Enrique Planas

Tenía la pegada más dura pero también una quijada de cristal. Bob ‘El Bombardero’ Satterfield tenía a su contendor Rex Layne contra las cuerdas, derribándolo con su brutal gancho izquierdo. Era el primer asalto y la cuenta llegó a ocho. Layne se levantó, retomó la pelea y poco a poco empezó a controlarla, hasta que noqueó a Satterfield en el octavo asalto. Fue el 9 de marzo de 1951, y para el boxeador de peso pesado no hubo remontada. Nunca luchó por el título y se retiró con un récord de 50 victorias, 25 derrotas y 4 empates. Fue un perdedor pero el público lo quería. Nadie pegaba como él, decían.

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