“El placer de los ojos”, programa cinéfilo por excelencia en el Perú, terminó una etapa con el retiro de su conductor Ricardo Bedoya tras 22 años al aire. Ahora el espacio se renueva con un nuevo rostro, el periodista cultural Juan Carlos Fangacio, quien comparte con su predecesor un amplio amor por el séptimo arte.
Fangacio trabaja para esta casa editora, precisamente en Luces, donde lleva a cabo las labores de subedición, así como de entrevistas y redacción. A solo unos días del regreso de “El placer de los ojos” este 18 de marzo a las 10 p.m., nos contó sobre el desafiante reto de sostener este espacio, lo nuevo que se viene en el programa y sus reflexiones sobre el estado del cine actual.
—¿Cuál fue el comienzo de tu relación con el cine?
Uno de los primeros recuerdos que tengo es ir a alquilar películas en VHS en la tienda de mi tío, donde veía filmes de Bruce Lee, películas de acción y por ahí se colaba algún drama. Luego, ya en la secundaria, empezó este anhelo de buscar títulos fuera de las que sugería tu papá o podrías ver en la tele, y es curioso porque uno de los lugares donde buscaba sugerencias era en “El placer de los ojos.”
Ya en mi etapa laboral he tenido un recorrido siempre ligado al cine. Mi primer trabajo fue en el cinematógrafo de Barranco donde me dedicaba a escribir la gacetilla de prensa que salían mensualmente. Luego, ya como periodista, empecé a escribir crítica de cine, primero en la revista Godard! y luego en otros medios como Perú 21 y El Comercio. Así he llegado a ser uno de los organizadores del Festival Iberoamericano de Cine Digital y he podido viajar a eventos como la Berlinale, todos estos espacios que fueron no solo de gran descubrimiento, sino de felicidad, porque el cine ha sido no solo un acompañante laboral, sino un disfrute.
—¿Cómo te convocaron para ser el conductor del programa?
Fue algo que nunca lo hubiera imaginado, porque mi mundo como periodista siempre ha sido el escrito. Hace un poco más de un mes y medio me contactaron desde la producción de “El placer de los ojos” a decirme que estaban haciendo un casting y que el propio Ricardo había sugerido mi nombre entre otros. Confieso que en un primer momento pensé no aceptar, porque no era lo mío, pero me quedó ese bichito de por qué no intentarlo. Creo que esa actitud me sirvió porque fui al casting sin demasiadas expectativas ni presiones, como si fuera a cumplir uno de los puntos de mi lista de deseos antes de morir. A la semana, y contra todo pronóstico, me llamaron para decirme que había sido elegido.
El trabajo sí me parece un reto, hasta cierto punto intimidante, pero pienso que si iba a incursionar en la televisión no hay otro espacio en el que me podría sentir más cómodo que “El placer de los ojos”, un programa de algo que disfruto y que domino hasta cierto punto.
—Ricardo Bedoya deja un gran vacío. ¿Cómo te sientes con esa responsabilidad?
Sí, es totalmente una valla altísima e importante. Hay respeto y hay admiración hacia él. De hecho, cuando me dijeron que él había sugerido mi nombre fue algo que de alguna manera me dio cierto respaldo y tranquilidad. Entiendo también que seguramente habrá comparaciones, eso es inevitable y normal, pero la idea es ir adaptándome a este nuevo reto y generar un estilo propio que se irá develando con el tiempo. Eso sí, sin perder la esencia de lo que es “El placer de los ojos”.
—¿Cuál es la esencia de “El placer de los ojos”?
Es un programa que piensa en cine, que tienen una opinión definida, que fomenta mucho el cine peruano para que vaya cada vez creciendo más y que no tiene miedo de mirar películas de todas las procedencias y todos los géneros, desde las producciones más independientes hasta el glamur del Óscar. Las únicas distinciones que hacemos dentro del cine es que sea bueno o sea malo
—¿Habrá cambios en el programa?
El formato que estamos trabajando mantiene muchas de las cosas anteriores. Tendremos un informe central sobre un tema de coyuntural de actualidad y una entrevista más o menos a fondo con personajes relevantes al cine. Además, tendremos una sección de conversación acerca de la cartelera actual que se hará también con personajes invitados, aunque estos no necesariamente ligados al mundo del cine como escritores y cantantes.
