James Mangold es uno de esos directores de Hollywood que, pese a algunos fiascos —como Identidad (2003) o “Wolverine inmortal” (2013)—, ha logrado demostrar su talento con títulos como “Tierra de policías” (1997), “Johnny y June: Pasión y locura” (2005), o “3:10 a Yuma: misión peligrosa” (2007)—. “Contra lo imposible” se suma a lo mejor de un cineasta que ha hecho, del cine clásico, su fuente de inspiración fílmica.
En sintonía con una tendencia actual de la industria a fagocitar historias reales, esta vez la materia prima para la ficción se extrae de la amistad que marcó la vida del ex campeón de la carrera de las 24 horas de “Le Mans”, Carroll Shelby (Matt Damon), y Ken Miles (Christian Bale), piloto y mecánico de ascendencia británica instalado en EEUU después de haber peleado en la Segunda Guerra Mundial.
“Contra lo imposible” tiene de buddie movie, de película de amigos inseparables pese a tener personalidades contrastadas, relación que mezcla comedia y drama por igual. Pero también es como un western, ya que hablamos de una larga preparación para un enfrentamiento, un duelo final. En este caso, tanto Shelby como Miles trabajan para ganar juntos la carrera de “Le Mans”, en 1966, frente al rival representado por Enzo Ferrari.
Y si mencionamos todos estos géneros clásicos del cine americano, es para remarcar la naturaleza lineal, directa, la cadena vertiginosa de acciones que se dirige a un clímax donde los héroes se enfrentan a los villanos. Y acá, los “malos” están encarnados por la escuadra italiana de Ferrari (Remo Girone). Será este genio de los autos de lujo, cuya marca venía ganando el torneo de “Le Mans” varios años seguidos, quien declara la guerra.
En efecto, hay mucho de hazaña americana, de aventura de reivindicación del honor de una grupo de estadounidenses de distinta procedencia y clase social: están Carroll y el más humilde Miles, pero también el magnate de la industria automotriz Henry Ford II (Tracy Letts), quien decidirá vencer a Ferrari en “Le Mans”, luego de que este último diera muestras de profundo deprecio, frente a la oferta del primero, de comprar la marca italiana.
Mangold acierta en dos puntos: se deleita en la interacción muy masculina, ruda, competitiva y desafiante entre Shelby y Miles, algo que se logra gracias a las interpretaciones de Damon y de Bale. Este lado del filme recuerda las amistades conflictivas de los westerns de John Ford y de Howard Hawks. El otro punto es el aprovechamiento de la velocidad de las carreras de autos como gran dispositivo fílmico.
“Contra lo imposible” tiene de buddie movie, de película de amigos inseparables pese a tener personalidades contrastadas, relación que mezcla comedia y drama por igual.
Sobre ese último aspecto, el director de “Tierra de policías” parece haber estudiado muy bien otra cinta de carreras de autos, la estupenda “Rush: pasión y gloria” (2013) de Ron Howard. Y es que el cine, como arte del movimiento y el espacio, encuentra, en las cámaras subjetivas que simulan los viajes de los pilotos, un lugar de exploración del espectáculo, la adrenalina, pero también de reflexión sobre la fragilidad de la vida.
“Contra lo imposible” es un filme más complejo de lo que parece a primera vista. Tiene un lado de mirada histórica que recuerda las empresas de una guerra reciente —la Segunda Guerra Mundial—, el renacimiento del sueño americano —la marca Ford pasaba por un mal momento a inicios de los sesenta—. Pero, por otro lado, es un filme muy personal, que hace juego con “Johnny y June”, ya que este es también un poema romántico donde una pareja difícil lucha por lograr una victoria utópica. Los defectos del filme, relacionados al poco desarrollo de los personajes secundarios, no opacan para nada el fino ensamblaje de relojería que hace, de esta, una experiencia apasionante.
FICHA TÉCNICA
Título original: “Ford vs Ferrari”.
Género: Drama, biografía.
País y año: EEUU / Francia, 2019.
Director: James Mangold.
Actores: Matt Damon, Christian Bale, Caitriona Balfe, Tracy Letts, JonBernthal.
Calificación: 3 estrellas y media ( 3 y 1/2 ).