"Yo soy Simón": cómo duele ser adolescente

Es una película romántica y 'teenager' impulsada por un gran estudio (Fox 2000 Pictures está detrás). Su tono amable empatiza con un público vasto. Se aplica la fórmula idealizada con excelencia industrial. La novedad de "Yo soy Simón" radica en la apuesta de una corporación por un protagonista adolescente y gay. Simón (Nick Robinson) quiere confesar su homosexualidad a sus padres y amigos. También desea hallar al amor verdadero. Habrá angustias, roches, alegrías, enredos, celulares y chateos, por supuesto.

"Yo soy Simón" está lejos del cine-arte. La cinta no sigue, por ejemplo, la crudeza y la estilización de "Moonlight" –que ganó el Oscar a Mejor Película– y su sentido drama sobre un afroamericano homosexual. La transparencia, dulzura y naturalidad de "Yo soy Simón" se antojan hasta atrevidas.

Asimismo, "Yo soy Simón" se sitúa en el género de chicos y chicas que interactúan en el colegio. Desde su mirada cariñosa, la escuela es tanto un territorio de experiencias memorables como un espacio no apto para débiles. Es difícil crecer, descubrirse y enfrentarse a lo desconocido.

—Luz sobre la realidad—
​El relato de "Yo soy Simón" –basado en la novela "Yo, Simón, Homo Sapiens", de Becky Albertalli– viene convenciendo al público y a muchos opinólogos. Jon Frosch, del portal The Hollywood Reporter, escribió: "'Yo soy Simón' es encantadora, cálida, a menuda divertida y gentilmente conmovedora […]. Y aunque de manera inevitable habrá gruñidos de los que hubieran preferido una interpretación más áspera de la experiencia del adolescente homosexual, la vanidad de 'Yo soy Simón' también la hace culturalmente significativa, e incluso ligeramente subversiva".

En la reciente gala de los premios Platino, Sebastián Lelio, el director chileno de "Una mujer fantástica"” –la ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera estelarizada por una actriz transgénero–, dijo sobre el escenario: "Los que contamos historias tenemos la posibilidad de proponerle al espectador una nueva luz para observar los fenómenos que las películas analizan. Esa luz puede generar una nueva perspectiva o conciencia. Luego la conciencia quizá se convierta en una acción, y esta en un cambio".

Acaso "Yo soy Simón" sintoniza con estas palabras.