De ahí tendremos una especie de diccionario cinéfilo, un glosario en que vamos a tratar de explicar en palabras sencillas términos que uno escucha a menudo, pero que puede no saber con exactitud que significan como qué es un cameo o un flashback. Y, por supuesto, tendremos coberturas especiales cuando lo amerite. Nosotros justo vamos a estrenar el programa el 18 de marzo, una semana después del Óscar, así que ahí vamos a comentar un poco lo que pasó en la gala. También esperamos con ansias el Festival de Cine de Lima y otros festivales que por suerte están apareciendo en el Perú como el Festival de Cine Al Este, Lima Independiente y Lima Alterna.
—¿Cuál crees que debe ser el rol de un programa como “El placer de los ojos” en la televisión?
Creo que un espacio cultural como este, que ha durado 22 años, es importante porque no solo el cine es entretenimiento, sino que también educa, abre la mente a diferentes miradas, opiniones y visiones que te llevan a la contemplación si estás solo o provoca discutir y comentar si estás acompañado. Y creo que es este tiempo de reflexión la que se traslada al programa. Además, este espacio invita a rescatar la diversidad de la oferta del cine en tiempos donde la cartelera está homogeneizada.
—¿Cómo se competirá con los ‘tiktokers’ y ‘youtubers’ que también han ganado espacio hablando de cine?
No sé si lo vería como una competencia, porque cada uno de estos comentaristas tiene su propio espacio. A pesar del auge de las redes sociales, yo que la televisión sigue teniendo un gran poder y me parece que programas como “El placer de los ojos” te permiten cierta profundidad, cierta pausa, para reflexionar sobre temas ligados al cine que a veces se pierde en el frenesí o la celebración de las redes sociales.
—¿Cómo ves el estado de la industria cinematográfica actualmente?
Estamos en una situación paradójica donde la oferta cinematográfica nunca ha sido tan amplia y con tantas formas de accesos con plataformas de streaming como Netflix y Mubi, pero donde si tu revisas la cartelera ves que tus opciones son muy reducidas. No hay gran variedad, salvo en algunos espacios como cineclubes o el circuito alternativo, para ver un filme en una sala de manera colectiva, una tradición que se está perdiendo y creo que tenemos que recuperar, espero con al menos una parte de la diversidad de oferta que vemos en el internet.
—¿Qué es tan esencial de la experiencia en las salas de cine?
Es irremplazable. Yo también veo muchas películas en mi casa, pero si tengo si hay una película que al mismo tiempo está en una plataforma o está en una sala de cine, definitivamente elijo la segunda opción. La sala de cine te da la posibilidad de emocionarte colectivamente, escuchar un suspiro por allí o ver a la gente conmovida o riéndose al salir de la sala. El poder ir con alguien, salir juntos a caminar e ir a tomar algo para seguir hablando de una película, para seguir pensándola. La posibilidad de perderte en una película que no te da estar en tu hogar, donde puedes ponerle pausa a la cinta en cualquier momento porque alguien tocó el timbre o te distrajiste por un mensaje de WhatsApp. Esa inmersión de entrar a un espacio para desconectarte por una o dos horas a ver las imágenes en esa gran pantalla, en ese recinto oscuro, es para mí casi un acto de magia.
Película favorita: Voy a decir dos: “Luces de la ciudad” de Charles Chaplin y “Close-Up” de Abbas Kiarostami
Director preferido: Abbas Kiarostami
La actriz o el actor de la que no te pierdes ninguna película: Juliette Binoche
La primera película que te acuerdas haber visto: “El rey león”.
Género favorito: No tengo uno.
La película que nunca volvería a ver: Varias, supongo. Pero ninguna que recuerde en particular.
La mejor experiencia cinematográfica de tu vida: Una proyección de una versión restaurada de “Viaje a la Luna” de Georges Méliès en el Festival de Cine de Buenos Aires. Sentí en un momento como si hubiésemos viajado en el tiempo a 1902 para ver nuevamente la proyección inicial de la película, donde el público descubría la magia del cine.
El programa regresará este 18 de marzo a las 10 p.m. por la señal de TV Perú.