1. Tenía traje rojo. La primera versión del Caballero Oscuro dibujada por Bob Kane era más bien luminosa: un tipo de traje rojo que usa solo un antifaz y tenía una capa con forma de alas de murciélago, que trataba de competir con el éxito de Superman. Felizmente alguien lo evitó.
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2. Su creador fue un vendedor de zapatos. Ese alguien fue Bill Finger, un vendedor de zapatos con aspiraciones de escritor a quien el dibujante conoció en una fiesta y puso a trabajar para él. Finger ayudó a definir el look del personaje que entonces se llamaba "The Bat-Man", creó su identidad secreta y el nombre de Ciudad Gótica, así como colaboró a la creación de sus principales enemigos. Y nunca recibió crédito por ello.
Portada de 'Bill the boy wonder', cómic-biografía de la figura de Finger.
3. Sí mataba. La narrativa moderna de Batman dice que el superhéroe no mata y mucho menos con un arma de fuego. Se atribuye esto al hecho de que sus padres fueron asesinados a balazos, pero en sus inicios, el hombre murciélago usaba pistola y no tenía reparo en matar a sus enemigos. Es más, solo en su primera aparición, cobró la vida de dos maleantes. Fue cuando empezó a explorarse sus orígenes que se añadió este importante concepto moral.
La posibilidad de que Batman asesinara se ha explorado mucho en el cómic.
4. Tiene un anillo de kriptonita. Un día Superman se dio cuenta de lo peligroso que podría ser si fuera manipulado. Tanto que decidió darle a su mejor amigo un arma infalible: un anillo hecho de kriptonita que podría provocar que quede noqueado a puñetazos. Y Batman lo ha usado sin ningún cargo de conciencia en situaciones extremas.
5. Sabe cómo tener bajo control a los superhéroes más poderosos. Además del anillo de kriptonita, Batman urdió una serie de planes por si cualquiera de sus superheróicos amigos se volvía loco. Este proyecto tenía planes tan dementes como inducir la hidrofobia a Aquamán, provocar epilepsia en Flash o sobrecargar de energía a Superman, quien obtiene su poder de la radiación solar, convirtiendo su piel en transparente.
6. Tiene más de dos personalidades. Bruce Wayne no solo es Batman (o viceversa). También ha encarnado a un gánster llamado 'Matches' Malone, para cuya caracterización utiliza un fino bigote y fósforos que enciende constantemente bajo la creencia de que la gente se fijará más en ese rasgo distintivo que en su rostro. Mención aparte merece el Batman de Zur-En-Arrh, una colorida y bizarra versión del Señor de la Noche que únicamente aparece cuando es atacado psicológicamente.
7. Sus maestros. A diferencia del cine, Bruce Wayne no fue entrenado directamente por Ra's al Ghul, sino que tuvo otros maestros: Henri Ducard le enseñó a rastrear y perseguir a una persona alrededor del mundo, un ninja de nombre Kiriji lo educó en el arte del sigilo, un bosquimano africano lo entrenó en cacería y unos monjes de Nepal le enseñaron a controlar su cuerpo a través de la meditación, así como a curarse.
Ducard entrenando a un joven Bruce Wayne.
8. Su peor derrota. El segundo Robin, Jason Todd, busca a su verdadera madre. Después de una labor detectivesca la encuentra en Etiopía. Lo que iba a ser una reunión familiar se convierte en una pesadilla cuando el Joker obliga a la madre --bajo chantaje-- a entregarle a su hijo. El payaso masacra al chico maravilla y luego hacer explotar el almacén donde lo tiene de rehén. Todo esto sin que Batman pueda llegar a tiempo. Esta es la derrota que más atormenta al Caballero Oscuro.
9. Los trofeos de la Baticueva. La decoración de la baticueva no solo tiene cosas tan nostálgicas como una serie de batimóviles de todas las épocas o el traje del fallecido segundo Robin. La guarida del Caballero Oscuro tiene también un tiranosaurio mecánico, una moneda gigante de un centavo y un naipe enorme con la cara del Joker.
10. En el diván. Son muchos los autores que han tratado de sicoanalizar a Batman. En los 50, Fredric Wertham postuló que el héroe que tenía una relación homoerótica con Robin. En tanto el siquiatra y antropólogo español Jesús Ramos Brieva lo ha diagnosticado como depresivo, mientras que Juan Scaliter, en "En la mente de los Superhéroes", habla de su sicología para provocar temor: "Bruce Wayne sublima sus miedos y los vuelve contra el enemigo: él sabe mucho acerca del terror que provocan unas buenas tinieblas con fondo de aleteos invisibles, y precisamente por ello aprovecha ese conocimiento para proyectar su propio temor hacia los criminales que combate en Gotham”.