Hoy por hoy, no es una exageración decir que Juan Antonio Bayona (Barcelona, 1975) es el cineasta español más internacional de todos. Por lo menos a un nivel comercial, o de penetración en la industria de Hollywood, para no meter en un mismo saco la reputación o trascendencia que puedan tener Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar o Víctor Erice.
Su carrera comenzó entre comerciales y videoclips, pero explosionó con fuerza en el 2007 con “El orfanato”, una ópera prima de terror que lo catapultó alto. Influyó haber tenido el respaldo del mexicano Guillermo del Toro (al que Bayona considera su mentor) y un presupuesto inusual para una producción de su tipo. La cinta le valió siete premios Goya, incluido el de mejor director novel, de un total de 14 nominaciones.
Cinco años después, Bayona ya trabajaba de la mano de la escena hollywoodense cuando estrenó “Lo imposible”, película protagonizada por Ewan McGregor, Naomi Watts y un joven Tom Holland, y que retrataba el caso real del tsunami en el océano Índico en el 2004. Su tercer largometraje, “Un monstruo viene a verme” (2016), contó con las actuaciones de Lewis MacDougall, Felicity Jones y Liam Neeson.
En el 2018 dirigió “Jurassic World: el reino caído”, película para la cual fue convocado por el propio Steven Spielberg. Además, el año pasado su nombre apareció en los créditos de dirección en dos episodios de la serie “El Señor de los Anillos: los Anillos de Poder”, millonaria producción de Amazon Prime Video. Señal de que no ha dejado de descansar.
Hace unas semanas, con apenas 48 años, Bayona ya recibía un premio honorífico: el Astor a la Trayectoria, en el Festival de Cine de Mar del Plata, Argentina. “Yo siempre he hecho cine porque ha sido la rama del arte que me entendió mejor, con la que aprendí a articular la vida. Me ha servido para defenderme y relacionarme”, señalaba el español, emocionado con el reconocimiento.
Contra todo
La nueva aventura fílmica de Bayona ya ha sido seleccionada por España como su representante para los Óscar. Se titula “La sociedad de la nieve” y es una nueva adaptación de la historia del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya que, en octubre de 1972, se estrelló en la Cordillera de los Andes mientras llevaba a Chile a un equipo de jugadores de rugby.
Dicha épica de resistencia ya ha sido llevada a la pantalla más de una vez (quizá la versión más recordada sea “¡Viven!” de 1993, dirigida por Frank Marshall y protagonizada por Ethan Hawke). Pero la entrega de Bayona es diferente, para empezar, porque apuesta por el acento y la cercanía rioplatenses. “Para mí era fundamental contar esta historia en español. Porque el acercamiento debía ser lo más realista y respetuoso posible. Y era importante tener el acento uruguayo, que utilizáramos actores locales y desconocidos”, cuenta en diálogo con El Comercio.
“La sociedad de la nieve” también marca un diferencial al recurrir a la perspectiva de quienes fallecieron en el accidente, y no solo la de los supervivientes. “Ellos [los que sobrevivieron] habían contado prácticamente todo, pero había una parte que todavía no estaba contada. Me di cuenta de que sería muy interesante, de la misma forma en que aquellos que murieron dieron todo lo que tenían para que regresaran sus compañeros, que se les dé voz a esas personas que quedaron relegadas en el relato”, explica Bayona.
El rodaje, también llevado a cabo en la fría y nevada inmensidad de los Andes, contribuyó a que “La sociedad de la nieve” plasme con crudeza la experiencia sufrida por los tripulantes y pasajeros del vuelo 571. “Todas las dificultades que los personajes reales enfrentaron en la montaña, los actores pudieron de alguna forma experimentarlas también, al rodar frente a esta adversidad: el hambre, porque muchos de ellos perdieron peso; la soledad, porque pasaron mucho tiempo lejos de casa; el frío, por supuesto. Fueron todos estímulos que, por un lado, hacían su trabajo más difícil; pero que también les ayudaban a llegar donde había que llegar con la interpretación”, finaliza el cineasta español.
"La sociedad de la nieve" llega a Netflix el 4 de enero.