Netflix, la conquistadora, la arriesgada, la millonaria y tecnológica. La que apuesta en grande. La que rescata recuerdos viejos y los remodela para venderlos como novedades. La que financia películas que nadie más quiere financiar, la que cree en producciones en las que nadie creía, la que fue acusada por Steven Spielberg de no hacer cine sino televisión. Esa misma Netflix puede, este domingo, dar un paso gigantesco hacia aquello que sus directivos quizás se propusieron hace mucho en secreto: conquistar Hollywood.
En 2006 el director Martin Scorsese filmó una cinta llamada “Infiltrados” y ese es el título que podría llevar la historia de cómo Netflix logró que sus películas sean nominadas a las más importantes categorías del Oscar. Tal vez no sea coincidencia que una de esas películas tenga como director a Scorsese y sea también una de las favoritas para este domingo. “El irlandés” (“The Irishman”) es la historia de un hombre que trabaja para la mafia y que sobrevive a todos los mafiosos, asesinos y corruptos con los que alguna vez trató. La cinta no solo cuenta cómo un hombre que sobrevive a tanta violencia ve cómo los que eran poderosos pierden su poder y su propia vida poco a poco pierde valor al guardar los secretos que ya nadie se esfuerza por esconder, también es un mensaje de cómo el tiempo va reemplazando a las figuras más importantes por otras de forma inclemente, incluso en el mundo del cine.
“El irlandés” es la apuesta más arriesgada de Scorsese y de Netflix no solo por lo que costó hacer ni porque dure más de tres horas. En un principio la producción iba a correr a cargo de Paramount Pictures, pero el presupuesto se elevaba cada vez más y la productora decidió abandonar el proyecto. Fue allí cuando Netflix apareció y le dijo a Scorsese que ellos le financiaban los 140 millones de dólares para hacer su película. Fue así que la empresa de contenidos por streaming produjo una de las cintas que disputará 10 categorías esta noche.
HISTORIA DE LA HISTORIA
“Historia de un Matrimonio” (“Marriage Story”) debería llamarse historia de un divorcio, porque eso es lo que es. Lo que vemos en la cinta es la inevitable consecuencia de dos personas que se aman pero que no pueden seguir juntas. El claro mensaje es que el amor no es suficiente para sostener una relación, pero claro, alguien debió pensar que “historia de un divorcio” adelantaba el final de la cinta. La película que, al igual que “El irlandés”, cuenta con la bandera de Netflix, costó 12 millones de dólares y estuvo en la cartelera de los cines el mayor tiempo que una producción de Netflix consiguió antes de estar disponible en streaming: un mes. Noah Baumbach, el director, es una de las piezas claves para Netflix. “Historia de un matrimonio” es el segundo largometraje del autor que produce la plataforma digital, luego de “The Meyerowitz Stories”. Incluso Netflix incorporó otros trabajos de Baumbach a su parrilla como “Frances Ha”, una cinta del 2012.
LOS PAPAS DEL STREAMING
El tercer buque de guerra de Netflix parece el más inofensivo, pero no lo es. “Los dos papas” (“The Two Popes”) cuenta la historia de amistad entre el Papa Francisco y Benedicto XVI. Hay dos escenas improvisadas que captan la atención del espectador en esta cinta. La primera es cuando los dos personajes se relajan en un living del Vaticano luego de comer, Benedicto XVI lee un libro y luego toca el piano para Francisco y le ofrece una copa de vino. La segunda es una en la que los papas ven la final de la copa mundial de fútbol y Francisco lamenta la anotación de Alemania a Argentina.
En una entrevista, el director Fernando Meirelles contó que Anthony Hopkins se obsesionó tanto con su papel que le mandaba constantes correos con sugerencias, comentarios y reflexiones. También contó que el Papa Francisco, el verdadero, tenía conocimiento de la cinta y dijo “Oh, qué bien”, como si también él se pusiera la camiseta de Netflix.
LA POLÉMICA POR LOS SUBTÍTULOS
Otra conquista que se prepara poco a poco y lentamente es la de “Parásitos” (“Parasite”). La cinta coreana no solo brilla por conseguir seis nominaciones al Oscar. También ha despertado un tema muy incómodo en los estadounidenses: leer subtítulos en las películas. Todo comenzó cuando el director de “Parásitos”, Bong Joon-ho dijo “una vez que superen la barrera de una pulgada de altura de los subtítulos, tendrán muchas más películas increíbles”.
El director hacía referencia a lo muy poco que el público estadounidense consume películas en otro idioma que no sea el inglés. El tema esta tan arraigado en la cultura de ese país que hay un capítulo de la serie “Friends” en el que Ross les dice a sus amigos que lo acompañen al cine a ver una película extranjera ellos le dejan bien en claro que no estaban dispuestos a leer durante una película.
No obstante, es claro que “Parásitos” ha logrado colarse a la fiesta y tiene reales posibilidades de ganar el premio a Mejor Película, lo que sería histórico, pues nunca una cinta en otro idioma ha logrado ese galardón en otro idioma que no sea el inglés. El tema esta tan arraigado en la cultura de ese país que hay un capítulo de la serie “Friends” en el que Ross les dice a sus amigos que lo acompañen al cine a ver una película extranjera ellos le dejan bien en claro que no estaban dispuestos a leer durante una película.
Si "Parásitos” gana la noche del domingo 9 de febrero el premio a Mejor Película podría ser el primer estímulo real y concreto para que el público estadounidense comience a ver películas subtituladas. Y eso, conllevaría a un mayor consumo en el país de las películas de producciones de diferentes parte del mundo. Entonces, no hay poco en juego.