Aaron Sorkin, creador de las series “The West Wing” y “The Newsroom”, revela que el fallecido actor Philip Seymour Hoffman le dijo una vez en una conversación privada que si uno de los dos moría de sobredosis, probablemente se salvarían diez vidas. “Quería decir que nuestras muertes serían noticia y que eso probablemente asustaría a alguien limpio”, explica Sorkin en un obituario que escribe en la revista “Time” a Hoffman, con quien compartía dos cosas: “ser padres de niños pequeños y estar en terapia por adicción a las drogas”. En los descansos de “Charlie Wilson’s War”, en la que trabajaron juntos, Sorkin y Hoffman comentaban su relación con las drogas y la evolución de su adicción, según relata el guionista. Hoffman murió de forma repentina el pasado fin de semana en su apartamento del West Village de Nueva York, donde la policía encontró 50 papelinas de heroína y varias jeringuillas. Su pérdida ha sacudido a EE.UU. y a los cinéfilos de todo el mundo y, como él predijo, ha puesto rostro al alarmante resurgir de la heroína en este país, que es ahora una alternativa barata y accesible a los analgésicos con receta derivados del opio a los que son adictos miles de estadounidenses. “Si uno de los dos muere de sobredosis, probablemente diez personas que estaban a punto, no lo harán”, fueron las palabras exactas de Hoffman en su conversación con Sorkin.
“HOFFMAN NO MURIÓ DE SOBREDOSIS” El guionista pide en su obituario que se deje de decir que Hoffman “murió de sobredosis”. “Hoffman no murió de una sobredosis de heroína. Murió a causa de la heroína. Deberíamos dejar de sugerir que si solo se hubiera inyectado la cantidad adecuada todo habría ido bien”, afirma. Y añade: “No murió en una fiesta loca ni tampoco estaba deprimido. Murió porque era un adicto cada uno de los días de la semana”. “Sumemos al legado que nos ha dejado con sus personajes las vidas de las diez personas que iban a morir y ya no morirán”, concluye.