¿Qué significa ser un actor reconocido? ¿Ganar premios? ¿Actuar para una franquicia millonaria? ¿Que la cara aparezca en un póster? Para David Dastmalchian, puede que la respuesta sea solo tener un trabajo y sentirse orgulloso de sí mismo. Por cierto, él ha conseguido todo lo mencionado anteriormente en sus 15 años de carrera; donde ha interpretado a un especialista en seguridad, a un padre sufriente, a secuaz de villano e incluso un villano redimido que se convierte en superhéroe.

Desde su debut en “El Caballero de la Noche” (2008) con Christopher Nolan, no ha parado y lo hemos visto en películas pequeñas, así como grandes. Ha trabajado con David Lynch en la secuela de “Twin Peaks”, con Peyton Reed en la trilogía “Ant-Man” de Marvel, con Denis Villeneuve en las aclamadas “Prisoners” y “Dune”, así como James Gunn en “The Suicide Squad” de DC. Pronto, además, lo veremos en otra película de Nolan, la esperada “”.

Cuando hablamos con él a distancia, David está en su casa de Los Ángeles, en una oficina llena de cómics, juguetes, pósters y demás símbolos de su declarado frikismo. Es de hablar calmado y no detiene su ilación ni siquiera cuando su gato, el ‘Polka-Dot Cat’, aparece ante cámara a pedirle cariño. Desde la filmación de la cinta de Gunn en Panamá, donde encontró al animalito abandonado, hasta la actualidad, ya es un miembro más de su familia (el actor tiene una esposa y dos hijos pequeños).

Hoy en Perú se le puede ver en la película de terror “The Boogeyman”, adaptación de un relato de Stephen King donde interpreta a Lester Billings, hombre golpeado por la muerte de sus hijos convencido de que un ente maligno, supuesto responsable de las tragedias, lo persigue. “Estoy muy orgulloso de la película. Es hermoso que el director Rob Savage intentara crear algo que se sienta como un drama real”, nos cuenta. “Trata con temas muy importantes como la pérdida y el duelo. Yo, que he perdido a mis padres en los últimos años, he estado luchando sobre cómo luchar contra la pérdida y los sentimientos oscuros, sentí que esta película ha conseguido eso”.

— Mientras más leo sobre ti, más recuerdo tu participación de “El caballero de la noche”. ¿Qué pasaba por tu mente mientras la filmabas?

Debo decir que esa fue una de las experiencias más surreales de mi vida. Hasta ese momento había actuado en muy pequeños escenarios en el mundo del teatro de Chicago y había filmado un par de comerciales de TV. Mi cerebro estaba explotando de algún modo. Aquí estaba alguien que había coleccionado cómics toda su vida, obsesionado con Batman y el Joker, obsesionado también con el cine y el trabajo de Christopher Nolan y estoy en medio de una de las mejores películas hechas durante ese periodo del cine y lo sabía mientras ocurría. Fue muy difícil para mi no disociar y dejar completamente mi cuerpo porque no podía creer que estaba pasando.

"Cada pulgada de tu cuerpo es el medio por el que tu audiencia recibe cualquier comunicación que intentas compartir con ellos"


— Encuentro interesante que tu debut actoral casi no requirió diálogo. Cuando actúas, y te lo digo después de ver “Prisoners”, te enfocas en tu rostro y también las manos.

Cada pulgada de tu cuerpo es el medio por el que tu audiencia recibe cualquier comunicación que intentas compartir con ellos. Para mí, cuando estoy construyendo un personaje, empiezo desde afuera y encuentro mi camino hacia adentro. Me gusta pensar en el ambiente donde vive el personaje, la clase de trabajo que podría haber hecho, la vida que ha vivido, y cómo todo esto afecta a su cuerpo. Porque eso afecta su voz y, al final, afecta el cómo expresa sus emociones y eso es lo que la audiencia necesita ver.

— Veo que es tu proceso actoral es muy preciso. En Perú, cuando hablamos de actores, solo los llamamos “actores”, pero a ti también te llaman “actor de personaje”, lo que parece redundante. ¿Por qué Hollywood insiste en esta categoría?

Hay categorías que, creo, pueden ser limitantes, pero también pueden ser liberadoras. Para mí, la libertad que viene de ser conocido como un “actor de personaje” significa que la gente no me mira para ser la estrella, el protagonista. Ves a alguien que puede transformarse en la tradición del teatro clásico, desde el inicio del cine como Lon Chaney (“El hombre lobo”) o Boris Karloff (“Frankenstein”); quieres convertirte en lo que sea que el rol necesita que seas. Interpretes al monstruo de Frankenstein o a Hamlet, quieres que la audiencia no te vea a ti, el individuo. No quiero que la gente vea a David Dastmalchian, no soy contratado para ser él, soy contratado para ser la mejor versión del personaje que me han pedido interpretar. Para mi es un honor, cuando la gente ve películas donde estoy, que no sepan que soy yo y solo sepan que hay un personaje interesante.

