ALBERTO SERVAT
A propósito del estreno de “12 años de esclavitud” repasamos algunas películas que trataron el tema de la esclavitud. No siempre de la manera correcta pero reflejando, sin duda, las ideas de sus autores y de sus respectivas épocas. Una triste historia de clichés, lugares comunes, excesos de romanticismo y poco sentido de la dignidad humana.
1915: EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN
“The Birth of a Nation”, de David W. Griffith. Guión de D.W. Griffith y Frank E. Woods, basado en la novela y obra teatral de Thomas F. Dixon. Intérpretes: Lillian Gish, Mae Marsh, Henry B. Walthall, Miriam Cooper, Wallace Reid.
La más grande película de los albores del cine americano es también una cinta tremendamente controvertida que ha despertado las mayores pasiones y, cómo no, el odio de muchos activistas de las causas sociales. Toda la inventiva del maestro Griffith –el filme es un prodigio narrativo– se encuentra al servicio de una historia que mira con nostalgia los viejos días de la esclavitud y que considera la Guerra de Secesión como el final de una vida idílica. El discurso es tan contundente que es el Ku Klux Klan termina siendo la fuerza moralizante y heroica, capaz de poner orden y devolverle la dignidad a los sureños. No en vano la obra original en la que se basa el guión se titula “ The Clansman: A Historical Romance of the Ku Klux Klan”.
1936: SHOW BOAT
“Show Boat”, de James Whale. Guión de Oscar Hammerstein II, basado en su propia versión teatral de la novela de Edna Ferber. Intérpretes: Irene Dunne, Allan Jones, Charles Winninger, Helen Morgan, Hattie McDaniel, Paul Robeson.
Un historia de amor con canciones de Jerome Kern y una interminable travesía por el río Mississippi. Podría pensarse que es simplemente una fantasía o puro entretenimiento. Pero no es así. El argumento proviene de una novela de Edna Ferber, una escritora de extensas novelas de época pero que supo introducir elementos antirracistas en cada una de sus escritos. En esta oportunidad es a través de la música que los personajes logran expresar sus sentimientos y ninguna canción es más significativa para el lamento de toda una raza que “Ol’ Man River”, interpretada por Paul Robeson. Entre las muchas historias de las que somos testigos durante la travesía del teatro flotante también está la de Julie, una cantante que oculta que es mulata. Al revelarse su secreto se convierte en prófuga de la justicia por intentar casarse con un hombre blanco.
1938: JEZEBEL
“Jezebel”, de William Wyler. Guión de Clements Ripley, Abem Finkel y John Huston, basado en la obra teatral de Owen Davis. Intérpretes: Bette Davis, Henry Fonda, George Brent, Fay Bainter, Margaret Lindsat, Donald Crisp, Richard Cromwell.
Más allá del aparente romanticismo de esta película, encontramos el estudio de la neurosis de una mujer incapaz de cumplir con las reglas sociales de su tiempo. Julie (Bette Davis), la protagonista, es tan audaz e impetuosa que viste de rojo en el baile de las debutantes y no se siente incómoda al ingresar sin compañía en un banco (en una época donde las mujeres no osaban acercarse a un lugar así). En el colmo de sus excentricidades, Julie deja a un lado a sus aristocráticos invitados a su plantación y prefiere cantar junto a sus esclavos, encontrando refugio entre ellos. “Jezebel” es un filme inteligente –incluso el personaje de Henry Fonda tiene un discurso político contundente sobre la abolición de la esclavitud– pero mantiene los viejos clichés con los esclavos fieles, las mucamas tontas y todo lo demás. La escapada de la protagonista con sus esclavos solo sirve para enfatizar su carácter indomable.
1939: LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ
“Gone With the Wind”, de Victor Fleming. Guión de Sidney Howard, basado en la novela de Margaret Mitchell. Intérpretes: Vivien Leigh, Clark Gable, Olivia de Havilland, Leslie Howard, Hattie McDaniel, Ann Rutherford, Evelyn Keyes, Butterfly McQueen, Victor Jory, Thomas Mitchell, Barbara O’Neil.
La más amada de las películas de la Edad de Oro de Hollywood mantiene también las ideas nostálgicas sobre el Viejo Sur. En esta poderosa saga sobre la Guerra Civil y la Reconstrucción de Atlanta, los viejos modelos de “El nacimiento de una nación” siguen vigentes aunque ya se estaban imponiendo otros criterios. David O. Selznick, productor del filme y su verdadero autor, ordenó específicamente que no debería mencionarse el nombre del Ku Klux Klan y mucho menos delatar que todos los protagonistas masculinos de la película pertenecían a dicha asociación, como sucede en la novela original. Pero más allá de ello, la idea del buen amo y los esclavos fieles se mantuvo intacta. De manera que una de las películas más famosas de la historia de Hollywood no hizo sino continuar con un discurso retrógrado, inhumano y equivocado.
