"Kubo y la búsqueda samurái": nuestra crítica de la película

Si vas a ver solo una película este mes, esa tiene que ser "Kubo y la búsqueda samurái". Creada por el estudio Laika ("Coraline") y dirigida por Travis Knight (es su ópera prima), estamos ante una historia donde ningún elemento queda al azar y la animación, que ya es excelente, pasa a un segundo plano. Lo que importa aquí es la historia, tanto para el espectador como el protagonista.

Kubo es un narrador. Él sabe que su padre, un poderoso guerrero, murió en combate contra fuerzas del mal. Vive solo con su madre, quien lo rescató a un precio demasiado alto. Es ella quien le transmitió la pasión para atraer a los demás con mitos contados en voz alta. También le dio magia, pues el chico da vida al origami con solo los acordes de su sanshin, una especie de banjo con tres cuerdas.

Pero estos mitos no son solo eso, de verdad ocurrieron. Ahora Kubo (Art Parkinson) debe buscar la armadura de su padre, no para derrotar a un "jefe final" o salvar al mundo. La necesita para que no lo maten. No viajará solo, pues lo acompañan una mona y un guerrero escarabajo, interpretados por Charlize Theron y Matthew McConaughey, respectivamente.

Desde sus primeros minutos, "Kubo and the Two Strings" (título original de la cinta) no evita mostrar escenas de dolor. Si bien el cine de animación se ha sofisticado y la idea es contar historias que puedan cautivar a niños y adultos en varios niveles de lectura, esta película va más allá y no endulza la píldora para contar verdades contundentes como la muerte.

Tráiler de "Kubo and the Two Strings". (Video: UIP)

Pero el mayor valor de "Kubo and the Two Strings" yace en que es una historia consciente de serlo, aprovecha que el protagonista sabe contar aventuras, además de dudar de los cuentos que escucha. Las verdades de otros no tienen por qué ser las suyas, sobre todo cuando él narra y, en el proceso, da forma a su destino.

Desde antes de iniciar su búsqueda, Kubo ya demuestra cualidades heroicas por el cómo vive con dramas personales. Puede que conozcas gente como él, realidad que transforma esta historia en algo con los pies en la tierra aunque los personajes puedan, por momentos, volar.

"Kubo y la búsqueda samurái" es incluso más cautivante al saber que es una película de stop motion, o sea que las figuras vistas en pantalla son reales. Los animadores las movieron y fotografiaron; 24 imágenes por segundo; cosa rara cuando la animación por computadora es el estándar actual.

La película es redonda, cierra cabos sin preocuparse por eventuales secuelas (ninguna historia desarrollada por Laika ha sido continuada en otra), pero sobre todo porque esa es la característica de las historias: tener un final. Y "Kubo y la búsqueda samurái", en sus minutos finales, es tan cautivante como en sus mejores escenas de acción.

Tal vez lo único que podamos criticarle a esta película es su título para Latinoamérica, pues difiere del original "Kubo and the Two Strings", que se traduce como "Kubo y las dos cuerdas", cuyo significado da forma al momento más poderoso de la película. Poca sorpresa que McConaughey, Theron y Parkinson hayan accedido participar.

DATO

"Kubo y la búsqueda samurái" tendrá un preestreno este domingo 21 de agosto por el Día del Niño (excepto en Cineplanet).

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