Tráiler de Lemebel. (Fuente: Difusión)
Tráiler de Lemebel. (Fuente: Difusión)
Sebastián Pimentel

, nacido en 1952 y fallecido en 2015, fue uno de los pocos intelectuales y artistas chilenos que desafió, durante su trayectoria, no solo al terrible régimen de Pinochet. Lemebel también alzó su voz frente al orden conservador que se impuso luego de la dictadura. Homosexual, provocador, irreverente, comunista, travesti, escritor, performer; podría decirse que fue, también, un precursor de las grandes transformaciones progresistas que el país del sur viene realizando en los últimos tiempos.

Joanna Reposi ha sido la encargada, gracias a su amistad con el artista, de ensayar un primer acercamiento cinematográfico a su vida. Y lo ha hecho de una forma que habría agradecido el autor de “Adiós, mariquita linda”, y tantos otros libros de crónicas sobre la margen menos conocida de la sociedad chilena. Se trata de un documental que evita la biografía didáctica, y se acerca, decididamente, al retrato, o al estudio de un personaje.

Lejos de ser un recuento de hechos o una exposición ordenada de los hitos de una vida —como el documental informativo “Marina Abramovic: The Artist is Present” (Matthew Akers, 2012), sobre otra autora icónica de la performance—, la directora hace casi una arqueología de la persona hecha máscara, hecha imagen. Esto teniendo en cuenta que la performance es el arte de intervenir, teatralmente, la vida cotidiana.

Para Reposi, se trata de auscultar el misterio de la persona como expresión que pone en crisis a la sociedad, y donde lo personal se hace público de formas riesgosas, rituales, sacrificiales. En uno de los actos, vemos a Lemebel en tacones, a veces desnudo o con un atuendo simbólico, maquillado, bailando, mientras pisa vidrio roto con sus pies descalzos. Es material de archivo, donde lo vemos confrontar a la élite desde la contra-cultura.

Lemebel fue un revolucionario desde todos los ángulos por donde se le podía mirar. Por su condición homosexual, convertida en signo de lucha, fue rechazado por los mismos partidos de izquierda. Algunas voces en off cuentan estas pugnas y anécdotas, mientras vemos diapositivas proyectadas en los edificios, o en la vieja casa de infancia del artista, con fotos donde su figura es mirada melancólica y obsesivamente.

Reposi logra el milagro de que diversos formatos de la imagen —diapositivas, videos antiguos, películas caseras en 8 mm, apariciones en la TV— den cuenta de lo insuficiente que resultan los medios de registro visual del hombre. Y si aquí la persona íntima es casi indistinguible del personaje público, todas sus teatralizaciones y máscaras demandan un rasgo que las unifique. Y ese rasgo no es otro que la rebeldía, el riesgo.

Frente a una sociedad que quiere invisibilizar al diferente, el artista hace un ritual tan salvífico como destructor. Por eso, el fuego, tan presente en las performances, es el elemento sagrado con el que juega a quemarse. A veces, la misma captura fílmica es como el fuego, salvador, pero a la vez diluyente. En “Lemebel”, hay una reflexión sobre el arte, pero más aún sobre el poder de la imagen que es, a la vez, archivo y revelación sin fin.

Pero “Lemebel” también tiene otro secreto, que es el de otro asedio de la directora. Reposi filma a su personaje en momentos anodinos y cotidianos: conversaciones, chistes, desencuentros entre la retratista y su retratado, llenan la otra parte de la cinta. Allí hay momentos de gran ternura, donde el escritor recuerda a su madre, su infancia, pero también hay otros donde se le ve a la sombra, caminando, con una música grave de fondo: es el misterio del artista cuando se apaga, y no sabemos qué hay ahí. ¿Algo no podrá ser visto?

Ficha Técnica:

Plataforma:

Título original: Lemebel

Género: Documental

País y año: Chile, 2019

Directores: Joanna Reposi Garibaldi

Intervenciones: Pedro Lemebel

Calificación: ★★★★ ( 4 )

TAMBIÉN PUEDES LEER


Contenido sugerido

Contenido GEC