— Eso es curioso. Cuando hablé sobre ti con mis compañeros de trabajo, les dije que eras la clase de actor que está en muchas películas, pero no necesariamente te reconocen por el nombre. En cambio, cuando ven tu cara dicen “¡conozco a este tipo!”.

Ese es un gran cumplido para mí. Significa mucho para mí cuando se me acerca alguien que tal vez no sabe que soy actor, estamos conversando, hablando sobre una película en la que estoy y no se dan cuenta, y luego alguien más dirá, “¿sabes? Él estuvo en esa película”, a lo que dicen “no, no hay manera, eso es una locura”. Definitivamente pienso que hay, obviamente, muchas recompensas en ser famoso. Hay mucho más dinero, seguro, hay muchos más premios, pero ese no es el camino donde estoy. Tengo un grado de anonimato bastante saludable, hablando en términos generales. Me gusta eso.

Su gran rol: Polka-Dot Man
"The Suicide Squad" (2021)

Abner Krill es un villano que expulsa lunares de colores de su cuerpo dos veces al día, con los cuales puede atacar a sus enemigos. Obligado a participar de una misión suicida bajo amenaza de muerte, descubre su heroísmo al mismo tiempo que enfrenta los traumas que le ocasionó su madre.

"The Suicide Squad" (2021)

—Ahora que hablas de la libertad que te da ser un “actor de personaje”, leí que en tu casa tenías un letrero con la frase “”, que es una cita de “Dune”. Quería preguntarte por el asunto de la auto confianza. ¿Cómo te va en ese aspecto? Te lo comento porque sé que tuviste una .

Bueno, aquí está lo maravilloso de nuestros sentimientos: todos son válidos, todos son valiosos, y es importante reconocerlos. Creo que eres un tonto si crees que la vida es sobre la felicidad. Siempre me río cuando cuando conozco a otro padre y empezamos a hablar qué es lo que quieres para tus hijos y dicen “quiero felicidad” y pienso “vaya, hombre”, porque la vida no se trata de la felicidad, se trata de más cosas que solo eso. Por supuesto, deseamos ser felices todo el tiempo. Pero para mi, llegar a esos momentos de felicidad, significa usualmente pasar por todas estas fases y para mi el miedo tiende a ser el mayor muro que está entre mi y el siguiente nivel de crecimiento como un actor, marido, padre, persona, escritor. Y cuando tengo valentía adentro mío, usualmente gracias a otros, como mis compañeros de trabajo, mis colaboradores, mi director o personalmente; de mi esposa, mis amigos, mi terapeuta; y puedo saltar esa pared del miedo hacia la oscuridad, siempre me encuentro empujando, creciendo y volviéndome alguien mejor. En las artes eso es muy difícil, porque tienes miedo de avergonzarte ati mismo como actor, tienes miedo de verte como un tonto frente al público o el set lleno de artistas y, aun así, debo hacerlo todo el tiempo porque de lo contrario mi trabajo se vuelve aburrido, envejece, y nadie va a creer la autenticidad de lo que intento hacer.

—David, usualmente te preguntan sobre haber trabajado con Christopher Nolan, David Lynch y Denis Villeneuve, tres de los más aclamados cineastas de todos los tiempos. La gente te pregunta cómo es trabajar con ellos, qué tan diferentes son; pero yo quería preguntarte si sientes alguna clase de presión por eso. Otros directores podrían esperar demasiado de ti y decir “él ha trabajado con ellos ¿qué me va a ofrecer a mí?”

Nunca he sentido presión, pero siento un gran honor porque cuando otros directores me contratan para trabajar con ellos usualmente me harán preguntas sobre cuál fue mi experiencia con estos otros directores. Y lo que es realmente el mayor regalo es cuánto he aprendido de estos directores, mirándolos, siendo dirigido por ellos. ¿Pero sabes qué es lo gracioso? He trabajado recientemente con un tipo que está en su tercera película, sus películas han sido pequeñas e independientes, he trabajado con dos chicos en Australia que solo hacen películas pequeñas e independientes y posiblemente la mayor parte de EE.UU. no conoce sus nombres, pero no importa: tienen visión, confianza, talento, gran técnica y corazón por el trabajo. Es sorprendente la magia y poder de un director.

Sepa más

"The Boogeyman" está disponible solo en cines (salas seleccionadas).

Sobre la foto abridora: David Dastmalchian rodeado por cuatro de los cineastas con los que ha trabajado. A la izquierda, David Lynch y Denis Villeneuve; a la derecha Christopher Nolan y James Gunn.

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