José Silva

Escribir para niños requiere una sensibilidad especial. Isabel Menéndez Ibárcena acaba de publicar su sexto libro infantil. Esta vez se trata de “Esa niña tiene miedo” (SM, 2016), un relato ilustrado y breve que cuenta la historia de una niña que esconde sus miedos en uno de sus bolsillos hasta que este se rompe y termina invadida por múltiples temores. Es ahí donde la presencia de su madre se vuelve fundamental.

Conversamos con la autora, que además es profesora y cuentacuentos, sobre esta publicación para los más pequeños del hogar, cuyas ilustraciones estuvieron a cargo de Eunice Espinoza. El texto infantil fue presentado en la última Feria del Libro Ricardo Palma.

-¿Cuán importante son para usted los gráficos dentro de su libro? ¿Qué tan fundamental es el trabajo del ilustrador?

El ilustrador cuenta la historia de la mano con el autor. Creo que tiene un trabajo fundamental. Los seis libros que tengo creo que he tenido en el ilustrador a mi complemento. Él entiende la historia y transmite lo que realmente quiero decir, sobre todo hacia los niños, que se identifican tanto con la imagen. Muchos van reconociendo las palabras, pero los que no saben leer realmente se ayudan con la ilustración.

-¿Para qué público está dirigido “Esa niña tiene miedo”?

Está dirigido a niños primeros lectores, de inicial, porque es un tema recurrente en ellos. Soy educadora y, además, madre de familia, y hay una etapa en la que los niños sienten mucho miedo. Empiezan a dormir mal, se levantan por pesadillas. Así que ese libro se enfoca en esos miedos.

-¿Ha tenido algún tipo de investigación psicológica para escribir este libro?

Mi papel de maestra y de madre me llevaron a hablar de este tema, y porque también yo sigo teniendo muchos miedos. Y además porque, en algún momento, los padres no le cuentan a sus hijos los miedos que ellos sienten. Quizás para no asustarlos o contagiarlos. Dicen “yo estoy muy bien”. Este libro se refiere a eso.

-Este es un cuento que incluye solo dos personajes. Cuénteme a grandes rasgos el argumento.

Trata sobre la relación entre una niña y su mamá. Esta menor tiene tantos miedos que los guarda en el bolsillo de su overol hasta que este se rompe. Así los miedos salen y se le meten por los ojos, las orejas, la nariz y la boca, hasta que le llegan al corazón.

-¿En qué momento la niña decide contarle a su mamá lo que pasa?

La niña se asusta tanto que se aleja de todos y ya no habla con su mamá. Pero un día se arma de valor y le pregunta: ¿sientes miedo de algo? Y si bien la madre tiene muchos miedos y no desea confesarlo, aunque finalmente lo hace. “Tengo miedo a muchas cosas, pero  a lo que más le temo es a que me dejes de abrazar”, concluye la madre.

-¿Son sus hijos niños, adolescentes o adultos? ¿Ellos son su primer público lector?

Este cuento se lo dedico a mi hija de 18 años. Hablo aquí de sus miedos y de los míos. Mi hijo de once años también lo leyó y le gustó mucho porque es un tema del que siempre hablamos.

-Algunos autores dicen que escriben lo que nunca antes leyeron y otros generan sus historias a partir de una idea o quizás inspirándose en algo.

Este cuento nació de una experiencia que tuve con mi hija Lucía. Leo mucho pero más literatura para adultos. También soy una fanática de los álbumes ilustrados. Pero un cuento como este no he leído.

-¿Ha escrito alguna vez novelas o cuentos para adultos?

Aún no, pero estoy en coqueteos con un libro para adolescentes.

-¿Sería correcto decir que la literatura infantil es un buen campo de entrenamiento para llegar a escribir para los grandes?

En mi caso, me gusta mucho escribir para niños. Es más, soy narradora de cuentos y eso lo disfruto más. Si me dicen que narre algo para adultos me pongo muy nerviosa. Siento más identificación con los infantes.

-En la parte final del libro hay una página para recortar y formar una caja. ¿Qué buscaba añadir con eso?

La idea es armar una cajita y poder escribir o dibujar los miedos con algo y guardarlos ahí. Todos los libros de la colección Cuenta Conmigo tienen algo para que el niño sienta que ese libro es suyo, y se sienta también parte de la historia.

-¿Cree usted que los libros infantiles siempre deben tener un mensaje?

Siempre vas a encontrarle un mensaje a las historias que lees. Lo terrible está en que tú des la moraleja, porque tú vas a entender el libro de distinta manera a como yo lo entiendo. Cada uno tiene su propia manera de pensar y asimilar lo que lee y la vida en general.

Contenido sugerido

Contenido GEC