Naruhito y Masako, actuales emperadores de Japón. En 1993, el entonces príncipe se casó con Masako Owada, nacida en 1963 en una familia de diplomáticos y formada en las universidades de Harvard y Oxford.
Naruhito y Masako, actuales emperadores de Japón. En 1993, el entonces príncipe se casó con Masako Owada, nacida en 1963 en una familia de diplomáticos y formada en las universidades de Harvard y Oxford.
Enrique Planas

es la monarquía continua más antigua del mundo. Según el mito, Jimmu Tennō, literalmente “guerrero divino”, descendiente de la diosa del sol Amaterasu, asumió el trono como primer emperador, 27 siglos atrás. Los historiadores dudan de su real existencia, así que la fecha fundacional del imperio permanecerá desconocida.

Se considera a Kinmei Tennō (539-571) el primer emperador histórico. Y su familia, representada por una flor de crisantemo de 16 pétalos, ha reinado en el país por más de 1.500 años. Conocido como Tennou Tanjyobi, el Día del Emperador celebra el natalicio del actual monarca, Naruhito, nacido el 23 de febrero de 1960. Considerado símbolo del Estado y de la unidad del país, aunque sin poder político efectivo, es costumbre que ese día, acompañado por la emperatriz y el resto de la familia imperial, aparezca tres veces por la ventana del ala este de su palacio en Tokio, para dar la bienvenida a la multitud congregada, sosteniendo banderas japonesas y dando gritos de banzai.

Japón es la monarquía continua más antigua del mundo. A mediados del siglo XIX, el emperador Meiji transformó a Japón en una potencia, pero el costo social fue enorme. (Foto: Getty Images).
Japón es la monarquía continua más antigua del mundo. A mediados del siglo XIX, el emperador Meiji transformó a Japón en una potencia, pero el costo social fue enorme. (Foto: Getty Images).

Esta ceremonia es un buen ejemplo de cómo Japón busca articular tradición y modernidad, un ideal que impulsa a su sociedad. Un proceso en el que surgen diversos malentendidos, por cierto. Según advierte Kazuyuki Hanagata, profesor del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Shizuoka, en Japón, el primero de ellos es la confusión entre asociar “modernidad” a la ciencia y a la tecnología, o a la occidentalización del país asiático. “Si pensamos en la primera, sí podría decir que Japón ha sabido articular tradición y modernidad. La reacción de los japoneses frente al COVID-19, por ejemplo, fue ejemplar: aquí se vendieron muchos talismanes sintoístas o budistas para defenderse de la enfermedad pero, al mismo tiempo, todos aceptaron el uso de mascarillas y de la vacuna. En Japón la gente cree que la ciencia y la tecnología son bases de la vida de este mundo natural, y deja las creencias religiosas al mundo interior, más espiritual. Y no intenta articular ambos. Aceptar sus diferentes valores sin intentar resolverlos en uno es el secreto de esta articulación exitosa”, explica Hanagata.

El entonces Príncipe Akihito, futuro emperador, en una visita al Perú en los años sesenta. En la imagen, recorre las vitrinas del Museo de Arqueología, Antropología e Historia del Perú. Foto: Archivo Histórico El Comercio
El entonces Príncipe Akihito, futuro emperador, en una visita al Perú en los años sesenta. En la imagen, recorre las vitrinas del Museo de Arqueología, Antropología e Historia del Perú. Foto: Archivo Histórico El Comercio
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Adaptarse al cambio

Como señala Larry López, docente de la Universidad de Yamagata, Japón es un país sujeto a severos fenómenos naturales, desde tifones hasta inundaciones, además de terremotos, tsunamis o erupción de volcanes. Esta característica, según el especialista, ha forjado a través de los siglos una relación de respeto, aceptación y adaptación entre el japonés y su medio ambiente.

El desarrollo tecnológico y la búsqueda del bienestar económico en la sociedad japonesa nunca ha dejado de lado la armonía que el ciudadano mantiene con su medio. Este sentimiento es transmitido de generación a generación, a través de programas educativos muy bien estructurados. Esto ayuda a que se legislen leyes que protejan y busquen obtener un beneficio económico del medio ambiente pero sin perjudicarlo y que estas mismas sean respetadas al pie de la letra. Japón es un ejemplo de que hay metas alcanzables y que la mejor meta cuando son inalcanzables es la adaptación”, añade.

La gente camina por la calle en el populoso distrito de Akihabara, en Tokio, centro de la cultura popular y la tecnología en la ciudad. (Foto de Yuki IWAMURA / AFP)
La gente camina por la calle en el populoso distrito de Akihabara, en Tokio, centro de la cultura popular y la tecnología en la ciudad. (Foto de Yuki IWAMURA / AFP)
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Una cultura de la armonía

Para Daisy Saravia, escritora experta en literatura china, japonesa y coreana, si Japón resulta un ejemplo de conjugación de tradición y modernidad se debe a la formulación de estrategias que le han permitido adaptarse a la occidentalización, desde el período Meiji a la actualidad. “Un aspecto clave es entender este proceso como parte de una armonía, es decir, pensar que la tradición y la modernidad pueden coexistir sin alteraciones. La sociedad japonesa, sobre todo desde el siglo XX, ha funcionado bajo la lógica de ser una cultura de la armonía”, señala la docente sanmarquina.

Astroboy. Creado por Osamu Tezuka, se publicó por primera vez en 1952 y debutó en la televisión en 1963. Astroboy era un niño robot que fue creado por el doctor Tenma, quien estaba triste por la muerte de su hijo.
Astroboy. Creado por Osamu Tezuka, se publicó por primera vez en 1952 y debutó en la televisión en 1963. Astroboy era un niño robot que fue creado por el doctor Tenma, quien estaba triste por la muerte de su hijo.

Desde luego, como toda cultura, la modernización genera fricciones. Yo creo que se trata de una lucha constante que alcanza incluso a la cultura pop. En el anime, por ejemplo, estamos conviviendo con historias futuristas como “Gundam”, “Astroboy” o “Evangelion”, donde la robótica y la tecnología nos seduce y cuestiona el papel del progreso, el rol del individuo y su sociedad. Por otro lado, vivimos la nostalgia yōkai desde la aparición de “Gegege no Kitaro” de Shigeru Mizuki hasta llegar a los actuales monstruos de bolsillo como Pokemon”, afirma Saravia, para quien, por donde se mire, la cultura pop resulta un espacio de diálogo entre los valores tradicionales y la modernidad para una juventud japonesa que tiene expectativas de bienestar, pero que no siempre las encuentra en la convencional idea de progreso.

"Nioh" es una serie de videojuegos donde aparece una gran variedad de yōkai.
"Nioh" es una serie de videojuegos donde aparece una gran variedad de yōkai.

Coincidiendo con ella, David Gallegos, licenciado en Ingeniería de sistemas por el Instituto tecnológico de Mérida, en México, y experto en manga y animes, Japón ha logrado articular la tradición con la modernidad a través de su cultura pop, reinventando historias antiguas o adoptando las bases de sus tradiciones para crear ficciones atractivas para las nuevas generaciones. “Han alentado la curiosidad de quienes se interesen en conocer los fundamentos de estas historias, y que a la vez descubran sus diferencias. Por citar unos ejemplos, Nioh es una serie de videojuegos donde aparece una gran variedad de yōkai, la ola de películas de J-horror de los noventas toma características de historias sobre yūrei , en la novela visual Higurashi: When they cry se respira la atmósfera de una tradición que no debe cuestionarse, y finalmente el anime Folktales from Japan, que adaptó clásicos como Momotaro”, añade.


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