Federico de Cárdenas (Foto: Ministerio de Cultura)
Federico de Cárdenas (Foto: Ministerio de Cultura)
Enrique Planas

Era febrero de 1965, y el entonces joven crítico (Lima, 1943) activaba la manivela del mimeógrafo para publicar el primer número de "Hablemos de cine", revista que a lo largo de veinte militantes años alojó a los ensayistas más lúcidos del cine peruano y latinoamericano. Sus familiares fueron los encargados de dar la triste noticia: el miembro fundador y titular de su comité de redacción entre 1965 y 1985 murió la madrugada del martes mientras dormía.

Imposible olvidar una de sus últimas participaciones en público. Se trataba del lanzamiento de la antología de la revista presentada el año pasado en el Festival de Cine de Lima, un testimonio de las diferentes batallas de aquellos jóvenes críticos. Para el entonces aplicado alumno de Desiderio Blanco, su maestro en la Universidad Católica, editar una revista especializada en un país sin producción local y carente de tradición crítica era una locura.

De Cárdenas, que en los últimos años sufría de un mal cardíaco, recordaba que una de estas batallas tenía que ver con la dificultad para acceder a las películas, a pesar del florecimiento de los cineclubes, y a una cartelera estimulante en aquellos años. Su generación, en la que destacan también colegas como Isaac León, Carlos Rodríguez Larraín o Juan Bullita, fue la primera que se dedicó a ver, a comentar, a difundir el cine, ejerciendo un apostolado casi religioso. En su lucha no estuvieron solos: a la redacción de "Hablemos de cine" se sumaron compañeros de generación en Colombia (como el escritor Andrés Caicedo), México (el ensayista Carlos Monsiváis), así como colegas de España y Chile.

Además de protagonista del debate cinéfilo local, miembro del comité asesor de la Filmoteca de la PUCP y del comité de selección del Festival de Lima, el popular Fico estudió Letras y Derecho en la PUCP y Ciencias Sociales en San Marcos, además de seguir estudios de filmología en París.

La pobre cartelera actual no minó su ánimo ni su curiosidad intelectual: "De vez en cuando puede aparecer en cartelera o vía descarga ilegal una película que nos devuelve el alma al cuerpo. Entonces sabemos que no todo está perdido, que la crítica puede ser el mejor trabajo del mundo y que vale la pena escribir apelando a la perplejidad, la admiración o el asombro", declaró en aquella presentación del Festival de Cine de Lima el crítico, quien ejerciera además el periodismo en los diarios "La Prensa", "El Observador" y "La República".

Con 74 años, Federico de Cárdenas deja una obra notable y dispersa, cuya recuperación resulta una tarea urgente. Sus restos son velados desde la noche de ayer en la parroquia Medalla Milagrosa (calle Juan Dellepiani 399, San Isidro). El sepelio se realizará en privado.

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