1957: BAND OF ANGELS
“Band of Angels”, de Raoul Walsh. Guión de John Twist, Ivan Goff y Ben Roberts, basado en la novela de Robert Penn Warren. Intérpretes: Clark Gable, Yvonne de Carlo, Sidney Poitier, Patric Knowles, Andrea King.
A fines de los años 50, cuando el mundo enfrentaba nuevos problemas y las causas sociales comenzaron a remecer la escena artística e intelectual, el sistema industrial de Hollywood mantuvo sus antiguos esquemas. No sabemos a ciencia cierta cuál era el interés de los productores o de Raoul Walsh, un maestro de la vieja escuela, por llevar este argumento con alegatos tan contundentes en contra de la esclavitud y el racismo. Pero el resultado, una vez más, vuelve a ser un romance antes que nada. Yvonne de Carlo interpreta a una mulata que, por azares de destino, es devuelta a la esclavitud. Claro, su belleza enfrenta a dos ricos propietarios de plantaciones. La consciencia del filme está personificada en Sidney Poitier, como el esclavo fugitivo que decide rebelarse. Hay intención de sacar adelante un discurso humanitario pero la pasión entre la esclava blanca y Clark Gable distorsiona todo el resultado.
1975: MANDINGO
“Mandingo”, de Richard Fleischer. Guión de Norman Wexler, basado en la obra teatral de Jack Kirkland y la novela de Kyle Onstott. Intérpretes: Ken Norton, James Mason, Susan George, Perry King.
En un intento por contar la verdadera historia de la esclavitud en Estados Unidos, los realizadores de esta cinta la llevaron a los extremos del sensacionalismo. Sexo y violencia en extremo en la historia de un esclavo mandingo que despierta los deseos sexuales de las sureñas y el odio más intenso de los terratenientes. La cinta causó revuelo principalmente por el tema sexual pero si la vemos con atención encontraremos una voluntad muy firme por denunciar y desmitificar la nostalgia por la sociedad estadounidense previa a la Guerra de Secesión.
1989: TIEMPOS DE GLORIA
“Glory”, de Edward Zwick. Guión de Kevin Jarre, basado en los libros de Lincoln Kirstein y Peter Burchard, y en las cartas del coronel Robert Gould Shaw. Intérpretes: Matthew Broderick, Denzel Washington, Caryl Elwes, Morgan Freeman, Jihmi Kennedy, Andre Braugher.
Las vivencias del primer batallón de combatientes negros durante la Guerra de Secesión es el argumento de esta poderosa película de Ed Zwick. Un capítulo de la historia estadounidense que pocos conocen. Matthew Broderick interpreta al coronel Robert Gould Shaw, cuyas cartas sirven de narración y fondo a la película. Por supuesto, son las historias de los soldados la columna vertebral y emocional del filme. Denzel Washington obtuvo el primer Oscar de su carrera por esta cinta. La cinta contiene momentos memorables y un discurso directo sobre la condición de esclavitud. Y, más allá de eso, denuncia las prácticas racistas de los hombres de la Unión.
1997: AMISTAD
“Amistad”, de Steven Spielberg. Guión de David Franzoni. Intérpretes: Matthew McConaughey, Morgan Freeman, Anthony Hopkins, Djimon Hounsou, Nigel Hawthorne, Anna Paquin.
El director Steve McQueen considera que “Amistad” no es un filme sobre la esclavitud. Y en cierta forma tiene razón. Es más bien la historia de un proceso legal sobre un naufragio en tierras estadounidenses… Sin embargo, el barco en cuestión transporta esclavos. A partir de entonces es que entramos en contacto con las prácticas del comercio de seres humanos, desde que son cazados como animales en África hasta su llegada a los mercados de esclavos. Y, sobre todo, el inhumano viaje del que son protagonistas. Todo ello queda en la periferia de la película y una vez expuesta la situación pasamos a un episodio de enfrentamientos entre las partes, con fuertes argumentos políticos y legales. Es entonces que la historia pierde fuerza y, tal como afirma McQueen, la cinta se distancia del tema de la esclavitud.
2012: DJANGO SIN CADENAS
“Django Unchained”, de Quentin Tarantino. Guión de Quentin Tarantino. Intérpretes: Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio, Kerry Washington, Samuel L. Jackson.
Genial e irreverente, Tarantino rinde tribute al spaghetti western y de paso nos da sus puntos de vista sobre el Viejo Sur y su principal sostén económico: la esclavitud. El filme es brillante plano a plano y su exposición de los males del racismo contundente. Felizmente Tarantino no es políticamente correcto y su discurso es tan apasionado que no teme en dar golpes a diestra y siniestra, exaltando otras formas de odio e intolerancia. Pese a todo, la historia de amor y venganza de Django (Jamie Foxx) es conmovedora y sentida, así como deleznables las prácticas de una sociedad basada en las desigualdades.