira en su salto a Hollywood.
La película, que se estrena este viernes y está dirigida por el también español Jaume Collet-Serra, narra el viaje por la jungla amazónica de una pareja de exploradores, encarnada por Dwyane “The Rock” Johnson y Emily Blunt, que se topan con un conquistador dispuesto a arruinar sus planes.
“Yo crecí viendo clásicos de Disney y muchas de sus películas moldearon mi amor por el cine. Me vi la saga de ‘Indiana Jones’ desde niño y es un registro que me encanta. El genero de aventuras está muy arraigado en la naturaleza humana”, asegura Ramírez en una entrevista con Efe.
“Jungle Cruise” es la nueva apuesta de la factoría de Mickey Mouse por el género de aventuras, una cinta que ha costado unos 200 millones de dólares y que surgió de una atracción de Disnelyland.
El proyecto espera repetir el éxito de “Pirates of the Caribbean” (Piratas del Caribe), también inspirada por otra instalación de sus parques temáticos.
“Estar en una película basada en una de las atracciones más emblemáticas de uno de los centros de entretenimiento más famosos del mundo es maravilloso”, cuenta el actor.
Ramírez se mete en la piel (y el acento) de un conquistador español que, tras buscar un tesoro con propiedades curativas, queda atrapado en la jungla durante siglos por una maldición.
Bajo el mismo hechizo permanecen sus dos acompañantes, Melchor (Gutiérrez) y Sancho (Rovira).
A principios del siglo XX, en pleno auge del Imperio Británico, los tres conquistadores españoles se encuentran con un grupo de exploradores liderado por una mujer (Blunt) dispuesta a romper todas las convenciones de la época y dar con esa reliquia a la que se atribuyen capacidades mágicas.
LLEGA AL CINE
Cuando comenzó la producción del filme, en 2017, la factoría fichó a Collet-Serra para hacerse cargo de la dirección y el cineasta llamó a Ramírez para el papel antagonista.
“No me gusta el termino de villano, porque sus razones eran nobles pero la vida es complicada y mi personaje termina cruzando líneas que lo acercan más a la oscuridad que todos tenemos”, valora Ramírez.
Collet-Serra ha apostado por un tono familiar que rinde homenaje a las primeras entregas de Indiana Jones y a cintas como “The Mummy” (La momia, 1999) o “Robin Hood: Prince of Thieves” (Robin Hood: Príncipe de los ladrones, 1991) para dar forma a una adaptación a la gran pantalla que ha estado plagada de obstáculos desde que Disney empezó a estudiar el proyecto en 2004.
El estudio quería hacer una película basada en una de sus atracciones más antiguas, inaugurada en 1955, pero su producción no comenzó hasta que pasó una década, cuando The Rock (Johnson) se sumó al equipo.
Más de cuatro años después, su estreno tuvo que aplazarse por la pandemia del coronavirus y, finalmente, la factoría llevará esta semana a los cines el título con la esperanza de que sea el punto de partida de una nueva saga cinematográfica.
Durante todo este proceso, la compañía también tuvo que actualizar la atracción de Disneyland para eliminar las representaciones de pueblos indígenas que aparecían en el recorrido que Walt Disney ideó a mediados del siglo pasado y que, vistas con la perspectiva actual, pecaban de racistas y caricaturizadas.
“Me gusta que Disney esté actualizándose con los tiempos -opina Ramírez-. Me parece importante lo que se hizo dentro de la atracción para ponerse a la altura del momento. Hay gente a la que le cuesta, pero los cambios es lo único permanente que existe”.
Con “Jungle Cruise” Hollywood ha tratado de hacer eso mismo: Una película de conquistas e imperios coloniales bajo la perspectiva del siglo XXI.