Entre las historias que más cautivan a la gente hay dos que reciben interés por Hollywood: aquella del que estuvo en la cima y cae, y donde el que vivía en lo más bajo se alza sobre las dificultades. Funciona en ficciones, pero también en la vida real. A inicios del siglo Robert Downey Jr. representó ambos lados de la moneda, pues antes de la fama como Iron Man fue radioactivo por sus escándalos, borracheras e historia de violencia. Otros no tuvieron igual suerte, como Ke Huy Quan (Vietnam, 1971), jamás vinculado a inconductas, pero que tras unas películas de éxito en los 80 y 90, vivió un terror muy humano, presente sobre todo en los que han conocido los reflectores: el olvido.
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Trabajo para él no había en un Hollywood donde los actores de origen asiático fueron sistemáticamente ignorados. Sin importar que haya sido el tierno ‘Short Round’ en “Indiana Jones y el Templo de la perdición” (1984), donde compartió la pantalla con Harrison Ford, o el ingenioso Data en “Los Goonies” (1985), un clásico del cine para niños que serviría como inspiración a “Stranger Things”, parecía que el momento de Quan ya había terminado. Por décadas, las únicas menciones a su nombre en medios estuvieron en listas como “¿Dónde están los niños actores más famosos?” o “De niño actor a coreógrafo de artes marciales”. Su paso por el cine, una curiosidad para el que navega sin rumbo por la Wikipedia.
Ahora, con la película “Todo en todas partes al mismo tiempo” (2022), el intérprete de 51 años vive un renacimiento que podría llevarlo a ganar el Oscar a Mejor actor de reparto. Es un resurgir clásico que combina nostalgia y novedad, conceptos en pugna de cuya síntesis surge una historia que capta el interés de la audiencia, y también de la Academia. Así, Quan compite en la misma categoría con Brendan Gleeson, Brian Tyree Henry, Judd Hirsch y Barry Keoghan; nombres de peso ante los que llega como favorito.
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Un rol soñado
En “Todo en todas partes al mismo tiempo”, Quan es Waymond Wang, copropietario de una lavandería junto a su esposa Evelyn (Michelle Yeoh). En plena auditoría de impuestos, ambos son arrastrados en una aventura donde está en juego no solo sus vidas y la de su hija Joy (Stephanie Hsu), sino el destino de todos los universos. Una historia que se vuelve cada vez más compleja, pero cuyo corazón siempre está en las relaciones humanas. Allí Quan es crucial, un personaje que en sus múltiples versiones mantiene la ternura y, por el amplio rango de emociones que su rol requiere, termina por demostrar al mundo una capacidad que, por no haber estado en pantalla dos décadas, era un secreto.
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En el lapso de unas pocas semanas, Quan ha ganado más premios de los que jamás había obtenido en su vida, incluyendo el Globo de oro que entrega la prensa extranjera, los Critics Choice de los críticos e incluso el Screen Actors Guild, entregado por su propio gremio. “No doy nada por sentado. Poder asistir a eventos (como el almuerzo de nominados al Oscar del último mes) y conocer a gente que he admirado todos estos años y agradecerles por la inspiración que me han dado. Voy a dormir cada noche sintiéndome muy agradecido y despierto a la mañana siguiente preguntándome si todo esto es un sueño. Estoy muy bendecido por ser capaz de tener este increíble segundo acto”, declaró al diario New York Times.
En marco de este renacimiento, queda en la memoria el reencuentro que tuvo con Harrison Ford durante la conferencia oficial de Disney, el D23. Con la idea de que el legendario actor no lo reconocería, se acercó cauteloso. Pero sí lo reconoció, y para el recuerdo quedó la foto de un abrazo entrañable. La historia se repitió en los Globos de oro con Steven Spielberg, gracias al cual debutó en el cine. Pase lo que pase la próxima semana, Quan ya es un ganador.
El gran momento de Asia
Decepcionado por la falta de trabajo para actores asiáticos, Quan actor entró a la universidad para estudiar cine y trabajó detrás de cámaras. Dos décadas después, motivado por el resurgimiento de los actores que compartían su ascendencia, volvió al ruedo. En cierto modo, tanto el éxito de este actor como de la película que le ha dado nueva fama responden a una reivindicación de Hollywood, que durante décadas no solo ignoró a este grupo de actores, sino que los injurió.
"Tanto el éxito de este actor como de la película que le ha dado nueva fama responden a una reivindicación de Hollywood, que durante décadas no solo ignoró a este grupo de actores, sino que los injurió"
Mientras en 1961 “Desayuno con diamantes” presentó al comediante de ascendencia escocesa Mickey Rooney con los ojos rasgados por maquillaje, en 2018 “Locamente millonarios” hizo lo contrario con un elenco principal compuesto solo por intérpretes asiáticos o de ascendencia asiática. El 2019 pasó a la historia por “Parasite”, producida enteramente en Corea del Sur, pero cuyas victorias en 2020 terminaron de abrir las puertas para un grupo que necesitaba mayor exposición. En 2021 la tendencia continuó con “Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos”, película de Marvel de artes marciales que fue una de las más taquilleras del año.
Considerando lo anterior, y los premios conseguidos en toda esta temporada, la historia para “Todo en todas partes al mismo tiempo” parece indicar solo una dirección en la gala del Oscar. Es el caso donde el talento acompaña a la oportunidad, narrativa que la Academia, cuestionada históricamente por sus decisiones, comprende y fomenta. Incluso si ocurre alguna sorpresa, ya es la ganadora moral. Un ejemplo de que los tiempos cambian.
“Todo en todas partes al mismo tiempo” (2022) está disponible en la plataforma de streaming Prime Video. También ha vuelto a cines peruanos a propósito del Oscar.
El Oscar 2023 se transmitirá el domingo 12 de marzo desde las 6:00 p.m. por el canal de cable TNT. También podrá verse por la plataforma de streaming HBO Max.