Ángel Navarro Quevedo

Pocos son los escritores que logran consagrarse de forma unánime en lo que puede llamarse el canon de la literatura peruana, y aún menos son los que publican libros después de morir. Julio Ramón Ribeyro, quien falleció hace treinta años, ha logrado este hito. Una investigación realizada por su biógrafo Jorge Coaguila descubrió cinco cuentos inéditos en la residencia del reconocido cuentista en París, donde escribió durante la década de 1970. Estos relatos están agrupados en el libro recopilatorio “Invitación al viaje y otros cuentos inéditos”, volumen próximo a ponerse en circulación.

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