Panel de Gastón Acurio y Javier Moreno en el Teatro Municipal de Arequipa durante el Hay Festival. (Foto: Alessandro Currarino)
Panel de Gastón Acurio y Javier Moreno en el Teatro Municipal de Arequipa durante el Hay Festival. (Foto: Alessandro Currarino)

Uno se pregunta cuál es la clave del éxito de un encuentro como el . Y piensa, por supuesto, en la diversidad de su temáticas, en la belleza blanca y soleada del centro histórico de Arequipa, entre otras razones. Pero hay una más, que responde a su bien pensada ubicación descentralizada. Y es que a excepción de Orhan Pamuk –indiscutible estrella de esta edición– o de Ricardo Morán –rostro televisivo que salta a la vista–, la mayoría de los demás invitados, alejados del típico círculo de amiguismos limeño, se convierten en ilustres desconocidos. Y con ello se genera una horizontalidad y camaradería fascinantes con el público.

Según los organizadores, casi 30 mil asistentes se volcaron a las sedes. Y todas lucieron abarrotadas casi siempre, incluso el imponente Teatro Municipal, donde el sábado el Nobel Pamuk dio una clase maestra literaria (y tomó fotos y ‘selfies’ como tanto le gusta), y donde Lol Tolhurst (ex The Cure) y Santiago Auserón (ex Radio Futura) ofrecieron emocionantes recitales.

Fue entrañable, por ejemplo, la evocación de Julio Ramón Ribeyro que realizaron Santiago Gamboa, Giovanna Pollarolo y Fernando Iwasaki. También emocionó la doctora británica Kathryn Mannix con sus reflexiones sobre la muerte. Y la joven delegación literaria francesa –con Leila Slimani, François-Henri Désérable y Olivier Guez– demostró su gran momento.

EL PRESENTE Y EL FUTURO

Otro de los aspectos notables del Hay arequipeño fue la forma en que se ocupó de los principales temas del presente: en la sala Mariano Melgar de la Universidad Nacional de San Agustín, tres mujeres alzaron la voz contra la violencia de género: Lorena Álvarez, Teresina Muñoz-Nájar y Rocío Silva Santisteban armaron una discusión indignada y encendida. Porque a las mujeres las están matando y nadie parece hacer nada al respecto. En el Peruano Norteamericano, Carmen Escalante, Bruce Mannheim y Odi Gonzales discutieron sobre lenguas originarias y la importancia de preservar la diversidad.

Y el sábado, consecutivamente, se debatió la figura polémica y enigmática del presidente Martín Vizcarra –a cargo de Rafaella León y Martín Riepl, periodistas que han escrito libros sobre el mandatario–, y se reflexionó sobre el estado del periodismo del siglo XXI, con sus ‘fake news’ y retos digitales. Sobre eso discutieron Javier Moreno y Juan José Garrido, directores de “El País América” y “El Comercio”, respectivamente.

Y como el presente no basta, no pudo faltar la mirada al futuro. Y en esto destacó la mesa organizada por El Comercio que incluyó a la directora de Concytec, Fabiola León-Velarde, el programador arequipeño de Silicon Valley Omar Flórez, y la destacada ingeniera nacional Aracely Quispe, líder de varias misiones de la NASA. Un diálogo que saltó de la genética a la inteligencia artificial, de la biotecnología a la astronomía, pero que también sirvió para reclamar e inspirar. Como dijo Quispe: “A mí me discriminaban por ser provinciana, pobre y mujer. Pero, en este siglo XXI, ya debemos romper el estereotipo de que mujeres como yo no podemos liderar avances científicos importantes”.


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