En el panteón de los cómics, pocos artistas actuales se comparan en fama a David Lloyd, ilustrador británico que ha trabajado con grandes de la industria como Garth Ennis, Grant Morrison y Jamie Delano en reconocidas propiedades como “Hellblazer”, “Doctor Who”, “Aliens” y “James Bond”. Pero su mayor contribución a la industria es ser el creador, junto a Alan Moore, de “V for Vendetta” (“V de Venganza”), una distópica historia sobre un revolucionario vestido como Guy Fawkes que se enfrenta a un gobierno británico fascista y cuya máscara se ha convertido en sinónimo de resistencia - así como del grupo de hackers Anonymous -, desde que fue adaptada a la pantalla grande en 2005.
A poco más de un mes de su llegada al Perú como parte del Día del Cómic Festival a inicios de mayo, El Comercio tuvo oportunidad de conversar con David Lloyd sobre temas como su particular estilo, su opinión sobre la inteligencia artificial, el origen de su más famoso personaje y qué cambiaría de su trabajo más reconocido.
—Tienes un estilo muy distintivo, con sombras oscuras que crean un gran contraste entre lo que se ve y lo que no. ¿Cómo lo desarrollaste?
Bueno, en cierto modo discrepo cuando todo el mundo dice que tengo un estilo concreto, porque mi postura ante cualquier cosa que hago es aplicar bien el estilo que sea preciso para el tema. Es decir, no he hecho muchas comedias, pero cuando las he hecho no se parecen en nada a “V for Vendetta”. Pero es cuestión de aplicar el estilo y la fuerza del estilo a lo que es la historia.
La cuestión es que siempre me ha atraído el material dramático y todo lo que he hecho en el estilo dramático se rige realmente por el cine más que por otra cosa. Así que si hay algún vínculo en todos mis estilos es que básicamente vienen de las películas. A mayor escala, el cine está entrelazado con el cómic: la mejor narrativa muestra efectivamente la mejor continuidad, algo que se ve en ambos.
—¿Cuáles son las habilidades y destrezas más esenciales para un artista de cómics?
Tiene que ser la capacidad de dibujar bien. Tienes que saber hacerlo, porque todas las otras habilidades que necesitas no tienen sentido sin esto. De ahí en adelante, tienes que saber cómo contar la historia en imágenes, y todo eso tiene que ver con las películas. Así que creo que también es importante aprender sobre cine, el lenguaje visual y narración cinematográfica. Tu guionista puede ayudarte si no entiendes de esos temas, pero tú no quieres estar en una situación así. Lo que quieres es tener esas herramientas para poder contar bien una historia.
—Has trabajado con algunos de los grandes guionistas del cómic como Garth Ennis, Grant Morrison y Alan Moore. ¿Cuál dirías que es la más importante cualidad que debe tener una relación entre el escritor y el artista de un cómic?
Varía en función de con quién trabajes. Hay dos formas de contar historias en los cómics. Una es la descripción panel por panel, como ocurrió con Garth Ennis, Grant Morrison y Alan (Moore). Alan se ha hecho famoso por escribir unos guiones increíblemente largos, pero felizmente yo nunca experimenté eso y él describía de manera muy sencilla lo que ocurría la en cada escena, sin entrar en detalles innecesarios. En ese aspecto, Garth y Grant eran exactamente iguales, te decían lo que había en la imagen, pero sin entrar en cuestiones como ángulos o cómo es la ‘toma’, aunque hay otros escritores que sí lo hacen.
El otro sistema en esencia viene de Marvel y sus primeros tiempos, cuando Stan Lee tenía que escribir todos los guiones, por lo que solo dejaba a sus dibujantes tramas que ellos tenían que plasmar en papel. Ese sistema es muy bueno para mantener la continuidad visual y la razón por la que algunas de las primeras obras de Marvel tienen tan buen aspecto, con Jack Kirby y otros ilustradores contando la historia a su manera. Un gran escritor inglés llamado Jamie Delano, con quien trabajé en “Hellblazer” y “Night Raven”, usaba este sistema.
