"Jurassic World" y ficciones antediluvianas. (Fotos: Difusión/ Agencias)
"Jurassic World" y ficciones antediluvianas. (Fotos: Difusión/ Agencias)

Un momento misterioso y acaso inclasificable de la pantalla grande con presencia de dinosaurios figura en "El árbol de la vida" (2011), una película con ambiciones metafísicas. Para algunos, se trata una legítima ganadora de la Palma de Oro, el máximo premio del Festival de Cannes. Para otros, es un engañamuchachos filosófico del cineasta Terrence Malick.

Más allá de las valoraciones, la escena en cuestión resalta porque pertenece a una cinta que se escapa de cualquier convención del género de la aventura o del 'thriller', esos casilleros a los que arriban irremediablemente estos míticos animales. Esta secuencia abarca apenas un poco más de un minuto en una película de más de dos horas. En ella, un dinosaurio aparentemente enfermo o herido yace en la orilla de un río. Entonces otro dinosaurio se le acerca, pone su pie sobre la cabeza de su par indefenso, lo observa y se retira. El primer ser jurásico permanece ahí, desamparado. ¿El director quiso especular sobre el origen de la compasión, la indiferencia u otro tipo de sentimiento? En el resto del filme vemos lavas que se deslizan y forman tierras, células en proceso reproductivo o un padre (Brad Pitt) que carga a su hijo recién nacido.

Es una enigmática excepción a la regla. Lo usual es que los dinosaurios dejen su huellas y mordidas en dos categorías cinematográficas. La primera se traduce en odiseas exóticas y orgullosamente truculentas en parajes remotos (Sudamérica es uno de los destinos predilectos). El segundo rubro cobra vida gracias a los fastuosos y millonarios efectos digitales. El padre de esto último se llama Steven Spielberg. Su "Jurassic Park" (1993), basada en la novela homónima de Michael Crichton, fue una revolución. Ahora la franquicia se extiende con "Jurassic World: el reino caído", filme que acaba de arribar a la cartelera local.

LA MÁQUINA DE HOLLYWOOD NO PARA
Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) y Owen Grady (Chris Pratt) repiten como protagonistas en este nuevo eslabón de la saga jurásica. Ellos deben esmerarse para salvar a los dinosaurios de la isla Nublar, que ahora se desplazan libremente tras la desaparición de un parque temático. Una erupción volcánica es uno de los activadores del drama.

La dirección de "Jurassic World: el reino caído" estuvo a cargo de J.A. Bayona. El español es un muy competente cineasta que se desenvuelve a sus anchas en el género fantástico. Pero a pesar de más de una secuencia facturada con gran pulso y conocimiento del suspenso, es poco lo que Bayona puede añadir. Esta es la quinta película de la franquicia y el factor sorpresa se ha esfumado prácticamente por completo. Las exprimidas al limón se han convertido en una especialidad de Hollywood. La industria no puede parar. La creatividad y la inspiración sufren. La rutina y las metas comerciales se imponen. La sensación de lo intercambiable se agudiza.

En cambio, la primera "Jurassic Park" –la de Spielberg– deslumbró. Un hito que propicia algo parecido a la melancolía por un paraíso perdido.

OTRAS FANTASÍAS ANTEDILUVIANAS

1. "El mundo perdido" (1925)
Una de las primeras cintas mudas con dinosaurios. Pese a su candidez de pionero, sus efectos especiales naif siguen siendo disfrutables. Aquí, en algún paraje de Sudamérica, los seres jurásicos siguen vivos. Una expedición desatará el caos.

2. "Un millón de años a.c." (1966)
Las tribus se debaten entre la sobrevivencia y los romances en medio de dinosaurios. Abundan los efectos truculentos. El filme glorifica la figura de Raquel Welch, actriz y símbolo sexual.

3. "Dinosaurios" (1991-1994)
Los miembros de una familia clasemediera de dinosaurios humanizados estelarizan esta serie con guiños paródicos: ellos trabajan, estudian, ven televisión y se enamoran. El personaje más recordado acaso sea el bebe Sinclair, quien solía exclamar: "¡No la mamá!".

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