Manuel Pantigoso Pecero, reconocido poeta, escritor y crítico de literatura y teatro, falleció esta mañana a los 87 años, según dio cuenta su hijo, Flavio Pantigoso, a través de sus redes sociales. La Casa de Literatura Peruana también informó sobre el deceso del destacado intelectual.
“Lamentamos informar que ha fallecido Manuel Pantigoso Pecero, poeta, escritor, periodista, gestor cultural y director de la Oficina Central de Extensión Cultural y Proyección Social de la Universidad Ricardo Palma (...) Expresamos nuestras condolencias a sus familiares y amigos”, se lee en el post compartido por la entidad cultural.
Por su parte, Flavio Pantigoso informó que los restos del insigne gestor cultural y miembro de la Real Academia Española (RAE) serán velados este domingo 10 y lunes 11 de marzo en la Iglesia Virgen de Fátima, en Miraflores.
“Mi padre Manuel Pantigoso Pecero, poeta, escritor y maestro de la cultura; figura excelsa de la intelectualidad peruana, ha partido a la eternidad. Velatorio Virgen de Fátima desde hoy 4pm a 9pm, y mañana de 9am a 10am”, escribió en su cuenta de X.
Una vida entregada a la cultura
Manuel Pantigoso Pecero fue un destacado poeta, crítico literario y de arte. Toda su vida y su obra sentidas en torno al Perú hizo de él un creador y pensador brillante en la línea de los más grandes maestros de nuestra literatura. Fue considerado como una de las voces más altas de la poesía contemporánea peruana. Trajo a la lírica una escritura sugerente en donde los elementos gráficos y fonéticos contribuyen a edificar libros con una arquitectura integral, que se enlazan con la música, el teatro, el fotopoema y la plástica.
Fue doctor en literatura y filología y doctor en educación, y profesor emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; también realizó estudios de posgrado en literatura, pedagogía y arte en Perú, Brasil, España e Italia.
La Universidad Ricardo Palma lo distinguió con el doctorado Honoris Causa y las universidades San Luis Gonzaga, de Ica, Nacional del Altiplano, de Puno y San Cristóbal de Huamanga, de Ayacucho con el de Profesor Honorario. Fue Miembro de Número de la Academia Peruana de la Lengua, Correspondiente de la Real Academia Española, y también Miembro Correspondiente de la Academia de Letras de São Luiz de Maranhão (Brasil).
Obtuvo los Premios Nacionales Javier Prado (1970) y de Teatro Escolar (1980 y 1983), las Palmas Magisteriales del Perú en el Grado de Maestro (2000), el Premio Internacional Publicación Thesaurus de Poesía (Brasilia, 2008), así como la “Médaille de l’Assemblée Nationale Française” (París, 2009) y el Estado Peruano le otorgó la “Orden al Mérito por Servicios Distinguidos en el Grado de Gran Oficial” el año 2023, entre otros por su fecundo aporte a la cultura y a la educación en el Perú a través de no menos de 100 libros de su autoría.
Pantigoso fue un autor múltiple, poliédrico, que presentaba todo un abanico de notables realizaciones por donde asomaban la poesía, el teatro, el ensayo, el periodismo, la didáctica, la pedagogía y la crítica literaria y de arte. Ofreció conferencias y dirigió talleres de poesía y de educación por el arte en diferentes ciudades de América, Europa y Asia.
En sus poemarios se destacó el rigor de la palabra, plena de sensibilidad, con hondo pensamiento filosófico y compromiso con la historia y el país. Ejemplos de ello son: “Salamandra de Hojalata”, “Sydal”, “Reloj de Flora”, “Contrapunto de la Mitomanía”, “Nazca”, “Amaromar”, “Arte-Misa”, “Calicantos de la Pared del Viento”, “Sueños al canto” (antología), “En-clave de sol del color” (francés-español), “Antología Pessoal” (portugués-español), “Retablo de la Naturaleza”, “Los siete universos del Jardín de Magdalena”. En 1997 fue propuesto para el Premio Reina Sofía de España.
En el campo de la investigación literaria fue autor de ensayos sobre escritores peruanos poco difundidos siendo encomiable el sustento teórico y metodológico, en permanente sintonía con el contexto social, político y cultural del fenómeno literario como César Atahualpa Rodríguez: la emoción del pensar; Mario Florián: poeta de piedra y de paloma; El Ultraorbicismo en el pensamiento de Gamaliel Churata; Retablo de la Naturaleza, Los siete universos del Jardín de Magdalena. En 1997 fue propuesto para el Premio Reina Sofía de España.
En el campo de la investigación literaria fue autor de ensayos sobre escritores peruanos poco difundidos siendo encomiable el sustento teórico y metodológico, en permanente sintonía con el contexto social, político y cultural del fenómeno literario.
Respecto al teatro poético, que desarrolló con originalidad, se destacaron obras que representó como Cantata de amor antiguo a la Señora de Cao, Cantatapu a Pariaqaqa Apu del Kunturkoto, Las tablas de la Pachamama, entre otros. En 1980 y 1983 obtuvo el Premio Nacional de Teatro Escolar de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
En el campo de la Educación editó Didáctica de la Interpretación de Textos Literarios, Didáctica Creativa, Los días de la palabra, Educación por el Arte, El alero de los sueños, Historia de la Educación por el Arte en América Latina, Talleres de Teatro y Educación -Propuesta metodológica-, etc.; y al lado de ellos, textos referidos a su padre, el gran pintor: Pantigoso, fundador de los Independientes, La revista “Cunan” y el pintor Pantigoso, y Manuel Pantigoso: Mi Padre.
En conjunto, la obra de Manuel Pantigoso ha sido elogiada unánimemente. Tiene, por ello, un justo renombre internacional. En la poesía, grandes escritores del Perú, de América, España, Francia e Italia han dado fe de su brillante pulso lírico y reflexivo.
“Su obra, querido amigo, me estremece, me emociona porque no se agota; se la paladea lentamente y se descubren nuevos sabores. Siento que ella representa el gesto heroico y espiritual de América, siempre audaz y renovadora. Gracias Manuel por su lenguaje nuevo”, sostuvo Jorge Guillén de España.
Asimismo, Roland Forgues de Francia, dijo: “Surgida de las entrañas mismas de la tierra madre, la voz lírica de la naturaleza se expresa en los versos de Manuel Pantigoso en un coro polifónico que canta lo humano y lo trascendente a la vez, lo profano y lo sagrado, lo más puro de la poesía hecha Vida y Amor”.