La actuación lo revitaliza. El incansable Gustavo Bueno (Lima, 1951) se nutre de sus innumerables personajes y de sus recuerdos más alegres [a los malos los recuerda como grandes enseñanzas, dice]. Desde un recodo de la residencial Las Nuevas Lomas de “Al fondo hay sitio”, en Pachacamac, el actor hace un vibrante viaje mental por su vigorosa carrera artística de más de 6 décadas en el teatro, cine y televisión. Rememora momentos inolvidables con el escritor Mario Vargas Llosa y el cineasta Pancho Lombardi. Afirma, además, que hoy más que nunca disfruta de sus tiempos libres y de su gran pasión: el fútbol.
Aunque actúa desde los 9 años, Bueno Wunder no siempre quiso ser actor. Después de un intento fallido en el examen de ingreso a la Universidad de Ingeniería, estudió derecho en la PUCP. Luego de llevar un taller de teatro en la TUC, se enamoró perdidamente de la actuación. Sus roles icónicos como el imparcial teniente Gamboa de “La ciudad y los perros” o el buen don Gilberto Collazos de “Al fondo hay sitio” dan cuenta de que tomó la decisión correcta.
“La serie despierta gran empatía. Siento el cariño de la gente cada vez que salgo a la calle. Es muy gratificante”, comenta el artista nacional sobre su participación en la sintonizada ficción de América TV dirigida por Gigio Aranda. “Por suerte es una propuesta que se revitaliza a sí misma con la incorporación de nuevos actores. Todos muy competentes. Giovanni Ciccia es genial”, enfatiza.
Espera, además, que Diana Quijano, actriz que encarnó a la malvada e interesada Eva, retorne a la serie. Revela, también, que la artista, quien actualmente radica en México, fue su pareja en la vida real. “Nos conocimos en ‘Gamboa’ (1984). Es bellísima. Mantenemos una muy buena relación de amistad, además la admiro muchísimo como actriz”, asegura.
Gustavo Bueno lleva 19 años ininterrumpidos trabajando en diferentes producciones de América TV, como “Así es la vida” (2004), “Rita y yo” (2007), “Al fondo hay sitio” (2009), “Cumbia pop” (2017), “De vuelta al barrio” (2021) y “Maricucha” (2022).
En la pantalla grande
Y si bien considera que “La captura del siglo”, documental sobre la caída del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, donde se rescata el trabajo en equipo del GEIN, es una de las producciones más interesantes de su fructífera carrera artística; reconoce que el personaje que mayor reconocimiento tiene es el teniente Gamboa de la película “La ciudad y los perros” (1985), historia basada en la novela de Mario Vargas Llosa.
“Mi personaje iba a ser interpretado por un artista mexicano, pero algo que desconozco pasó, y terminaron realizando un nuevo casting. Al final, Pancho Lombardi terminó eligiéndome a mí. Desde entonces iniciamos una gran amistad. Y la clásica frase ‘¡No me mire cadete, quiere que le regale una fotografía mía calato!’ no existía en el guion ni en la novela. “Fue una idea de un exalumno del colegio Militar Leoncio Prado y maravilloso actor, Ramón García”, destaca Gustavo Bueno.
“Un día que Mario Vargas Llosa me llevó a su casa tras el estreno de la versión teatral de ‘La ciudad y los perros’, me dijo que la frase que sí existía, era esta: ‘Qué me mira cadete, a mí solo me mira mi mujer y mi sirviente’. También me mostró en su biblioteca una foto en la que aparecía rodeado del personal administrativo y docente del colegio militar”, recuerda.
Gustavo Bueno también protagoniza “La Erección de Toribio Bardelli”, de Adrián Saba, una de los largometrajes peruanos en competencia del 27 Festival de Cine de Lima PUCP. Además, tiene el rol principal en “La decisión de Amelia”, filme que llegará a las salas de cine este 31 de agosto. E integra el elenco de “Astronauta”, ópera prima de Paul Vega, prevista a estrenarse el próximo año.
El fútbol, pasión y no razón
Asimismo, refiere que como parte de la hinchada más sufrida del Perú, la del Deportivo Municipal, derramó más lágrimas de dolor que de alegría. Aún así, como exdirigente del club, sigue trabajando activamente para sacarlo adelante.
“Cuando fui dirigente del Muni padecí demasiado porque fue el club más taquillero, y ahora estamos luchando por rescatarlo nuevamente. Está en una situación muy difícil. Es todo un drama. Se tomaron malas decisiones”, subraya.
En algún momento de su vida, el actor de 72 años pensó en casarse y tener hijos, pero este proyecto nunca prosperó. Actualmente -nos dice- vive una etapa placentera, en la que aprovecha más su tiempo libre y disfruta cada minuto de su existencia.