Si supieras”, uno de los últimos éxitos de Netflix, apuesta por renovar la comedia romántica. Y es un ejemplo de la reflexión sobre la idea de “romance” y “aprendizaje sentimental” que suscitan las nuevas generaciones. Esta reelaboración es capaz de tomar las coordenadas generales de clásicos literarios como “Cyrano de Bergerac”, trasladarlas a un pueblito conservador de EE.UU., y colocar como protagonista a una chica gay.
La chica en cuestión es Ellie Chu (Leah Lewis), muchacha de ascendencia china que, además de inteligente, es lectora de Platón, Oscar Wilde, Jean-Paul Sartre, entre otros escritores y filósofos que no están de moda entre gente de su edad. Y, siguiendo la estela de Cyrano, además de ganarse algo de dinero haciendo trabajos escolares para sus compañeros, Ellie se ofrece a escribir las cartas de amor de su amigo Paul (Daniel Diemer).
Es entonces que caemos en la cuenta de que las alusiones a Platón y Wilde no eran arbitrarias: Ellie se convierte en maestra de Paul, con el objetivo de que este enamore a la bella Aster (Alexis Lemire). Pero en esa educación, que lo convierte en alguien más sofisticado para escribir y hablar, Paul se ve atraído por su maestra. A la vez, este último es capaz de enseñar a Ellie mucho de ternura y afecto con su forma de cocinar salchichas.
Lo interesante de esta cinta de Alice Wu es que ha querido desplazar el tema de “salir del clóset” a un segundo plano. En realidad, el verdadero conflicto detrás del filme es más clásico: el de atreverse a decir a otra persona lo que realmente sientes, el de afirmar los afectos de uno mismo más allá de la censura social. Por supuesto, esto se redefine en un ámbito más contemporáneo, a diferencia de las películas del pasado.
En efecto, si la problemática epistolar es clave en “Si supieras” –algo que sale de “Cyrano….”–, en realidad es un símbolo de otras manifestaciones del “yo”: el saber hablar, el saber vestirse, el saber mirar, el saber mandar emoticones por chat. El verdadero tema de “Si supieras” no es la identidad gay, sino la creación de lenguajes como dispositivo esencial de la configuración de los protagonistas, en un modo personal e interpersonal.
Es en ese sentido que esta es una película muy ‘millennial’, pero en una forma opuesta a la frivolización que supondría para muchos. Más que una identidad sexual –no hay aquí casi nada propiamente erótico–, lo que importa es el intercambio de roles de género, y lo poco que importa a los protagonistas su aspecto masculino o femenino: lo que prima es algo que se esconde tras la apariencia, una atracción más espiritual que física.
“Si supieras”, no obstante, no es perfecta. Alice Wu hace una puesta en escena clásica, donde destaca su elenco y la dirección de actores, pero también el aspecto plástico de los nuevos signos, como la visualización de los diálogos en celular. En lo que no le va tan bien a Wu es en la resolución climática del conflicto, en una iglesia a la que asiste todo el pueblo, y que no deja de tener un resabio artificial, algo impostado.
Felizmente, priman las virtudes. Ellie habla muy rápido, como Katharine Hepburn en “La fiera de mi niña”. Además, comenta las películas que ve su padre –entre ellas “Casablanca” y “Las alas del deseo” de Wim Wenders–, inmigrante frustrado en su carrera, al no dominar el inglés. Paul, en cambio, es casi un tartamudo. ¿Cómo dominar el lenguaje de los afectos para poder acercarse a la adultez?, parece ser la pregunta de la directora Alice Wu. La identidad gay, como trasfondo menos trascendente, es un signo de otro orden: el de la naturalización progresiva de la comunidad LGTBI. “Si supieras” es una película amable, humilde, pero llena de sorpresas y subtextos que no se olvidan.
LA FICHA
Título original: “The Half of It”.
Género: comedia, romance.
País: Estados Unidos, 2020.
Directora: Alice Wu.
Reparto: Leah Lewis, Daniel Diemer, Alexxis Lemire.
Calificación: ★★★ 1/2.