Michel Houellebecq continúa explorando su vena interpretativa. Después de simular su propio secuestro en la gran pantalla, el autor de "Las partículas elementales" coquetea con la muerte en "Near Death Experience".
Dirigida por Festival de Venecia, donde compite en la sección Horizontes.
Se trata de un relato pausado y minimalista sobre un hombre quemado por su vida familiar y laboral (es empleado de una compañía telefónica), que un viernes 13 decide escapar en bicicleta a las montañas de Provenza y dejarse morir ahí.
La película se rodó en 9 días, con un equipo básico y poco presupuesto. La idea desde un principio es que Houellebecq fuera el protagonista.
"Me parece muy divertida la idea de que me propongan ser actor, nunca lo habría pensado y, para ser honesto, pensaba que no sería capaz", ha dicho hoy en Venecia el escritor, que acaba de estrenar "El secuestro de Michel Houellebecq", dirigida por Guillaume Nicloux.
Pero si en aquella Houellebecq se limitaba a hacer de sí mismo, aquí se mete en la piel de un personaje de ficción.
"Estoy acostumbrado a meterme en la cabeza de los personajes de mis novelas, en ese sentido no ha sido complicado. Y en su día gané una oposición para la administración pública, aunque nunca ocupé el puesto. Así que me podía imaginar perfectamente que la vida de Paul era la mía", ha explicado.
Para Kervern, Houellebecq "es un actor extraordinario, con un gran carisma, y sobre todo, una asombrosa facultad para imponer el silencio".
Eso sí, ha contado que al principio él y Delépine tenían cierta inquietud por si el ganador del prestigioso premio literario Goncourt sería capaz de aprenderse el texto.
"Le llamamos poco antes del rodaje para preguntárselo y nos dijo que aún no se lo sabía del todo, pero que no nos preocupásemos porque tenía memoria inmediata".
Los directores descubrieron su método quince minutos antes de empezar a rodar, cuando Houellebecq escribió el texto a mano varias veces antes de entrar en acción.