—Entonces, ¿dirías que lo más importante en la relación entre el artista y el guionista es que cada uno confíe en la pericia del otro?
Sí, absolutamente. Tienes que hacerlo
—Hablando de “V for Vendetta”, ¿de dónde viene el personaje y el diseño de la máscara?
Viene de que el personaje es una especie de resurrección de Guy Fawkes. Cuando se nos ocurrió la idea de este personaje, iba a ser un disidente o alguien que había sido internado en un campo de concentración por un régimen fascista quien se escapa y jura venganza contra sus captores. Esa fue la forma básica del protagonista que creamos, un tipo corriente que se fuga. Pero obviamente necesitábamos más, porque estábamos creando un cómic de aventuras, necesitábamos algo que tuviera más color, más sabor.
Así que hicimos lluvias de ideas y se me ocurrieron algunos diseños, pero nunca pudimos acertar. Fue por completo accidente que se me ocurrió usar a Guy Fawkes. No sé de dónde salió, no estábamos cerca del 5 de noviembre, pero quizá porque pensábamos en una revolución y Guy Fawkes es un revolucionario fracasado quien intentó volar el Parlamento en 1605. Le dije a Alan: “Se me ha ocurrido algo loco, demencial. ¿No sería una gran idea traerlo de vuelta y que esta vez tenga éxito?” Y él dijo: “Sí, eso es genial. Hagámoslo’.
Una vez que tienes un protagonista lo suficientemente loco como para volver como una resurrección de Guy Fawkes, debíamos que hacer que adopte el papel y parte de ello fue vestirlo como él. Tenía que tener la imagen visual de Guy Fawkes y de ahí surgió la máscara, porque es una representación estilizada del aspecto que sabemos que él tenía basada en las dos o tres copias que se hicieron de él. Y para ir un poco más lejos, el 5 de noviembre celebramos la Noche de Guy Fawkes, en la que se hace arder una efigie de este “terrible” terrorista que iba a destruir a nuestro “maravilloso” rey. La idea original era simplemente comprar una de las máscaras que venden en las tiendas para celebrar el evento, pero como estábamos en pleno verano no pude conseguir ninguna y tuve que crear mi propia versión. Fue así como acabamos con la máscara que ahora es tan ubicua.
—El significado de la máscara ha dejado los confines del cómic y su versión cinematográfica para convertirse en un símbolo reconocido globalmente. ¿Cómo te sientes al respecto?
Estoy muy contento con el resultado. Es por lo que soy conocido, mi marca. Una vez que tienes un éxito así, nadie tiene que pedirte tus credenciales, aunque muchos editores esperan de ti lo que hiciste en “V”, así que en cierto sentido es como estar encasillado. Sin embargo, veo la situación como Sean Connery y James Bond, donde tras el rol él tuvo la suerte de poder todavía hacer otros papeles. Me siento igual de afortunado y feliz por haber hecho algo así de bueno.
No es frecuente llegar al público con un proyecto que diga algo importante a escala mundial y me alegro de haberlo conseguido. No empezamos con esa intención, simplemente surgió. Empezamos contando una historia antifascista, pero en clave de romance, aventura, y a medida que avanzamos la historia se volvió mucho más seria
La razón de ello fue que la revista para la que trabajábamos (”Warrior”), no podía pagarnos mucho y en cambio nos dio total libertad creativa y los derechos de los personajes, algo que casi nunca pasaba en la industria del cómic de aquella época donde lo más común era el trabajo por encargo. Si no hubiésemos estado en esa situación, nunca habríamos podido contar la historia que nosotros queríamos y ustedes conocen. Así que fue, en cierto sentido, un golpe de suerte en el mundo del cómic ‘mainstream’.
