Historias de niñas marisabidillas e impertinentes; la revuelta de árboles y animales que reclaman sus derechos; el plan de una bruja haragana para fingir ser humana y buscar un marido que la mantenga, o el milagro de juguetes que adquieren vida propia cuando se ven libres de los adultos (65 años antes de “Toy Story”): la imaginación desborda en “Contando cuentos”, libro para niños que la escritora limeña Angélica Palma publicó en Burgos, España, en 1930. Contenía 11 relatos infantiles más una introducción breve y un epílogo, con ilustraciones ‘art déco’ de Pedro Antequera Azpiri.
Una década después de la muerte de su padre, el célebre tradicionista, Angélica era considerada una de las peruanas de mayor proyección internacional. Un año antes, había integrado la comisión oficial para la histórica Exposición de Sevilla y formaba parte de instituciones tan importantes como la Sociedad Menéndez y Pelayo de Santander, la Academia Hispano Americana de Ciencias y Artes de Cádiz y de la de Real Academia de Buenas Letras de Barcelona.
En 1931, de regreso al país, asumió el puesto de secretaria del Consejo Nacional de Mujeres, convirtiéndose además en una de las primeras maestras de la escuela de la Sociedad Auxiliadora de la Infancia, fundada por Juana Alarco de Dammert. Aquellas motivaciones pedagógicas se sugieren en “Contando cuentos”, libro en el que manifestaba su preocupación por los lectores más pequeños, algo inédito entonces en el Perú. Y como un guiño a su padre ausente, un viejo narrador de cuentos ofrece su relatos a los niños que conforman su auditorio.
INJUSTA DESMEMORIA
Sin embargo, aquella niña genio que asistía a las veladas literarias en casa de Clorinda Matto y luego figura de referencia en las letras peruanas de los años veinte y treinta, es, hoy día, una completa desconocida. La nueva edición de “Contando cuentos”, lanzada esta semana por editorial SM, nos devuelve la memoria 90 años después de su publicación original.
¿Cómo explicar tal olvido? Giovanna Pollarolo, especialista en la obra de Angélica Palma y autora del prólogo de la nueva edición, no se sorprende. “Eso ha pasado con todas las escritoras de esos años”, advierte. Sin embargo, la especialista afirma que el caso de Palma resulta el más sorprendente. “Al año siguiente de su muerte [en 1935, a causa de una pulmonía] se publicó un libro en su honor reuniendo todos los discursos y artículos producidos cuando sus restos fueron repatriados de Buenos Aires. Su funeral fue impresionante, convocó a todos los políticos y literatos limeños”.
Sin embargo, como señala la directora de la Maestría en Escritura Creativa de la PUCP, algo pasó a partir de la década del cuarenta. “Los que se encargaron de escribir la historia de la literatura peruana [léase Luis Alberto Sánchez] se olvidaron de las mujeres. Solo recordaron a las más antiguas, (y especialmente para criticarlas) como Clorinda Matto y Mercedes Cabello”, explica.
¿Fue un descuido inocente? Según la escritora, este olvido tiene más que ver con un evidente desdén hacia lo que se escribía en aquella época, por parte de autoras o autores. “Clemente Palma, más allá de su incorrección política, es un escritor importantísimo. Y recién lo restamos releyendo”, lamenta.
Noventa años después, los peruanos podemos reencontrarnos con la fresca y divertida prosa de Angélica Palma. Aún quedan por recuperar olvidadas novelas como “Cartas a una turista” (1907), “Vencida” (1918), “Tiempos de la Patria Vieja” (1926), entre otras. Pollarolo añade: “Sería enriquecedor volver a leer a los escritores que vivieron el primer centenario de la Independencia. Nos descubrirían tanto diferencias como semejanzas”.
VIDEO RECOMENDADO
Recomendaciones de la periodista Clara Elvira Ospina en “Leer para vivir”
TE PUEDE INTERESAR
- Rosella Di Paolo: “Mi poesía suele tomarle el pelo al mundo”
- Estereotipos de ayer y hoy: ¿cómo ha cambiado el concepto de belleza femenina en el Perú?
- Jorge Eslava y un delicioso cuento de hadas protagonizado por criaturas imaginadas por José María Eguren
- Adiós a la danza, bienvenida la acuarela: bailarina Tati Valle-Riestra inaugura su primera exposición de pintura en Lima
- Los Testamentos, el libro sobre la caída de la tiranía símbolo de la opresión contra las mujeres