La tradición manda llevar flores a nuestras madres en su día. En efecto, en los trabajos del pintor limeño Fito Espinosa abundan los capullos y los pétalos, pero también las raíces profundas. Y es que, como reflexiona el artista, siempre recordamos las primeras y olvidamos las segundas, que sustentan todo florecimiento. “La madre desempeña ese trabajo” –señala–, “el rol de contener el hogar, de sostener cada día física y emocionalmente a sus integrantes. Una labor no muy visible”.
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