Elena Poniatowska. (Foto: AFP)
Elena Poniatowska. (Foto: AFP)
Enrique Planas

Se trataba de una denuncia en voz baja, casi en el margen de un libro cuyo propósito no era provocar un escándalo sino investigar en la historia familiar. La revelación formaba parte de otras muchas que la escritora mexicana Elena Poniatowska hace en su más reciente libro, “El amante polaco”: un personaje, al que llama “el Maestro”, la atacó sexualmente en 1954, luego de participar en su taller literario.

El pasado 23 de noviembre, en una entrevista con el diario “Excélsior”, el entrevistador sondea si “el Maestro” era el escritor Juan José Arreola, y Poniatowska respondió afirmativamente. “Ya se sabía, muchos lo saben. Pero no hay que decirlo, para qué, además, ya pasaron tantos años. Él usaba su capacidad de seductor para hacerle daño a la gente”, explicó al diario mexicano.

La acusación no había sorprendido a nadie, pues, como señalaba la escritora, se trataba de un secreto a voces. Sin embargo, el escándalo estalló cuando el pasado fin de semana, los familiares de Arreola, fallecido en el 2001, hicieron pública una carta en la que, evidenciando total falta de empatía, señalaron que “el tiempo parece haber afectado la memoria” de Poniatowska, sugiriendo que aquella revelación tenía que ver con impulsar las ventas de su reciente novela. “Lástima que el querido Juan José no esté aquí para desahogar su derecho de audiencia”, manifiesta la familia, adjuntando una carta de 1955, escrita por una jovencísima Poniatowska, durante su embarazo en un convento en Italia. En ella, la escritora (entonces de 22 años) se dirige a su “querido Juan José” y le dice: “Ahorita lo que importan son tus hijos grandes, y no el bebe”, escribe la escritora. Y añade: “Yo de ti nunca hablaré una palabra con nadie, ni después del bebe”.

"El amante polaco".
"El amante polaco".

Poniatowska no demoró en responder a los Arreola a través del diario “Reforma” el domingo pasado. “Jamás, en 64 años, he hecho declaración alguna acerca de Arreola y su entorno”, apuntó. “Cuando conocí a Arreola en 1954 era una jovencita totalmente dispuesta al deslumbramiento. Arreola era un adulto, un hombre casado, con tres hijos que sabía lo que hacía con una joven inexperta e ingenua”.

Fruto de la agresión sexual nació su primer hijo, Emmanuel Mane Haro Poniatowski. Arreola jamás conoció a su hijo ni se encargó de su manutención. “El silencio y el respeto del que habla la familia Arreola han sido de mi familia y míos durante 64 años”, afirma la escritora.

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