Comenta la cineasta venezolana Mariana Rondón que antes de empezar el rodaje de "Pelo Malo", película por la que ganó el máximo premio del Festival de Cine de San Sebastián, hizo un "casting de ojos" porque en su película los pequeños gestos y las miradas son fundamentales y la constatación de que pueden herir toda una vida.
Rondón rememora que el proyecto, rodado íntegramente en Caracas y cuyo estreno se realizará este viernes en España, empezó a tomar forma al reflexionar sobre lo que se escondía tras un gran edificio multifamiliar, como los que hay en los suburbios de la ciudad, del arquitecto Raúl Villanueva, de finales de los años cincuenta y que fueron considerados como el inicio de la modernidad en Latinoamérica.
Allí vio a personajes desamparados, en precariedad, frágiles y empezó a tratar sobre cómo los pequeños gestos y las miradas son importantes en la vida de cada uno. "Cómo -prosigue- la violencia que en ocasiones desprenden puede ser tan dura que hiere para toda una vida".
Es por este motivo que la película, aunque muy caraqueña, "es tan universal, porque los sentimientos no tienen territorio en esta cinta protagonizada por el pequeño Junior (Samuel Lange), un niño de nueve años enfrentado a su joven madre (Samantha Castillo), viuda y desempleada, porque está obsesionado con su pelo rizado y lo quiere alisar para una fotografía escolar.
"Pelo Malo", que ha sido producida por Sudaca Films junto a Marité Ugás y la peruana Micaela Cajahuaringa, se estrenará en España, Francia, Suiza, Brasil y Venezuela con el aval de premios en festivales como el de San Sebastián, el Festival Mar del Plata de Argentina y el de Viña del Mar de Chile.
Tráiler de "Pelo Malo".