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Su historia como bailarina pudo haber sido solo una anécdota. A los siete años la flamante Directora Artística del Ballet Nacional, Grace Kelly Cobián, tuvo un primer acercamiento al baile en puntas de pie durante un curso de verano, pero una mala experiencia la hizo desistir. Un año después una prima vio en ella las condiciones físicas necesarias para esta disciplina y convenció a su madre de matricularla en la Escuela Nacional Superior de Ballet. Allí se formó durante ocho años y apenas terminado el colegio debuta en el elenco nacional que ahora lidera. Las vueltas de la vida hicieron que el exitoso coreógrafo peruano Jimmy Gamonet llevara a Cobián a los escenarios de Estados Unidos. “Fue un privilegio trabajar a su lado en el Ballet Gamonet de Miami. Era la primera vez que bailaba por varias temporadas en el extranjero”, recuerda. Con la crisis económica iniciada en 2008 la compañía llegó a su fin y volvió al Perú esta vez para unirse al Ballet Municipal. En el 2016, tras la llegada de Gamonet al Ballet Nacional ella se reincorpora al elenco sin saber que su destino sería suceder al maestro del que tanto aprendió.
Cobián fue designada en el cargo en setiembre del 2021 y ya en el siguiente mes empezó a dirigir algunas presentaciones. “En el Gran Teatro Nacional tuvimos el Programa de Jóvenes Coreógrafos y presentamos en octubre la suite de “Don Quijote” y en diciembre, la suite de “La Bella Durmiente”, todos con aforo al máximo”, cuenta emocionada. Este año se ha retomado también el Programa de Formación de Públicos con “Dánzame una historia”, espectáculo en el que los niños disfrutan del ballet al mismo tiempo que conocen los pormenores de cada historia. Todos estos eventos han servido de entrenamiento a la joven directora que tendrá su gran prueba de fuego este 16 de junio con el estreno de “La Cenicienta”, puesta en escena que cuenta con música de Johann Strauss hijo.
"La influencia de Jimmy (Gamonet) continúa y va a seguir porque es necesario que los bailarines puedan bailar y dominar cualquier estilo de ballet".
—Jimmy Gamonet, tu antecesor en la dirección del Ballet Nacional, decía que él quería darle una identidad propia al ballet, pero a través del estilo neoclásico. ¿Vas a seguir esta senda o cuál es el camino que seguirás?
Me encanta neoclásico, me parece uno de los estilos más lindos del ballet, pero también creo necesario incorporar un poco más del ballet clásico. Me estoy enfocando en que la compañía no pierda ninguno de los dos repertorios.
—¿Esta versatilidad se podrá ver en “La Cenicienta”?
Esta pieza tiene mucho del neoclásico y casi siempre no hay nada estructurado. La influencia de Jimmy continúa y va a seguir porque es necesario que los bailarines puedan bailar y dominar cualquier estilo de ballet. Ahora estamos muy emocionados porque ya se agotaron las entradas para “La Cenicienta”, la acogida ha sido grande. Tener el teatro lleno siempre es un aliciente.
—Asumes en un momento complicado.
Sí, cuando empecé la compañía no estaba en su mejor momento después de haber parado casi dos años. Fuimos integrándonos de a poquitos, aún no era obligatorio ir a tomar clases. Pero yo iba al menos dos veces por semana porque los bailarines no podemos parar. Hemos tenido que sacar a la compañía adelante en un contexto donde teníamos muchas cosas en contra. Pero tuvimos mucho apoyo del Ministerio de Cultura y la Dirección de Elencos Nacionales. Hemos recuperado el training, la intensidad con la trabajábamos antes.
—Tienes 38 años, una edad relativamente joven para el cargo, ¿Cuál fue tu primera reacción al recibir la propuesta?
Fue una sorpresa. Después de la muerte de Jimmy todos nos preguntábamos quién iba a asumir la dirección. Me quedé fría cuando me lo dijeron porque es una enorme responsabilidad. Al principio sentí más la presión, para mí asumir este reto era una gran oportunidad. Pero ya tengo cierta experiencia, he pasado por dos direcciones diferentes en la compañía, primero con Olga Shimasaki y luego con Jimmy, también he trabajado en compañías extranjeras. Aunque no es lo mismo bailar que dirigir, creo que haber pasado por diversos ballets me ha ayudado muchísimo, por eso estoy enfocada en que el Ballet Nacional crezca cada vez más. Como parte del elenco sé también qué piensa, siente y necesita un bailarín para mejorar.
—Te va a costar dejar de bailar para dedicarte de lleno a la dirección.
Creo que a todas las bailarinas nos cuesta, pero sabemos que esta es una carrera corta. Tiene que pasar. Ahorita sigo bailando, pero no como antes. Lo estoy dejando de a pocos. Aunque tal vez sea joven para dirigir un elenco nacional, no lo soy tanto para ser bailarina. Sabemos que a los 40 años ya tienes que prepararte para dejar de lado la vida profesional.
—¿Qué tenías planeado hacer luego de dejar las puntas?
No se lo he dicho a nadie, pero quería pedirle a Jimmy ser una de las maestras o ensayadoras del Ballet Nacional. Es el curso natural de una bailarina, pero no siempre en el mismo ballet en que ha trabajado. Por eso ahora estoy sacando mi licenciatura de interpretación clásica, todo relacionado a la docencia.
—¿Te veremos bailar en “La Cenicienta”?
Soy parte del reparto del ballet, que tiene tres elencos. En el programa de setiembre también estaré, pero en de diciembre aun no lo sé porque solo tendremos cinco presentaciones.
—¿Se ha pensado en retomar el programa cancelado en el 2020?
Por ahora no, porque ya tenemos la programación de nuestras tres temporadas del año, pero no queremos adelantar para que sea una sorpresa. Me encantaría poder hacer, como se tenía planeado en el 2020, “Serenata” del coreógrafo George Balanchine, que iba a ser un estreno. Jimmy también quería estrenar “Drácula”. Ya tenía la música elegida y separada para el primer acto. Jimmy era nuestro George Balanchine, sus coreografías eran fabulosas. Estuvo tanto tiempo trabajando fuera del país en Europa y Estados Unidos que aprendió muchísimo y tuvo mucha influencia de los mejores ballets del mundo.
—¿Cuál es tu objetivo al frente de este elenco nacional?
Quisiera que el Ballet Nacional llegue a todo el Perú, que todos los peruanos tuvieran la oportunidad de conocerlo. Necesitamos más giras. El año pasado fuimos a Madre de Dios y la cola bordeaba todo el coliseo de la ciudad, me sentí feliz de poder llevar el ballet a lugares donde quizás antes nunca habíamos estado. Siento que es necesario descentralizar cada vez más las artes.
—¿Alguna pieza en especial que te gustaría montar bajo tu dirección?
Aunque son bastante conocidas, espero poder dirigir “El Lago de los Cisnes” porque siento que para los bailarines es uno de los papeles más retadores, técnicamente hablando, “Cascanueces” que es hermoso y ojalá se pudiera hacer alguna coreografía de Balanchine.
Estreno: va el 16, 17, 18, 19, 23, 24 y 25 de junio a las 8 p.m. Sábados 5:30 p.m. y domingos en doble función 11:30 a.m. y 5:30 p.m. Aunque las entradas están agotadas el espectáculo se podrá disfrutar a través del Facebook Live del Gran Teatro Nacional y de la página www.cultura24.tv