Fue un amigo que hacía turismo en Londres quien le lanzó el anzuelo en forma de mensaje de WhatsApp: en el museo de sitio de la Torre de Londres se exhibe una foto atribuida al peruano Ludovico Hurwitz que daba cuenta de su triste honor: fue la última persona ejecutada en la torre en 1916, tras revelarse sus vínculos con el espionaje alemán durante la Gran Guerra. “Esta es una de esas historias que te interesan”, le escribió a su celular, incluyendo la imagen.
LEE TAMBIÉN | MUBI, el Netflix del cine de autor: “Una película no puede ser reducida a un algoritmo” | ENTREVISTA
El amigo tenía razón. Desde entonces, Hugo Coya se obsesionó con este espía peruano, e intentó investigar sus orígenes y motivaciones. Sus primeras pesquisas dieron fruto: algunos miembros de la familia vivían en Lima.
Descubrió entonces una historia fascinante, ligada al Londres y su paranoia bélica, pero también a una Lima que, a la distancia, seguía de cerca la conflagración entre la Triple Alianza (Alemania, Italia y el Imperio Austro-Húngaro) y la Triple Entente (Francia, Reino Unido y Rusia). Decidió convertir su investigación en la novela “El último en la torre”, pues a un siglo de distancia, hay detalles históricos imposibles de obtener. Sin embargo, aclara Coya, un 90% de lo que se cuenta, incluyendo transcripciones de interrogatorios, documentos consulares y telegramas existentes en los expedientes del proceso legal ya desclasificados, respaldan el rigor histórico de esta historia.
Escrita a la manera de una novela negra, el autor hace lo mismo que su misterioso espía: nos distrae con pistas falsas, nos lleva a saltos de Londres a Lima, y camufla información que no mostrará hasta la revelación final.
—¿Cómo fue el reto para ti al escribir esta historia en forma de novela?
Quizás este sea el libro más difícil que he escrito. No solo porque se trata de un género distinto, sino porque yo mismo me cuestionaba hasta qué punto no era yo un impostor. ¿Por qué estaba inventando en esta historia? No sabía cómo comenzarla, hasta que decidí utilizar los interrogatorios que aparecen en el expediente. Eso me pareció mucho más honesto y una forma directa para introducir al lector a la historia.
—Para un periodista, ¿es una especie de derrota convertir en novela un reportaje imposible de concluir?
¡Al contrario! Hay cosas que, por la distancia y el tiempo, no pueden ser corroboradas, y sería deshonesto de mi parte decir que esta historia ocurrió tal cual. Por eso debí ficcionar algunos hechos, inspirándome en hechos reales. Traté de ser lo más fiel posible y no apartarme de la crónica de estos eventos.
—Luego de obras en las que reivindicas la memoria de Magdalena Truel o José María Barreto, peruanos en la resistencia contra los nazis, en “El último en la torre” investigas a un limeño que habría espiado para el bando enemigo. ¿Cómo cambia eso tu mirada de investigador?
Aun así aparecen en este libro constantes de mis libros de no ficción. Temas como el racismo, la discriminación, los prejuicios sociales. En “El último en la torre”, la actitud de los investigadores británicos sobre este peruano antes de enviarlo al patíbulo en la Torre de Londres muestra mucho prejuicio. El hecho de ser peruano y sudamericano lo convertía en marginal, ya eso lo condenaba, más allá de las evidencias que van surgiendo. Por otro lado, también está la actitud de la burocracia peruana que le da la espalda al investigado, que no hace nada por conseguir los documentos que corroboren su identidad y que lo salven de la muerte.
—¿Cuán importante era América Latina para Alemania en sus planes de guerra?
Tanto para la Primera como para la Segunda Guerra Mundial se busca la dominación global. Y América Latina, neutral al inicio, le permite a sus ciudadanos ser menos sospechosos, podían transitar por lugares en Europa que los propios europeos no podían acceder. Por ello, la inteligencia alemana decide buscar latinoamericanos, por encima de toda sospecha, para enviarlos como peones que esconden a un alfil, y con ello distraer a los servicios secretos británicos.
—¿Se podría comparar con las actuales redes del narcotráfico?
Exactamente. La inteligencia alemana mandaba a un ejército de peones, y uno solo era el alfil. A propósito, algunos de ellos estaban mal entrenados, justamente para que cometieran errores y llamaran la atención en una sociedad sensible al extranjero como era entonces la británica. Y el que venía detrás era el espía responsable de la misión más importante.
—¿Había un sistema de reclutamiento alemán para espías? ¿Cómo un ciudadano peruano podría convertirse en espía para ellos?
Aunque menos que Buenos Aires, Río de Janeiro o Ciudad de México, Lima tenía una comunidad alemana importante y una gran representación diplomática. Los servicios secretos alemanes trazaban el perfil de lo que se necesitaba, una persona con determinadas características, dominio de idiomas, experiencia de viaje, a quien se le pudiera adiestrar. Pero muchas veces servían de carnada para que los verdaderos profesionales del espionaje cumplieran su misión.
—Y en el interrogatorio que desarrollas en la novela, se advierte que los británicos creían que este espía peruano era justamente uno de los alfiles.
Correcto. El interrogatorio te permite trazar la personalidad, las actitudes, los gestos más allá de las palabras, para tener un perfil cercano de con quién estás tratando. Los británicos no tenían muchos elementos de juicio contra este extranjero misterioso, solo la intuición de que era un espía muy importante para los servicios alemanes pues había mantenido contactos sospechosos con sus jefes del servicio de espionaje. Sus actitudes y el estilo de vida les daban a entender que se trataba de un gran agente.
EL DATO
La presentación virtual del libro se realizará el miércoles 23 de febrero a las 7 pm. PArticipará, junto con el autor, el escritor mexicano Benito Taibo. Será a través de las redes de @PlanetaLibrosPE
VIDEO RECOMENDADO
LE PUEDE INTERESAR
- Bienal de Arte de Venecia: los murales políticos insolentes y lúcidos de Herbert Rodríguez representarán al Perú | FOTOS
- El señor de las moscas, por Enrique Planas
- El mejor cine de Japón para ver en streaming y gratis: anime, thriller, drama y más
- Premios Luces 2021: hoy es el último día de votación ¿Ya elegiste a tus favoritos?
- Fernando Ampuero incursiona en la literatura para niños con aleccionador libro sobre la vida del zorrito Run Run | ENTREVISTA
- Sobre “Muerte en el Nilo”: ¿Cómo sigue funcionando la centenaria fórmula de suspenso de Agatha Christie?
- ¿Es el Oscar 2022 el más políticamente correcto de la historia?
- ¿Cuántas moscas hacen falta para crear una obra de arte? Sorpréndase con las radicales performances de Antonio Paucar