RODRIGO BEDOYA FORNO
Para Matías Lucchesi, sacar adelante “Ciencias naturales” fue casi un tema de salud, como él mismo lo señala. Había escrito algunos proyectos, pero ninguno había podido realizarse. “En un viaje a Córdoba, de donde soy, me fui a la base del cerro Champaquí, y me quedé en unos refugios”, recuerda el realizador, cuya ópera prima está en la Competencia Oficial del Festival de Cine de Lima.
Ahí, el cineasta vio una imagen: una niña al lado de una mujer. “Durante el viaje de vuelta en el carro, solo, tuve la idea de una niña que busca a su padre”, explica Lucchesi. “De vuelta a Buenos Aires, me junté con Gonzalo Salaya, el coguionista, y decidimos sacar adelante la cinta con ahorros, pidiendo préstamos a amigos. Fue completamente kamikaze”, puntualiza.
Pero la película salió, y el resultado es la historia directa de una niña que busca a su padre junto a su maestra, en el paisaje más agreste posible de Córdoba. Y lo que resulta interesante es cómo el filme nunca se desvía de su premisa: va sin prisas pero sin pausas contándonos una historia sencilla.
Lucchesi, sin embargo, confiesa que esa no fue la idea original. “El guion en un principio tenía más líneas narrativas. Pero en el montaje me di cuenta de que esas líneas no funcionaban. Lo que servía era la búsqueda de la niña; eso se comía todo lo demás”, señala el cineasta. A partir de ese momento, se tomó una decisión: se iba a seguir el punto de vista de la maestra y la niña. “Como aprendizaje, esto fue gigantesco: la intención inicial era más ambiciosa, pero era ilógico que lo fuera; por lo que tuvimos que centrarnos e ir a lo fundamental”, complementa el realizador.
A PURO CLASICISMO
Se respira mucho estilo clásico en “Ciencias naturales”. Un clasicismo que el cineasta abraza. “A nivel estructura, pensamos la película de una manera clásica”, explica Lucchesi. “Pero clásica en el sentido que no plantea nada nuevo. Eso se ha criticado de la cinta, pero lo cierto es que yo no pretendo descubrir nada nuevo: pretendo contar esta historia bien. Y creo que se cumple con contar una historia concreta, clara y tratar de ir a lo hondo de ella, no quedarse en el afuera sino que ocurra de verdad, que funcione, que te lo creas. Y siento que sí logré que eso chiquito funcionase”, complementa.
La producción, durante el rodaje, fue complicada, como cuenta Lucchesi: grabaron en una zona a cuatro horas de la civilización, con Paola Barrientos, una de las actrices principales, embarazada de cuatro meses. Ella y Paula Herzog, la niña, son el corazón del filme. “Para mí era muy importante el trabajo previo al ir a filmar, y era necesario que las dos actrices tuvieran buena vibra. Y creo que eso se dio de forma muy natural”, complementa el realizador.
Se ha enmarcado a “Ciencias naturales” dentro de esta corriente de cine cordobés que está generando especial interés en Argentina. Para el realizador, cordobés pero radicado hace casi 10 años en Buenos Aires, hace tiempo se venía cocinando este fenómeno. “Creo que en Córdoba hay una trayectoria con la Universidad del Cine, y ahora comenzó a germinar”, dice el director.
Con un recorrido que comenzó en el Festival de Cine de Berlín, y que siguió por Guadalajara y Buenos Aires, “Ciencias naturales” aterriza en Lima como cinta de inauguración. De más está decir que es justo.