El blog Universo Cómic comenta "El cumpleaños de Kim Jong-il". (Foto: Difusión)
El blog Universo Cómic comenta "El cumpleaños de Kim Jong-il". (Foto: Difusión)
Adolfo Bazán Coquis

En estos tiempos de ensayos de misiles balísticos, amenazas nucleares, embajadores expulsados y “chinos locos” que tienen poco de orate y sí mucho de megalómano, ha llegado a mis manos un cómic cuya lectura se ajusta a esta sinuosa realidad.

Se trata de “El cumpleaños de Kim Jong-il”, la historia ficticia pero absolutamente verosímil de un muchacho que vive en Corea del Norte y que es partícipe y también testigo de la autocracia, el culto al poder, la injusticia, el miedo, las delaciones y traiciones que dominan a ese país asiático desde hace décadas, más allá de la propaganda antiimperialista y surrealista que lo niega todo.

Ambientada en los años 90, Aurélien Ducoudray (guion) y Mélanie Allag (dibujos) cuentan las peripecias de Jun Sang, un niño de 8 años que es jefe de las juventudes patrióticas de su barrio y que está absolutamente absorbido por la publicidad política del régimen de Kim Jong-il, el “comandante invencible con voluntad de hierro”, “la estrella brillante del monte Paektu”, “el padre bienamado”.

Un niño que, para mayores coincidencias, celebra su cumpleaños los 16 de febrero, el mismo día que el dirigente norcoreano -de allí el título de la obra-, y cuya vida veremos transcurrir hasta ya cumplidos los 16 calendarios, en lo que constituye un devenir de descubrimientos y renacimientos a medida de que la opresión del sistema borra su inocencia a punta de zopapos (los literales y también los morales).

El cómic -según han contado sus autores- se basa en testimonios reales y libros que recogen los padecimientos de norcoreanos que han logrado escapar del país a través de la frontera con China. Relatos cargados de espanto pero que al mismo tiempo se impregnan de una estela de esperanza.

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