Estamos en el año 50 antes de Cristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos. ¿Toda? ¡No! Después de seis décadas leyendo las aventuras de Astérix, sabemos que hay siempre personas irreductibles, tanto en el cómic como en la vida. Albert Uderzo era una de ellas.
La familia del dibujante dio la noticia ayer temprano a través de la Agencia France Presse: “Albert Uderzo ha muerto mientras dormía, en su domicilio de Neuilly (a las afueras de París), víctima de una crisis cardíaca sin relación con el coronavirus. Estaba muy fatigado desde hacía varias semanas”, dijeron en un comunicado.
La historia de Astérix y Uderzo se enlaza con la creación de la revista “Pilote” a fines de 1959. La idea de su fundador, René Goscinny era mezclar la aventura con el humor. Para ello, el editor se reunió con el dibujante, quien para entonces era reconocido por su trabajo en los diarios “France Dimanche” y “France Soir”, así como en la revista “Tintin”. Sus primeros intentos fueron parodias ubicadas en la prehistoria, cuyo resultado no les causó mucha gracia. Desecharon esa idea y de inmediato pensaron en los tiempos de los galos. La gran recepción demandó que, dos años después, el personaje tuviera su primer libro: “Astérix el Galo” (1961) y, desde entonces, sus ediciones crecieron de manera vertiginosa. Lectores de todo el mundo nos sentimos acogidos dentro de aquella irreductible aldea rodeada por guarniciones de legionarios romanos.
LA POCIÓN MÁGICA
¿Por qué el ejército del César no logró durante 60 años abatir a los galos y anexarlos a su imperio? Todos lo saben: la aldea conocía el secreto de los druidas: la poción mágica que prepara Panorámix para otorgar fuerza sobrehumana a quien la bebiera. Este es el poder de Astérix y Obélix, que Uderzo desplegó con su elástico trazo. Con Goscinny como guionista, Uderzo firmó 24 libros de historietas. El último de ellos fue “Astérix y los belgas”, en el que Goscinny trabajó parte del guion antes de morir en 1977 y el dibujante debió terminarlo solo. Como señala el historietista Juan Acevedo, si bien Goscinny imaginó y describió al héroe galo, lo conoció recién cuando Uderzo lo dibujó. “Gocé como un niño, siendo adulto, con el tipo de héroe y el humor en cada página, la calidad de la línea y de cada elemento del lenguaje de la historieta: expresiones, planos, líneas cinéticas, onomatopeyas, metáforas visualizadas, rotulación. ¡Cuanto hubiese era dibujado con gozo e inteligencia por Uderzo! Podemos analizarlo, advertir sus aportes, ponderar la escuela francesa en que se forjó, pero hay algo que se escapa a las palabras: el encanto indecible de su dibujo y la confluencia con el escritor Goscinny”, explica Juan.
Uderzo crearía luego ocho aventuras más en solitario, luego de que miles de lectores colapsaran su correo demandándole más aventuras. Si bien las ventas siguen aumentando hasta hoy, la calidad de las historias se ha visto resentida. Por ejemplo, en “El cielo se nos cae encima”, uno de sus últimos títulos, Uderzo ofrece un polémico “homenaje” a Walt Disney, para enfrentar a los galos a invasores que remiten al manga japonés.
Desde el 2013, las últimas cuatro historias de Astérix han sido recreadas por Jean-Yves y Didier Conrad, mientras que Uderzo se había reservado el papel de vigilante supervisor. El último volumen de la serie, “La hija de Vercingétorix”, lanzado en librerías el pasado 24 de octubre, tuvo una tirada inicial de cinco millones de ejemplares. Tiene como heroína a Adrenalina, joven rebelde pelirroja que recuerda a la militante ecologista Greta Thunberg. Un parecido que es “pura casualidad”, según aseguraron los creadores en la conferencia de prensa en la sede de Hachette Livre, cerca de París, cuando se realizó el lanzamiento.
RESISTIR, PESE A TODO
Está claro que el concepto central de las aventuras de Astérix es la resistencia. Algo que la generación de franceses de posguerra conoce bien. “La resistencia no tiene el mismo sentido hoy que en la época en que nació Astérix. Surgió justo después de la guerra y todavía estaba el recuerdo de la resistencia al ocupante. Hoy en día es una resistencia más bien a la globalización”, ha señalado a la prensa su actual guionista, Jean-Yves Ferri.
Opina igual el dibujante arequipeño Omar Zevallos, quien descubrió a Astérix en la historieta “La hoz de oro”: “La magia de René Goscinny en los guiones y el dibujo de Albert Uderzo nos enseñaron a conocer la historia, pero sobre todo a identificarnos con la minoría que se resiste al poderoso”, afirma.
Despedimos a Uderzo y, con él, también a Astérix, pues el artista estableció en su testamento que nadie continuaría la historia después de su muerte. Se lleva también a la tumba el secreto de la poción mágica, aunque podemos pensar que, vista la actual coyuntura de cuarentena mundial, el misterio no está tanto en el caldo preparado por el druida, sino en la solidaridad de toda una aldea dispuesta a enfrentar con disciplina al invasor, sean romanos de peplo y túnica o virus invasores. ¡Por Tutatis!
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Cinescape: los nuevos universos de superhéroes que pronto disfrutaremos
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