—A más 40 años de la publicación de “V for Vendetta”, ¿cambiarías algo del cómic?
De la historia, probablemente nada. Creo que podría cambiar algo del arte del inicio de la historieta, pero eso es porque reviso mi trabajo y me doy cuenta de que mejoré a lo largo del tiempo, como es natural.
—Usted ha aceptado la nueva era digital con su revista antológica de cómics “Aces Weekly”. ¿Por qué el salto a la presencia en línea?
Porque necesitas una audiencia mayor. Los cómics se dirigen a un público muy restringido, la impresión es cara y no va a abaratarse. ¿Por qué los cómics, con todo su fantástico potencial, siguen en esta posición de ser vistos sólo como un pequeño club? La literatura no es así. Las novelas no son así. La ficción no es así. No entras en una librería y esperas que todo se parezca a Tom Clancy, pero si dices la palabra cómics la mayoría de la gente del mundo piensa en Superman, Batman o un gracioso animal antropomórfico.
Si de verdad te importan los cómics como forma de arte como en mi caso, tienes que darte cuenta lo restringidos que están. Están restringidos por el papel y por distribuidores poco flexibles. Tenemos Internet, que tiene cientos de millones de usuarios, y yo quiero llegar a ellos. Es por eso que me apasionan tanto los cómics en línea.
—La producción de imágenes a través de inteligencia artificial es la nueva controversia en el mundo del arte. ¿Cuál es tu posición al respecto?
Creo que es un desastre para la enseñanza y la promoción del arte. Me entristece y no creo que haya forma de pararlo, aunque me gustaría que la hubiera. Quiero señalar que no hay nada malo en utilizar todo tipo de herramientas en el arte digital, pero si solo estás dando instrucciones a una máquina para producir tu imagen, entonces no eres un artista. No te llames así, porque no estás haciendo nada, no estás creando nada. Solo le estás pidiendo a una computadora que agarre el trabajo de otras personas para hacer una imagen. Estás robando lo que otros han producido.
—Hace unos años publicaste un libro titulado “São Paulo” lleno de paisajes de esa ciudad. ¿Veremos una publicación similar salida de tu viaje al Perú?
No, no creo que lo haría sin que alguien me lo comisione como lo fue en ese caso. Pero tengo que decirte que fue un trabajo muy agradable para mí. Hicimos un tour de dos semanas por Sao Paulo y durante ese tiempo investigué mucho en la ciudad y es un lugar fabuloso. Es muy movida y tiene cosas buenas y cosas malas. Es una gran ciudad, un lugar muy vibrante. Hice algunas fotos durante esas dos semanas de investigación y las adapté al libro. Estoy muy orgulloso de ese trabajo.
—¿Hay algún otro país de América Latina que quiera visitar?
Siempre estoy encantado de que me inviten a cualquier sitio. He estado en Bolivia, Uruguay, Chile, un poco de Colombia, Brasil y Argentina. Así que tengo muchas ganas de viajar al Perú y conocer Lima.
—Una última pregunta. ¿Qué recomendación le daría a alguien que aspira ser dibujante de cómics
Siempre que me hacen esa pregunta es difícil, porque cada aspirante a artista es diferente, está en diferentes etapas. Puede que recién esté empezando, sin ningún proyecto con relevancia, o puede que esté cerca de llegar al punto en el que podría ser publicado, así que es imposible dar un consejo general. Lo único que puedo decir vuelve a lo que dije al principio de la entrevista, en que hay que aprender a dibujar bien antes que cualquier otra cosa. Porque veo muchos trabajos en los que la narración es estupenda, pero al fin de cuentas no vas a conseguir un trabajo sólo con eso. Dibujar bien es lo primero y lo más importante. Esa es tu única prioridad.
David Lloyd formará parte de los artistas invitados del Día del Cómic Festival que se desarrollará entre el 4 y el 7 de mayo en el Campo de Marte de Jesús María. Entradas disponibles en Joinnus.