Enrique Planas

Cuando los políticos hablan en su novela, el tema que nunca abordan es, precisamente, la política. Como en “Pulp Fiction”, donde los sicarios no hablan de crímenes sino de hamburguesas, el escritor mexicano Daniel Krauze escribe un “thriller” tan realista que parece inverosímil, donde el nivel de corrupción de congresistas y de sus operadores políticos alcanza niveles difíciles de creer. “Tenebra” (Seix Barral) aborda un año de la vida de Julio Rangel, un tipo al que la política se lo ha dado todo y en la vida de Martín Ferrer, a quien la misma política diezmó la fortuna de su abuelo y quebró a su padre. Ambos protagonizan una historia en que la corrupción opera en múltiples modos y en la que la política es el mejor pretexto para hablar de valores perdidos por una soledad que ha tolerado por décadas a impunes y corruptos.